26 octubre, 2020
Andrés Manuel López Obrador visitó el fin de semana Coahuila y Tamaulipas, dos estados que han sido castigados por el crimen organizado y por la falta de soluciones para sus habitantes. La visita en Tamaulipas movilizó a cientos de manifestantes y aceleró el discurso presidencial
Texto y Fotos: Duilio Rodriguez
Coahuila y Tamaulipas recibieron este fin de semana a funcionarios del gabinete federal y al presidente Andrés Manuel López Obrador. En la gira presidencial en dos entidades con gobernadores de la oposición, el mandatario defendió la función de las empresas de energía del Estado, asistió a la Asamblea General del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ordenó un plan de rescate para el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y generó la movilización de seguidores y detractores que se congregaron en Nuevo Laredo pese a las recomendaciones sanitarias por la pandemia. Estas son tres estampas de la gira, que tuvo como prólogo la firma del acuerdo de negociación para el rescate de los cuerpos de los mineros de Pasta de Conchos,
En la carboeléctrica “José López Portillo” en Nava, Coahuila, el Presidente Andrés Manuel López Obrador habló del abandono deliberado de la industria energética en el pasado.
Con un discurso encendido, como los que solía dar en eventos públicos antes de la pandemia, cuando había multitudes frente a él, el mandatario habló de empresas como Repsol, que fueron beneficiadas por los gobiernos anteriores, concesionándoles la producción y venta de energía a precios muy elevados y que dejaron a un lado el desarrollo de las empresas estatales como la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
“La CFE producía toda la energía eléctrica que se consumía en México, sin embargo, con la política neoliberal, empezaron a engañar, a decir que si no se privatizaba la industria eléctrica nos íbamos a quedar sin luz”, dijo.
Puso como ejemplo el mismo complejo en el que se encontraba, donde solo funciona uno de los ocho generadores de energía, mientras los otros siete están parados porque las normas actuales lo prohíben.
También calificó de sofisma —argumento falso que se pretende hacer pasar como verdadero— la versión de que las plantas estatales son viejas y contaminan y que por eso hay que privilegiar la producción energías limpias como la solar, eólica o con gas, que en la actualidad están subsidiadas por la CFE con presupuesto público.
“A mí no me paga Repsol, a mí me pagan los mexicanos para servirles, y por eso tengo que defender el interés público, no el interés de particulares”, dijo con molestia.
A su lado escuchaban en el templete dispuesto para el evento el gobernador del estado de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, y el director de la CFE, Manuel Bartlet, quien momentos antes, en su turno al micrófono, había anunciado que se compra carbón a productores de la región con la finalidad de impulsar el desarrollo económico.
Este mismo sábado, durante la clausura de la 111 asamblea general del IMSS, el presidente aprovechó para inaugurar el hospital General en Ciudad Acuña.
Frente a representantes del sector obrero y patronal —participaron, por ejemplo, Carlos Slim Domit, de Grupo Carso, y Alejandro Valenzuela, de Banco Azteca— se refirió al esfuerzo que se ha hecho para hacer frente a la pandemia, a la apreciación del peso frente al dólar —de 25 pesos en abril a 21 pesos ahora— y a la recuperación de 164 mil empleos sólo en lo que va del mes de octubre.
El hospital de Ciudad Acuña, afirmó, «está completo», con tecnología, equipo y personal especializado que atiende inclusive desde antes a pacientes con covid. Esto, en referencia a los casi 300 hospitales que quedaron inconclusos en la administración anterior.
Más tarde, en la ciudad de Piedras Negras, inauguró un hospital del ISSSTE. Ahí, frente a Luis Antonio Ramírez Pineda, director general del instituto, el presidente reconoció que, de todos los servicios de salud en el país, el más olvidado y abandonado es el del ISSSTE, en donde no se ha avanzado debido a la crisis sanitaria y la reconversión de hospitales de distintas instituciones de salud, incluidas la Marina y el Ejército.
En su último día de gira por el noreste del país, el presidente visitó el avance de la obra del centro deportivo de la colonia Francisco Villa, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Al evento llegaron unas mil personas con diversas peticiones para el gobernador del estado, Francisco García Cabeza de Vaca, quien ha expresado abiertamente sus diferencias con el presidente. Entre gritos, los manifestantes trataban de ganar notoriedad.
Cuando vieron que se acercaba la camioneta del presidente, cientos de personas corrieron a ella y unos segundos había cerca de 500 personas rodeándola para intentar hablar con él o entregarle algún documento.
Eso provocó que López Obrador redujera su estancia en el lugar. En su discurso, que duró apenas unos minutos, dijo que existen diferencias con el gobernador Cabeza de Vaca, pero que seguirán las obras de mejoramiento urbano en la entidad.
Tamaulipas es un estado «tomado» por el crimen organizado desde hace más de una década. La guerra entre cárteles ha sido una de las más brutales de todo el país.
Por eso, desde Piedras Negras Coahuila hasta la entrada de Tamaulipas había retenes de la policía estatal y de la Marina vigilando el camino, así como unidades de policías especiales apostados en las veredas que convergen con la carretera.
Afuera del deportivo las personas decidieron esperar a que terminara el evento en un intento desesperado por acercarse y entregar sus peticiones. El personal de seguridad del presidente tuvo problemas para contener a las personas que, al ver al mandatario, buscaban acercarse a como dé lugar.
Entre las cientos de asistentes, había familiares de personas desaparecidas que con pancartas exigían atención por parte de las autoridades.
También llegaron personas del sector salud que piden no se congelen plazas por parte del gobierno estatal, 150 plazas congeladas que piden al presidente les ayude a conservar.
Patricia Martínez, enfermera del hospital general en Nuevo Laredo, llegó al deportivo tres horas antes, con la intención de hablar con el presidente. La mujer aseguró que todos los municipios del estado están olvidados: “Me jubilaba en abril y a pesar de que están muriendo muchos de mis compañeros de salud por covid, me quedé a apoyar”.
Editor y fotógrafo documental, retrato, multimedia y vídeo. Dos veces ganador del Premio Nacional de Fotografía Rostros de la Discriminación.
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