Movilizaciones contra los feminicidios y la violencia hacia las mujeres se sumaron a las demandas por el derecho a la salud en la Ciudad de México y área metropolitana
Texto: Vania Pigeonutt y María Ruiz
Fotos: María Ruíz
Las jornadas de movilizaciones y protestas para exigir justicia por los feminicidios en el país y que éstos sean vistos como un asunto de emergencia nacional continuaron este viernes en diferentes puntos de la ciudad y del Estado de México. Se sumaron las exigencias por el derecho a la salud de pacientes con cáncer y VIH.
Estas movilizaciones ocurren en un momento en que analistas han considerado las manifestaciones feministas como la primera crisis social del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con una campaña mediática en contra, y mientras los partidos políticos intentan apropiarse del paro de mujeres convocado para el 9 de marzo.
Colectivas feministas se manifestaron en las estaciones Taxqueña, Bellas Artes e Indios Verdes del Metro. En el Estado de México, protestaron en San Cristóbal Ecatepec, a la altura de la llamada garita de la caseta de la autopista México- Pachuca.
A sólo unos días del feminicidio de Ingrid Escamilla presuntamente por su cónyuge y de Fátima Cecilia Aldrighett Antón, a manos de una pareja que ya fue detenida, las mujeres gritaron: “¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!”.
Desde las 7:00 horas, mujeres con el rostro cubierto dieron paso libre en el Metro Tasqueña. La exigencia principal fue justicia por los feminicidios. Llevaron pancartas con nombres de mujeres asesinadas, cuyos crímenes prevalecen en la impunidad: Fátima Cecilia, Ingrid Escamilla, Marissa, Diana, Laura, Marichuy.
El miércoles pasado, durante otra jornada de exigencias, mujeres de la colectiva Crianza Feminista realizaron un memorial en la antimonumenta, un símbolo de la lucha feminista ubicado frente a Bellas Artes. Las mujeres colocaron flores con el nombre de Fátima, cantaron, bordaron rostros de la niña de siete años asesinada y exigieron alto a los feminicidios. Este viernes realizaron otra faena de bordados contra la impunidad.
Estas protestas responden a un llamado general de activistas de varias colectivas, como Feministas del mar a “Un día sin mujeres», un paro nacional para exigir el 9 de marzo alto a la violencia feminicida en México, para que el presidente López Obrador asuma el tema como prioritario en la agenda del país y para visibilizar la importancia de las mujeres en las tareas cotidianas.
La etiqueta propuesta en redes sociales para esta protesta es #UnDíaSinMujeres. La idea es que no sólo dejen de trabajar las mujeres, sino que niñas y mujeres no compren nada, no asistan a la escuela, no usen redes sociales y, en algunos casos, proponen, no salir de casa.
Durante las jornadas de este viernes, las mujeres repartieron volantes pidiendo a la gente sumarse a este paro nacional y a los hombres a las labores que normalmente delegan a las mujeres, como los cuidados domésticos, de los hijos, de la organización de la casa.
Mujeres con pañuelos verdes bloquearon unos minutos la avenida Juárez y el Eje Central Lázaro Cárdenas, con pancartas que decían: “No pertenezco a ningún pedorro partido político”, “Ni una menos”, “Hoy no están todas nuestras voces juntas, porque desde la tumba no se puede gritar”, “Lucha hoy, para no morir mañana”.
Gritaban: “¡Ximena no ha muerto, Ximena somos todas; Ingrid no ha muerto, Ingrid somos todas; Marissa no ha muerto, Marissa somos todas!”, mientras otro grupo de mujeres homenajeaba a las víctimas en la antimonumenta.
La policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana estuvo presente en todas las movilizaciones.
La agencia de noticias especializada en periodismo con perspectiva de género (CIMAC) reportó protestas en el Estado de México: “En la periferia pensamos que Alfredo del Mazo (el gobernador) está totalmente ausente. El Edomex está olvidado”.
Las mujeres dijeron a CIMAC que protestaban en la caseta porque eso lo pagan con sus impuestos que no reparan en su seguridad. Se quejaron porque han sido revictimizadas e ignoradas, además de que su Alerta contra la Violencia de Género es inoperante.
“Porque vivas, vivas estamos, vivas nos queremos”, fue una consigna repetida durante las manifestaciones.
Este viernes las movilizaciones por los derechos a la salud y a la vida pararon la Ciudad de México. Por la mañana un grupo de mujeres de Ecatepec tomaron la caseta México-Pachuca. Más tarde un grupo de mujeres se manifestó frente a Palacio Municipal para pedir que no le quiten el subsidio económico a la organización civil Fundación contra el Cáncer de Mama (Fucam). La organización les ha apoyado en su lucha contra la enfermedad. En otro punto de la ciudad, frente al edificio del IMSS, un grupo de personas se manifestó contra el desabasto de tratamientos para el VIH.
Esta semana Fucam anunció que dejará de dar servicio gratuito a pacientes del Seguro Popular, tras la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi). Las autoridades acordaron que únicamente atenderían de forma gratuita a pacientes que iniciaron su tratamiento antes del 31 de diciembre del 2019.
Un grupo de mujeres asistió a protestar a Palacio Nacional y a las oficinas del Gobierno de la Ciudad de México del Antiguo Palacio de Ayuntamiento.
“Yo estoy en un caso en el que estoy en tratamiento y me lo cortaron. A mí ya no me dieron vacunas, no me están haciendo mis estudios. También tengo una metástasis en huesos y no me están haciendo un rastreo óseo, ni lo de la vacuna. Yo soy paciente del año pasado, tengo vigencia en el seguro popular hasta 2022, en teoría me deberían estar atendiendo”, cuenta Verónica Melgoza.
Yahvé Hirata narra que cuando acudió a Cancerología le pidieron que esperara 20 días para su primera consulta. Le contó un amigo que le recomendó Fucam:
“Cuando yo el cuento a mi amigo me dice: ‘¿Qué haces aquí? Pues el cáncer corre. El cáncer es muerte’. Me dice: ‘Vete a Fucam, ahí trataron a mi mamá y de una manera excelente’. Le digo ‘Voy a ir mañana’ y me dice: ‘No, el cáncer corre. Ve ahorita’. En ese momento mi marido y yo nos fuimos a Fucam. Me dieron consulta ese día y me pasaron con la trabajadora social. Me dieron cita al otro día y ese mismo día me dieron la biopsia. A los ocho días me dieron el resultado y a los 20 días estaba recibiendo mi primer quimioterapia”.
La señora Hirata cuenta que en Fucam no sólo les dan el tratamiento, también tienen clases de yoga, de bisutería, de cocina e incluso rifan viajes, entradas a conciertos, al teatro y cenas en restaurantes.
-¿Cómo les está afectando?, se le pregunta.
-Nos está afectando mucho, hay compañeras que desde ayer no sirvieron sus tratamientos- contesta Yahvé Hirata y la interrumpe su amiga Estela Pérez:
“Yo tengo quimio cada ocho días y ya ayer no me la dieron. Me cuesta cinco mil quinientos mínimo una quimio. Imagínate, a mí me la ponen cada quince días. Mi tratamiento va para largo y entonces no sé qué va a pasar. Así como nos enseñaron a ser pacientes en Fucam esperamos esto se solucione y que sea para bien”.
Fucam entregó un pliego petitorio tanto en Palacio Nacional como en El Antiguo Palacio de Ayuntamiento: “No podemos esperar un trámite burocrático para recibir nuestra atención, luchamos todos los días con nuestra pobreza, abandono social y contra la enfermedad, es inadmisible que de un día a otro no haya quimios para nuestro tratamiento. Le solicitamos como jefe de Estado remedie nuestra situación” y terminan la carta con la petición de que se asignen recursos a Fucam para que siga operando de forma gratuita.
En otra parte de la ciudad, frente al edificio del IMSS sobre Avenida Reforma, activistas por los derechos de personas con VIH pintaron y rompieron los vidrios del edificio. Llevan varios meses pidiendo que se solucione el problema del desabasto del tratamiento de VIH.
Alaín Pinzón, activista, denuncia que los esquemas de tratamiento están incompletos. Aunque no tienen registradas muertes por desabasto, advierte, sí tienen casos en donde se pone en riesgo las vidas de las personas.
“No lo podemos interrumpir, tomarlo un día sí, un día no, un mes no y estar a expensas de que el cuadro básico ni siquiera lo tienen, lo de primera línea. Siguen dando medicamentos obsoletos, medicamentos que ni siquiera están en su guía 2019 de medicamentos antirretrovirales”.
El activista acusa falta de capacidad de gestión dle IMSS.
“En muchas ocasiones falta uno, como es el caso de Truvada que faltó muchísimo, pero también hay otro que no hay por las malas gestiones del IMSS. No sabemos qué le están haciendo al medicamento, por qué los de abasto no están haciendo su trabajo, por qué no están dando de alta las claves. No están abasteciendo los almacenes”.
Pinzón denuncia que los medicamentos que llegan a faltar son Stribild, Triumeq, Truvada. Dice que le han llegado quejas de que el nuevo esquema está incompleto.
Alaín Pinzón dice que al Instituto no le interesan sus derechohabientes. Ante el comunicado que emitieron las autoridades de que respetarían la protesta:
“Si les interesa no habrian dicho que estábamos mintiendo. Y entonces todos los casos que hemos presentado no existen y como no existimos, si no nos quieren ver, los vamos a obligar a que nos vean. Más que respetar nuestra manifestación, tiene que respetar las vidas de sus derechohabientes, resolver lo del desabasto. No hay prevención, no hay insumos, si ellos respetan tanto está protesta , que respeten a sus derechohabientes”
La protesta se movió al cruce de Reforma e Insurgentes donde dieron un comunicado final:
“El mensaje es si para el día lunes al mediodía no tenemos una respuesta, una llamada, una comunicación directa con Olga Sánchez Cordero o Zoe Robledo, convocamos el día martes a manifestarnos nuevamente en las instalaciones del IMSS. Necesitamos que nos digan qué es lo que van a hacer con el pliego petitorio. Siete puntos básicos y ellos tienen que contestar ese día, si no hay respuesta, salimos a las calles”.Su pliego petitiorio incluye siete puntos, que incluyen mesas de trabajo entre organizaciones de la sociedad civil y delegados estatales del IMSS.
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