2 mayo, 2022
Irapuato está sumida en la violencia y la inseguridad, pero el Estado de derecho solo se hace valer contra mujeres que protestan: la alcaldesa Lorena Alfaro asume discurso autoritario en respuesta a reclamos de colectivas feministas
Por POPLab
Con Información de Edith Domínguez
IRAPUATO, GUANAJUATO.- La inseguridad que prevalece en Irapuato se ha convertido en un polvorín para el gobierno panista que encabeza Lorena Alfaro García. Tan solo en la última semana han sido asesinadas 10 personas, entre las víctimas se encuentran Ángel Yael, estudiante de la Universidad de Guanajuato, y Roberto Hernández, comandante de la policía municipal, corporación que este domingo protagonizó la represión a cientos de mujeres que se reunieron para exigir justicia por las desaparecidas y por las víctimas de feminicidio en el municipio.
A pesar de la crisis de violencia de los últimos días, la presidenta municipal, Lorena Alfaro, no interrumpió su viaje de cuatro días por Colombia para participar en un encuentro de turismo social, como parte de la estrategia que anunció para convertir a Irapuato en un destino turístico.
Tras el asesinato de Ángel Yael, la comunidad universitaria se unió para exigir justicia y mayor seguridad. El jueves marcharon por las calles de Irapuato hasta llegar a la presidencia municipal, donde encontraron las puertas cerradas, y fue hasta la tarde del domingo, es decir, cuatro días después del homicidio del joven estudiante de agronomía, que la alcaldesa Lorena Alfaro apareció públicamente para responder cuestionamientos de la prensa.
Solo unas horas después de la presentación en público de la alcaldesa, se registró la represión con la que respondió la policía municipal a una protesta feminista. Alfaro apareció en la presidencia municipal dos horas después de la manifestación que había terminado en detenciones documentadas en videos, pero que familiares y el resto de las integrantes de las colectivas no sabían con exactitud dónde estaban las mujeres que fueron aprehendidas por la policía.
Fue poco antes de la medianoche cuando Julio Borja, director de Proximidad Social de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Irapuato, reveló ante decenas de madres y padres de familia que aguardaban afuera del Cereso que habían sido detenidas 28 mujeres, incluidas cinco menores de edad, y un hombre que intentaba frenar la detención de su novia.
Hasta la mañana de este lunes, 15 horas después de la detención, las familias seguían afuera del Cereso a la espera de sus hijas, algunas madres muy temprano fueron por comida para las detenidas.
El padre de Citlali, joven de 19 años detenida la tarde del domingo, narró que su hija pasaba por el centro de Irapuato después de ir a cobrar su sueldo semanal, cuando vio la represión y comenzó a grabar la actuación de las policías y es el momento en que es detenida. «A ella la agredieron, la esposaron y la remitieron».
La falta de información sobre la situación legal de las mujeres detenidas propició que abogados particulares se acercaran desde la noche del domingo a las familias que esperaban noticias afuera del Cereso para ofrecer sus servicios. Pedían hasta 50 mil pesos por la defensa para que no se les imputara a las detenidas el delito de terrorismo.
Frente los hechos violentos que todos los días se registran en Irapuato, incluyendo homicidios y desapariciones de personas, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Irapuato ha tenido dos titulares en cinco meses: en octubre de 2021, con el arranque de la administración, Lorena Alfaro presentó a Miguel Ángel Simental como secretario de Seguridad, quien recién dejaba el mismo cargo pero en Celaya. A finales de marzo se concretó la renuncia del ex coordinador de la Policía Federal en Guanajuato y Alfaro nombró en su lugar a Víctor Armas Zagoya.
Desde inicios de la semana pasada colectivas de Irapuato convocaron a una protesta a través de redes sociales, a la que se sumaron familiares de colectivos de búsqueda y de mujeres que han sido asesinadas. 107 elementos de policías y de tránsito, según datos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, se replegaron en las inmediaciones de la presidencia municipal portando un brazalete morado que decía «vivo segura».
Al llegar a las puertas de presidencia municipal, que se encontraban cerradas, las manifestantes pegaron las fotografías de desaparecidas, cartulinas con mensajes de protesta y veladoras, luego comenzaron a pintar sus manos para plasmarlas en los muros, quemaron cartulinas, rompieron vidrios, mientras policías permanecían como espectadoras.
Cuando las mujeres comenzaron a dispersarse, testigos escucharon la orden que gritó una de las policías: ¡Deténganlas! Mujeres de la policía municipal de Irapuato corrieron en estampida para aprehender a toda mujer que se encontraba a su paso. Una de las primeras en ser agredida fue Fernanda, reportera del Sol de Irapuato, quien documentaba lo que parecía ser el final de la manifestación, cuando se ve cómo corren las policías a detener a las mujeres que seguían entonando algunas consignas.
«Soy prensa, soy prensa, soy prensa», gritó Fernanda mientras el video en vivo que compartía en la página del Sol de Irapuato mostraba imágenes de las detenciones. Luego, narró «me ahorcaron, me acaban de poner la mano en el cuello, escuché a una de ellas decir que me golpearan, yo estoy realizando la cobertura y algunas elementos por aquí me agredieron. Me ahorcaron, me empujaron y me golpearon por la espalda».
El pañuelo morado, símbolo del movimiento feminista, en uno de los brazos de las policías no impidieron los golpes y jaloneos a las manifestantes que se resistían a la detención.
«No me puedes tocar, soy menor de edad, soy menor de edad», gritó una joven rodeada por al menos cinco policías que la jalonearon en una escena que siguió a la agresión de la reportera.
La colectiva «Irapuato Feminista» comenzó a circular videos que hacían llegar algunas de las participantes en la marcha. En los múltiples videos que se difundieron por redes sociales se ve cómo eran sometidas las manifestantes por elementos mujeres de la policía municipal.
En uno de los videos se ve cómo una joven increpa a un grupo de policías que tenían sometida a una mujer en el piso. Cuando les dice: «así hubieran agarrado al asesino de Ángel», dos de ellas la persiguen, una la jala tomándola con una mano del cuello y con la otra del cabello, mientras su compañera le dobla la mano derecha. Al fondo sus compañeras gritan «¡Valeria, Valeria!».
Apenas el jueves, unas horas después del homicidio de Ángel Yael a manos de la Guardia Nacional, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo apostaba por las policías municipales como estrategia para evitar violaciones graves a derechos humanos con la presencia de las fuerzas armadas en las calles.
Luego de la represión, en redes sociales, perfiles de dos mujeres identificadas como integrantes de la policía municipal de Irapuato presumieron con corazones azules los videos donde se documentaron los golpes a las manifestantes y los acompañaron con frases como: «y eso fue poco, merecían más».
El secretario de Seguridad Ciudadana, Víctor Armas, aseguró que se respetaron los derechos humanos de las detenidas por las 107 policías mujeres que participaron en el operativo. Además, sostuvo que 11 elementos resultaron heridas, tres de ellas de gravedad y entre los daños que dejaron las manifestantes está una «pérdida cuantiosa de archivos» que estaban en la presidencia municipal.
En medio de la falta de información sobre las mujeres arrestadas, activistas y colectivas feministas de Guanajuato comenzaron a difundir listados con los nombres de las participantes que no eran localizadas o que pudieron documentar el momento de la aprehensión, al tiempo que exigían a las autoridades de Irapuato la liberación de las mismas.
El procurador de Derechos Humanos, Vicente Esqueda Méndez, dio a conocer que se inició una queja de oficio con el número 450/22-B, vía su cuenta de Twitter.
La presidenta municipal, Lorena Alfaro García, mencionó que tenían conocimiento de la queja que inició Derechos Humanos, pero dijo, ya preparan las pruebas para exponer los daños materiales.
«Nosotros estamos la integración correspondiente de los expedientes por las actuaciones y acciones de vandalismo que se realizaron el día de hoy, estaremos actuando en consecuencia con toda firmeza, con toda valentía, con toda determinación en Irapuato no permitiremos la violencia, en Irapuato la Ley se respeta», enfatizó en un video difundido en redes sociales.
El comisionado de Víctimas en Guanajuato, Sergio Jaime Rochín del Rincón, también dio a conocer que brindarían apoyo a quienes lo necesitaran.
Manifestantes señalaron que algunas fueron recluidas al interior de la presidencia municipal, otras fueron trasladadas al Cereso, pero aunque circulaban nombres de algunas detenidas, no se tenía la certeza de cuántas y quiénes estaban bajo resguardo de la policía municipal.
Mientras integrantes de colectivas y familiares comenzaron a trasladarse al Cereso a la espera de información, Lorena Alfaro llegó a la presidencia municipal, y sin detenerse ante la prensa, ingresó al edificio al que también se convocó a integrantes del ayuntamiento para que vieran los daños al inmueble.
Hasta cerca de la medianoche, más de cuatro horas después de la represión, las autoridades municipales dieron a conocer los nombres de las mujeres detenidas, incluidas cinco menores de edad, además de un hombre.
El director de Proximidad Social, Julio Borja, salió poco después de las 23:30 horas con una lista de las detenidas y sus edades para informar a las personas que se dieron cita afuera del Cereso en busca de información sobre sus familiares y amigas.
«Derivado de los acontecimientos por oficio el Ministerio Público agarra el caso, el juez cívico está haciendo los papeleos, ellas se encuentran muy bien… ahorita no vamos a buscar culpables, el Ministerio Público es el que va a estar determinando, les pido paciencia», dijo Borja a las familias.
Luego, el funcionario municipal garantizó a las familias que las detenidas podrían salir libres en las próximas horas solo cumpliendo con jornadas de servicio social.
«¿Qué es lo más grave que pueda pasar? Hacer servicio social, pero estén tranquilos», sostuvo ante las decenas de familiares que esperaban noticias afuera del Cereso.
Lorena Alfaro, la presidenta municipal que el 9 de marzo se declaró aliada de las mujeres que un día antes salieron a marchar por las calles de Irapuato, este 1 de mayo terminó por criminalizar las pintas, las quejas y los vidrios rotos de la fachada de sus oficinas en el centro de la ciudad de uno de los municipios más violentos del estado.
«Ayer, se escuchaba al unísono ‘Lorena, escucha, esta es tu lucha’ y lo es, ¡Cuenten conmigo!… Porque lo que le pasa a una, nos pasa a todas»,escribió un día después de las movilizaciones con motivo de la conmemoración del 8 de marzo.
No han pasado ni dos meses de ese compromiso que hizo Lorena Alfaro García en redes sociales, aunque ahora advirtió que «mi gobierno no tolerará, bajo ninguna circunstancia, hechos de violencia, acto que atente contra terceros, incluso contra la integridad de las propias manifestantes. En eso no hay negociación».
En un mensaje vía redes sociales cerca de las 23:30 horas, la alcaldesa aseguró que en Irapuato «la violencia no es un privilegio de nadie», y quien violente la Ley tendrá que asumir las consecuencias
«En Irapuato decimos no, no a la violencia, no al radicalismo, no a la polarización, no a la ilegalidad, no al silencio, no a la confrontación, no a la indiferencia, no a la impunidad… Ahí están las evidencias de los lastimosos hechos que vivimos el día de hoy, resultado de esta manifestación que en principio se decía manifestación pacífica y que ha lastimado a los irapuatenses, a la sociedad en general».
Luego, dio la palabra al secretario de Seguridad Ciudadana, Víctor Armas, señaló a dos colectivas feministas de ocasionar daños en el edificio de la presidencia municipal, además de 11 policías lesionadas. El funcionario sostuvo que las policías cuentan con capacitación para la actuación con perspectiva de género, prueba de ello, sería que portaban un pañuelo morado.
El zacatecano Víctor Carlos Armas Zagoya, nombrado a finales de marzo de 2022 titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, llegó a Irapuato invitado por Lorena Alfaro García como su coordinador de campaña. Político, restaurantero y periodista, han sido algunos de los giros profesionales del ahora secretario.
Ha pasado por lo menos por cuatro partidos políticos: PRD, PT, PVEM y PRI.
Como operador político del perredista Antonio Mejía Haro, Armas perdió la elección de gobernador en 2010 frente al priista Miguel Alonso, en la que fue calificada como una debacle con la cual concluyeron 12 años de hegemonía de la izquierda en Zacatecas.
Sobrevivió en la política de su estado al ser protegido por el dirigente del PVEM, su paisano Carlos Puente Salas. La hazaña que consumó allí fue la de generar un clima interno que concluyó en la renuncia de 18 dirigentes municipales de ese partido para afiliarse al PRD en las campañas de 2016, lo que casi desaparece al partido en la entidad.
La situación volvió a ser superada por Víctor Armas quien logró colarse al equipo del nuevo gobernador, el priista Alejandro Tello Cristerna, como secretario de agua y medio ambiente.
No duró mucho en el cargo. En febrero de 2018 presentó su renuncia para buscar una diputación local que primero fue por el Verde y después por el PRI, lo que tampoco le valió pues fue derrotado en la elección por la ola morenista.
Sin embargo, sobrevivió de nueva cuenta, ahora editando un medio de comunicación que tiene pleno apoyo financiero del gobernador Tello: Ecodiario.
Tras la renuncia de Miguel Ángel Simental, la panista nombró a su coordinador secretario de Seguridad Ciudadana.
*Esta nota fue realizada por POPLAB, integrante de la alianza de medios de la Red de Periodistas de A Pie. Aquí puedes leer la original.
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