Un tercio de las personas jóvenes de la disidencia sexual en México ha pensado en el suicidio. El rechazo y los estigmas sociales crean un escenario peligroso en el que la escucha y la validación podrían ser herramientas importantes para evitarlo. Desde The Trevor Project, una organización civil, idearon una guía para ayudar a prevenir este tipo de muertes
Texto: Arturo Contreras Camero
DeFoto: Gabriela Pérez Montiel / Archivo Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO.- Cuando Reyna salió del clóset, empezó a cargar con las ofensas, con los gritos, a cargar con ese estigma. Entonces, conoció a Flor, una amiga trans, con quien pudo compartir esa carga. El mundo fue demasiado cruel para Flor y murió de forma trágica a las pocas semanas de que se conocieron. Desde entonces, Reyna se ha dedicado a ayudar a lidiar con esa carga mortal, de prejuicios y exclusión, a otras personas en los momentos más críticos
Reyna, quien ha sido activista y defensora de los derechos de la comunidad LGBTQ+ trabaja en Trevor Project, una organización civil que desde hace 25 años se dedica a prevenir suicidios a través de una línea y de un chat de ayuda.
En México viven cerca de 5 millones de personas de la diversidad sexual, de ellos 1.4 millones han pensado en el suicidio y la cifra solo aumenta si se enfoca en poblaciones jóvenes, de entre 15 y 29 años. No hablar al respecto propaga el desconocimiento y el tabú que hay en torno al tema.
Reyna fue voluntaria de organizaciones que se acercaba a trabajadoras sexuales para ofrecer la prueba del VIH de forma gratuita, también daba acompañamiento a otras mujeres en caso de requerir más atención médica. En el proceso la compañía iba más allá de la ayuda para trámites, en medio iba también la persona.
Reyna es una persona no binaria y desde que tiene memoria ha sido víctima de la discrimianción por tenar una identidad que muchos creen no existe. Niño rosa, niño sin violencia, la rara son de los insultos más tempranos que recuerda. El estigma le acompaño hasta el trabajo. Estudiante de contaduría, el mercado laboral correspondiente a su formación le proveyó de un panorama estricto con la fluidez de género que atraviesa su persona.
“Siempre tuve probelmas en muchas empresas, en todas era el problema con mi vestimenta, con mi manera de hablar que no iba acordé a los hombres, un día llegué con falda y se armó un merequetengue”, cuenta en entrevista sobre uno de los trabajos que tuvo.
El día de la entrevista Reyna usó una sudadera afelpada, bicolor negra-café, y unos lentes traídos de la ciencia ficción. En las manos un par de guantes sin la parte de los deditos, con huellas de mamífero en las palmas, uno café y otro negro; muy kawai.
Cuando Reyna se enteró de que Trevor llegaba a México, su corazón dio un vuelco. “Yo quiero estar ahí, yo quiero trabajar ahí”, pensó de inmediato. “Es que yo los amaba, los conocía de redes sociales, los conozía desde hace 10 años. La organización para mí había sido un gran cambio, cuando llegaron a México, empecé a mandar correos por todos lados.
El trabajo de Trevor Project se enfoca en proveer un chat de ayuda en caso de emergencia y también en crear documentos de incidencia pública, como el manual contra el suicidio, una guía amplia para personas que enfrentan esta posibilidad o para quienes conocen a alguien en esa situación y quieren ayudarle.
Reyna empezó como una de las personas al otro lado de la línea o el chat de ayuda de Trevor, ahora es una de las personas que supervisa a quienes chatean con otras personas en crisis. Para ello echan mano de un manual, disponible en línea.
“No es una manual con los pasos uno, dos, tres”, explica en entrevista Edu Balmori, directora de The Trevor Project México. “La guía de herramientas e información pero no te da el un, dos, tres que si lo sigues te va a garantizar que no pase. No va por ahí, es una guía para entender más sobre el tema y tener ideas de cómo enfrentarlo y conseguir ayuda profesional”.
El suicidio, retoma Edu de las cifras del INEGI, es una de las primeras causas de muerte entre personas de 15 a 29 años y más aún entre la población LGBTQ+. Por si fuera poco, a nivel continental México es el segudo país donde se vive más discriminación a las personas de la comunidad después de Brasil, seguido por Estados Unidos.
“Se nos ha enseñado durante años que no debemos hablar de nuestros sentimientos, que es signo de debilidad y que uno tiene que ser fuerte y aguantarse los madrazos de la vida. En The Trevor Project queremos romper ese mito, porque hablar de los sentimientos es una gran pauta para poder evitar muertes, para que esa persona que está aislada que necesita alguien que le escuche se sienta atendida”.
Según reconocen dede la guía de The Trevor Project, la falta de apoyo en el círculo familiar u otros entornos como la escuela, puede llevar a las juventudes a reprimirse, a sentir la necesidad de ocultar quiénes son y adoptar una fala identidad de género (heterosexuales o cisgénero) para pretender que llevan una vida como la que se espera de ellas, lo que puede causar graves daños emocionales.
Además de esta guía The Trevor Project ofrece dos líneas de ayuda, un chat en su página de internet y un chat en WhatsApp en el que se ofrece atención inmediata para las personas que lo necesiten. Cuando una perosna manda un mensaje, primero se le hacen dos preguntas para que quien lo entiende, una consejera entrenada. pueda tener más información sobre el caso.
El equipo de consejeros y consejeras están capacitados para medir el riesgo de suicidio y tienen herramientas para desescalar una crisis que pueda llevar al suicidio. No se trata de una terapia ni de un servicio continuo, explica Balmori, pero sí se abre un expediente clínico de cada persona que se contacta para poder canalizar con la atención que necesita.
The Trevor Project empezó a operar en Estados Unidos en 1998, pero sus orígenes se remontan a cuatro años antes, cuando sus fundadores, Celeste Lecesne, Peggy Rajski y Randy Stone crearon el cortometraje Trevor, premiado con un Oscar, que cuenta la historia de un adolescente de 13 años que sufre discriminación y rechazo.
La línea de ayuda de Trevor se estrenó en el show de Ellen Degeneres, conductora de televisión estadunidense icónica para la comunidad LGBTQ+ y durante esa primera noche recibió más de mil llamadas. La organización llegó a México a finales de julio de este año y basa sus operaciones en dos pilares.
Uno es la intervención y atención durante momentos de crisis y el otro es la prevención, que se basa en incidencia en la promoción de políticas públicas y en la investigación a través de encuestas.
Según la guía de prevención, la validación y el apoyo familiar forman dos de las más grandes factores de protección ante el suicidiuo. Tener una familia donde se alienta a hablar de nuestras emociones, donde se validan todas las formas de expresar el género, se permite que las infancias jueguen y se vistan como quieran, puede hacer la diferencia.
Para Reyna, cada caso, es como el caso de su amiga Flor y gracias a Trevor encontró un lugar en donde puede ser la persona que quiere y en desde el que ayuda a otras a reclamar su lugar en un mundo que puede ser muy hostil.
Sobre las señales de alerta, la guía señala que lo más importante es conocer a la persona que se quiere ayudar para poder identificar cambios en su comportamiento. Un malestar prolongado puede llevar a pensar en el suicidio como una vía de salida dal dolor, a la violencia o al rechazo.
Entre las señales de alerta se encuentra el aislamiento, en casa o en la escuela; el consumo irresponsable de sustancias, bromas sobre una muerte cercana, actitudes que les pongan en riesgo, el descuido de la imagen personal y las autolesiones.
El suicidio, retoma Edu de las cifras del INEGI, es una de las primeras causas de muerte entre personas de 15 a 29 años y más aún entre la población LGBTQ+. Por si fuera poco, a nivel continental México es el segundo país donde se vive más discriminación a las personas de la comunidad después de Brasil, seguido por Estados Unidos.
“Se nos ha enseñado durante años que no debemos hablar de nuestros sentimientos, que es signo de debilidad y que uno tiene que ser fuerte y aguantarse los madrazos de la vida. En The Trevor Project queremos romper ese mito, porque hablar de los sentimientos es una gran pauta para poder evitar muertes, para que esa persona que está aislada que necesita alguien que le escuche se sienta atendida”.
Según la guía de The Trevor Project, la falta de apoyo en el círculo familiar u otros entornos como la escuela, puede llevar a las juventudes a reprimirse, a sentir la necesidad de ocultar quiénes son y adoptar una falta identidad de género (heterosexuales o cisgénero) para pretender que llevan una vida como la que se espera de ellas, lo que puede causar graves daños emocionales.
Además de esta guía The Trevor Project ofrece dos líneas de ayuda, un chat en su página de internet y un chat en WhatsApp en el que se ofrece atención inmediata para las personas que lo necesiten. Cuando una persona manda un mensaje, primero se le hacen dos preguntas para que quien lo entiende, una consejera entrenada. pueda tener más información sobre el caso.
El equipo de consejeros y consejeras están capacitados para medir el riesgo de suicidio y tienen herramientas para desescalar una crisis que pueda llevar al suicidio. No se trata de una terapia ni de un servicio continuo, explica Balmori, pero sí se abre un expediente clínico de cada persona que se contacta para poder canalizarla a la atención que necesita.
The Trevor Project empezó a operar en Estados Unidos en 1998, pero sus orígenes se remontan a cuatro años antes, cuando sus fundadores, Celeste Lecesne, Peggy Rajski y Randy Stone crearon el cortometraje Trevor, premiado con un Oscar, que cuenta la historia de un adolescente de 13 años que sufre discriminación y rechazo.
La línea de ayuda de Trevor se estrenó en el show de Ellen Degeneres, conductora de televisión estadunidense icónica para la comunidad LGBTQ+ y durante esa primera noche recibió más de mil llamadas. La organización llegó a México a finales de julio de este año y basa sus operaciones en dos pilares.
Uno es la intervención y atención durante momentos de crisis y el otro es la prevención, que se basa en incidencia en la promoción de políticas públicas y en la investigación a través de encuestas.
Según la guía de prevención, la validación y el apoyo familiar forman dos de las más grandes factores de protección ante el suicidio. Tener una familia donde se alienta a hablar de nuestras emociones, donde se validan todas las formas de expresar el género, se permite que las infancias jueguen y se vistan como quieran, puede hacer la diferencia.
Sobre las señales de alerta, la guía señala que lo más importante es conocer a la persona que se quiere ayudar para poder identificar cambios en su comportamiento. Un malestar prolongado puede llevar a pensar en el suicidio como una vía de salida al dolor, a la violencia o al rechazo.
Entre las señales de alerta se encuentra el aislamiento, en casa o en la escuela; el consumo irresponsable de sustancias, bromas sobre una muerte cercana, actitudes que les pongan en riesgo, el descuido de la imagen personal y las autolesiones.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona