Pese a que la prensa internacional reproduce la animadversión de ciertos sectores hacia el presidente López Obrador, fuera de México no todo son campañas de desinformación o esfuerzos para que imperen intereses extranjeros. Existe gente despierta, atenta a lo que ocurre en el país y dispuesta a poner de su parte para respaldar y acompañar su transformación
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La exportación del odio, como llamó Jorge Zepeda Patterson a este fenómeno, ha sido bastante exitosa. Desde buena parte de los medios extranjeros editores y analistas fomentan la animadversión hacia López Obrador y el desprecio hacia todo lo que hace su gobierno. Ocurre tanto en los medios corporativos como en los públicos y no se limita a la prensa afín la derecha. Pocos medios ayudan a sus audiencias a entender lo que ocurre en el país y pocos explican, por ejemplo, la aprobación sin precedentes de este gobierno y el consecuente tsunami electoral que avanza imparable desde 2018 y que tiene prácticamente garantizada la elección presidencial de 2024.
Pero no todos compran esta narrativa dominante y en distintas geografías mujeres y hombres se organizan para actuar solidariamente con México y respaldar, no sin la debida crítica, su transformación. Este texto habla de algunas de estas personas y de las iniciativas que construyen y mantienen colectivamente.
Meizhu Lui, ciudadana estadounidense que vive en Hawai, es una de ellas. Hija de inmigrantes chinos, desde niña vio y padeció el trato desigual y comenzó a cuestionarse por qué había tanta pobreza en el país más rico del mundo. El movimiento marxista en los 1960s y 70s le brindó respuestas, y le ayudó a entender el imperialismo. Como socialista, considera que el destino de nuestros pueblos está ligado, y, junto con sus ‘compas’, piensa estratégicamente: “La elección de AMLO en 2018 hizo a algunos darnos cuenta de que construir apoyo para el proyecto democrático de nuestros vecinos podría ser la cosa más significativa para contrarrestar el imperialismo de Estados Unidos, y para mejorar las vidas de la gente pobre y trabajadora en ambos países.”
La organización socialista Liberation Road (camino de la liberación) es, como lo pone, su hogar político. Desde allí y junto con otras personas decidió en 2019 formar Mexico Solidarity Project (MSP), un proyecto que reúne a activistas de distintas organizaciones socialistas y de izquierda así como personas comprometidas con los trabajadores y la justicia global. Quienes le dieron origen concluyeron que obtener noticias verdaderas sobre México era prácticamente imposible a través de medios de comunicación que filtran la información con un lente centrado en los intereses de Estados Unidos y los corporativos.
De ahí que una de las iniciativas de México Solidarity Project es la de un boletín semanal (sumamente recomendable, por cierto, se pueden inscribir aquí). Escrito tanto en inglés como en español, el boletín hace más que ofrecer análisis políticos. Como ellos lo ponen: “Contamos historias que iluminan la humanidad de los activistas que destacamos. Exploramos con ellos lo que están pensando, sintiendo y haciendo y cómo sus propios contextos históricos y culturales particulares impulsan y fundamentan su pasión por cambiar nuestro mundo. Parafraseando al Ché Guevara, la verdadera solidaridad descansará siempre en el amor.”
Meizhu coordina MSP junto con su colega Bruce Hobson, quien tiene una larga historia de involucramiento con México. Bruce trabajó muchos años en iniciativas comunitarias de salud y dirigió en Chiapas un programa de salud y rehabilitación, hasta que fue deportado por el gobierno de Ernesto Zedillo luego del levantamiento zapatista. En tiempos más recientes, fue observador internacional en la elección intermedia en 2021. Como traductor principal en MSP, con sus habilidades bilingües ayuda a construir solidaridad a través de la frontera México-Estados Unidos. Bruce vive actualmente en Guanajuato.
Con Bruce traté algo que me llama particularmente la atención de la labor de Mexico Solidarity Project, y es su apoyo simultáneo a la Cuarta Transformación (y con ello a Morena) y al movimiento Zapatista, entre otras voces que buscan un cambio radical en el país y el mundo. Ellos no lo ven como una contradicción. “Podemos expresar claramente en lo que estamos de acuerdo con los Zapatistas y por qué creemos que ofrecen una visión profunda para desmantelar el proyecto neoliberal, así como nuestro desacuerdo en su rechazo tajante y absoluto a la lucha electoral.” Bruce establece un paralelo con la lucha en Estados Unidos: “Como socialistas revolucionarios, creemos que la estrategia desde afuera y desde adentro del partido Demócrata es apropiada. Esto es, por un lado apoyamos activamente a candidatos demócratas progresistas, mientras que trabajamos para aislar a los reaccionarios en ese partido. Creemos que el principal enemigo de la democracia viene de la derecha representada por el partido Republicano, que se ha convertido proto-fascista.”
Sobre esto Meizhu ofrece sabias palabras: “Nuestra organización cree que para combatir el capitalismo, la izquierda debe ir unida. Mientras que disentimos con la posición de que en México hay que apoyar solamente al Zapatismo, buscamos concentrarnos en lo que tienen en común, y no alimentar la fragmentación de la izquierda”. En el MSP tienen objetivos básicos muy claros: promover el entendimiento persona-a-persona a través de la frontera y concentrar esfuerzos para oponerse a la dominación de Estados Unidos que debilita la soberanía nacional de México.
Para Jesús Hermosillo, también integrante de Mexico Solidarity Project, el triunfo de AMLO en 2018 fue algo muy emocionante: “fue como abrirle la puerta a la posibilidad de lograr la justicia social y económica que siempre hemos añorado”. Al igual que sus colegas en MSP, nunca creyó que AMLO iba a erradicar el capitalismo e instalar el socialismo, pero sí acercar el país a una democracia social, o sembrar las semillas de esa esperanza. Agrega: “lo importante para mí es que AMLO es el primer presidente mexicano desde no-sé-cuánto-tiempo que ganó en contra de la voluntad de la oligarquía. O sea, por definición AMLO es el primer presidente del pueblo en mi vida.”
Jesús radica en Los Ángeles, ciudad donde nació una vez que su mamá, originaria de un pueblo de Nayarit, se vio obligada a emigrar. Su mamá vive nuevamente en Nayarit, pues la pensión raquítica de jubilada que recibe en Estados Unidos no le alcanza para vivir. “Mi mamá me habla de la diferencia que ve en el pueblo y en las vidas de nuestros parientes y conocidos. Mucha gente sigue pobre, hay mucho por hacer. Pero ya no hay la misma desesperanza de antes… Sé que el país va, generalmente, rumbo a algo mejor, y eso me alegra y me enorgullece.”
Y así, muchas otras personas contribuyen voluntariamente a este proyecto de solidaridad con México a partir de la relación con Estados Unidos. Son alrededor de 50, me comentan Meizhu y Bruce, quienes aportan ya sea en el comité del boletín, en el de apoyo al movimiento laboral o como consejeros.
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Del otro lado del Atlántico, en el Reino Unido, está tomando forma Mexico Solidarity Forum, gracias al entusiasmo y compromiso de David Raby, Profesor Emérito retirado de Historia Latinoamericana a quien el México de nuestros días ha dado nuevos bríos. Como lo comenta David, el movimiento de solidaridad con América Latina es relativamente fuerte en el Reino Unido, pero hasta ahora poco se ha hecho hacia México. Como historiador con mucho trabajo en México, considera que la Cuarta Transformación es no solo importante para México sino para América Latina y el mundo, y atribuye la falta de conciencia que se tiene en gran medida a la pobre cobertura por parte de los medios británicos. De ahí que se dedica a ejercer el ‘periodismo solidario’, como lo denominó en su intervención en la conferencia matutina de AMLO el pasado 17 de mayo.
Por mi parte, encuentro en cada una de las personas referidas mucha claridad sobre el momento histórico de México y lo que este significa para la lucha por la justicia en el mundo, pero no solo eso, también una enorme sensibilidad y mucha sabiduría. Invito a los lectores a seguirle la pista a ambas iniciativas, Mexico Solidarity Project y Mexico Solidarity Forum, y a recomendarlas a familiares o amigos de habla inglesa deseosos de entender mejor lo que ocurre en México y lo que está en juego con la Cuarta Transformación. Ojalá su labor también inspire a quienes en México consideran el reconocimiento y respeto hacia los distintos procesos sociales —fuera o dentro de los espacios político-electorales— como algo indispensable para la transformación profunda del país.
Profesor de ecología política en University College London. Estudia la producción de la (in)justicia ambiental en América Latina. Cofundador y director de Albora: Geografía de la Esperanza en México.
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