Al menos una persona perdió la vida con el sismo de magnitud 7.1 que sacudió a una decena de entidades del sur y centro del territorio mexicano. La víctima murió tras la caída de un poste en Coyuca de Benítez, Guerrero. Se reportaron también caída de bardas, derrumbes en algunas carreteras de Guerrero y fallas eléctricas
Texto: Marlén Castro, Jesús Guerrero y Vania Pigeonutt /Amapola Periodismo* y Redacción Pie de Página
Foto: AFP
CIUDAD DE MÉXICO / GUERRERO.- Una persona perdió la vida luego de la caída de un poste en Coyuca de Benítez, Guerrero, luego del sismo de magnitud 7.1 ocurrido la noche de este martes. Las autoridades de esa entidad, donde fue el epicentro del sismo, reportaron también cortes de energía eléctrica, fallas en el servicio telefónico y cuadros de crisis nerviosa.
El sismo sacudió al menos 11 entidades del sur y centro del territorio mexicano, con epicentro en Acapulco. Hasta las diez de la noche, Protección Civil Nacional reportó más de 70 réplicas tras el sismo que ocurrió a las 20:47 horas.
La dependencia descartó riesgo de un tsunami, en las costas de Guerrero, luego de una réplica ocurrida a las 21:18 horas:
“Con base en la información del #Sismo magnitud 5.2 registrado a 5 km al suroeste de #Acapulco, #Gro, a las 21:18 horas, el Centro de Alerta de Tsunamis #CAT de Secretaría de Marina (@Semar_mx), notifica que NO se espera la generación de un #tsunami.”
Antes de conocerse el fallecimiento de una persona en Coyuca, el presidente Andrés Manuel López Obrador, a través de un video, informó que la Secretaría de la Defensa Nacional reportó que no hay daños graves.
En Ciudad de México, una de las cabinas de la Línea 1 del Cableblús quedó suspendida por la falta de energía eléctrica. Pero el sevicio fue restablecido y las personas, rescatadas. La Secretaría de Gobierno informó que 130 colonias reportaron fallas eléctricas.
Desde la pesadilla de 1985, septiembre parece estar predestinado a las sacudidas.
Este septiembre volvió a ocurrir. A las ocho con 52 minutos de este martes comenzó la mecida. Ya era la segunda. Hubo un movimiento previo que fue leve, pero suficiente para recordar que era septiembre: el mes de la pesadilla.
El Servicio Sismológico Nacional emitió rápido su primer reporte. El movimiento fue de 4.7 en San Marcos. Ese punto de la geografía guerrerense, en la Costa Chica, es otra desazón. Ahí otros años ocurrieron desastres.
Algunos ni percibieron el primer movimiento. No pasó a mayores. Ese movimiento se registró a las siete de la noche con 55 minutos.
Una hora después, cuando comenzó el segundo pronto se escucharon llantos y los ruidos de cosas que se caían y se rompían. Inmediatamente se fue la luz y, con todo a oscuras, comenzó el caos.
La gente comenzó a salir de las viviendas de forma atropellada. Por lo menos a los que les respondieron las piernas pronto y el miedo no los atornilló a donde estaban sentados.
“Mi papi, mi papi”, clamó una niña de unos tres años en brazos de su madre que salía de una vecindad de la colonia Obrera, al poniente de Chilpancingo. Una segunda niña de unos cinco, la seguía. El padre no estaba con ellas al momento del temblor.
La gente salió a la calle aunque no fuera la mejor idea. Los cables de luz, de teléfono y de televisión se mecieron durante mucho rato más. La sacudida siguió. El poste que contenía esa maraña de cables se meció de forma peligrosa.
“Sigue temblando, aún sigue temblando”, se escuchaba en la oscuridad.
En la calle había llanto, había gritos de gente que llamaba a los que no salían o bajaban, si era casa de más de un piso. La sacudida seguía o quizá sólo era la sensación.
Los vecinos de la Obrera comenzaron a especular sobre la intensidad del movimiento. No había luz y no había forma de recibir las primeras noticias.
-Fue de cinco, -vaticinó un vecino.
-No, de casi cinco fue el de hace como una hora y se sintió poco. Este debe ser de más de seis grados, quizá hasta los siete, -contestó otro.
-No pudo ser de tanto, no estaríamos vivos, con todo lo que tardó, -sostuvo un tercero.
Un rato no hubo redes sociales. Como a las nueve de la noche con diez minutos la información empezó a fluir. El reporte preliminar del Servicio Sismológico Nacional que el movimiento había sido de 6.9 y a 14 kilómetros del sureste de Acapulco. De nuevo la costa. Si fue en la costa, casi seguro, seguía la alerta de tsunami.
Cuando actualizó su reperto, el SMN dijo que el movimiento fue de 7.1 grados.
A las diez de la noche, el ayuntamiento de Chilpancingo ya tenía algo de información recabada sobre los daños, principalmente las casas del Infonavit, una unidad habitacional al sureste de la ciudad que desde el temblor del 2017 Protección Civil señaló que debía desalojarse.
A las 10:30 comenzó la evacuación por el peligro de que las viviendas colapsaran sobre todo ante la posibilidad de réplicas. Elementos del Ejército Mexicano, de Protección Civil y Policía Ministerial llegaron a la zona para evacuar a 30 familias de tres edificios del Infonavit.
«Estuvo muy feo, salimos corriendo y ya afuera vinos como el edificio se caía», dijo Jesús Peláez, habitante de uno de los tres edificios.
Peláez señala que durante casi una hora se fue la luz y la gente más se aterrorizó.
Otro edificio con daños fue el edificio del Hospital General, ubicado al norte de la capital, en donde se atiende a enfermos de covid.
Otro edificio con daños fue Plaza Guerrero un edificio comercial en el centro de la ciudad. A las once elementos de Protección Civil comenzaron a acordonar ambos edificios.
La barda perimetral frontal de Casa Guerrero, la residencia oficial del mandatario estatal, se vino abajo.
En la clínica del IMSS, al terminar el temblor, algunos enfermos fueron sacados en camillas a las banquetas en la céntrica avenida Alemán.
La electricidad en Chilpancingo regresó alrededor de las diez cuarenta de la noche.
En Acapulco, Jorge Armando Cabañas, un vecino que habita entre La Quebrada y Caleta contó que la experiencia había sido terrible. También se fue la energía durante la sacudida y durante mucho rato no tuvieron forma de comunicarse con sus familias.
El secretario de Salud en el estado, Carlos de la Peña Pintos, confirmó que cinco pacientes- tres intubados por covid-19 y dos de otros padecimientos- fueron trasladados del hospital del ISSSTE de Acapulco al Hospital General de la zona rural El Quemado.
También, sin precisar cuántos pacientes, confirmó que “por precaución” desalojaron el hospital de Ciudad Renacimiento, de manera provisional, pero seguirá dando servicios de manera cotidiana.
En Chilpancingo, informó que en la clínica del ISSSTE un paciente fue trasladado al Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, mismo que tiene un área covid-19, la cual siguió funcionando de manera normal. No precisó en este caso el padecimiento del paciente.
Protección Civil informó que hasta las once treinta de la noche se habían registrado 77 réplicas, la más potente de 5.2 grados.
*Esta nota fue realizada por AMAPOLA PERIODISMO, integrante de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la original.
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