Tras autogolpe de Estado, miles piden destitución del presidente de Corea del Sur

4 diciembre, 2024

Después de un fugaz autogolpe de Estado, el presidente de Corea del Sur, Yoon Sur-yeol ahora enfrenta una crisis política en la que miles de ciudadanos tomaron las calles para exigir su destitución. ¿Qué alimenta el descontento? Aquí la historia

Texto: Luciana Oliver Barragán

Foto: Especial

CIUDAD DE MÉXICO. – A lo largo del miércoles 4 de diciembre, miles de surcoreanos salieron a las calles, convocados por la sociedad civil y los sindicatos, para exigir la renuncia del presidente Yoon Suk-yeol, tras su sorpresiva declaración de ley marcial. Las manifestaciones se extendieron por todo el país, en un ambiente de creciente descontento hacia un gobierno que enfrenta una crisis de legitimidad sin precedentes.

El origen de estas movilizaciones se encuentra en los dramáticos eventos de la noche del 3 de diciembre, cuando Yoon Suk-yeol, en un inesperado discurso televisado, anunció la implementación de la ley marcial en Corea del Sur. Con este acto, el presidente desencadenó lo que muchos han interpretado como un intento de autogolpe de Estado, que solo duró alrededor de seis horas.

El fantasma del comunismo

Yoon Suk-yeol justifico la ley marcial bajo el argumento de que la oposición había puesto en peligro la seguridad nacional al alinear al país con las «fuerzas comunistas» de Corea del Norte. En el documento, el presidente surcoreano estableció que «están prohibidas todas las actividades políticas», incluyendo la operación de la Asamblea Nacional y de los consejos locales, las actividades de los partidos políticos, así como las manifestaciones y asambleas. Además, ordenó que «todos los medios y publicaciones estarán sujetos al control del Comando de la ley marcial».

La respuesta de la Asamblea Nacional no se hizo esperar. Los diputados, sorteando el cerco militar impuesto alrededor del edificio del parlamento, votaron en contra de la ley marcial, con 190 votos en rechazo de los 151 necesarios para su validación. Este rechazo fue contundente, ya que incluyó tanto a la oposición, liderada por el Partido Democrático de Corea (DPK), como a miembros del propio partido de Yoon, el Partido del Poder Popular.

Ante esta reacción, seis partidos de oposición, encabezados por el DPK, presentaron una moción para revocar el mandato de Yoon Suk-yeol, acusándolo de violar la constitución al declarar la ley marcial. En paralelo, miles de manifestantes se congregaron frente a la Asamblea Nacional durante la noche, exigiendo la destitución del presidente.

Yoon Suk-yeol: el Fiscal dictador

El descontento sobre el presidente Yoon Suk-yeol no es nuevo, sino que viene de tiempo atrás, 30 años, para ser exactos, los mismos en los que fue fiscal, y también, los mismos en los que, en repetidas ocasiones, usó la Fiscalía para frenar a sus opositores. Por eso, muchos lo han llamado el «fiscal dictador»

En 2023, por ejemplo, la agencia de inteligencia surcoreana realizó una redada en las oficinas de la Confederación de Sindicatos de Corea, usando métodos represivos para presentar a los trabajadores como una amenaza para la seguridad nacional. Además, Yoon fue uno de los principales impulsores de la eliminación del Ministerio de Igualdad de Género y Familia, y se ha enfrentado a múltiples conflictos con la comunidad LGBTTQIA+ surcoreana durante su mandato.

El conflicto con Corea del Norte también ha sido un aspecto clave de su administración, la cual atraviesa actualmente una grave crisis. Durante su gobierno, Yoon transformó la cúpula de las fuerzas armadas surcoreanas, promoviendo a militares de su confianza y forzando a la jubilación a aquellos que podrían haberse opuesto a sus políticas. Esto explica por qué, tras su declaración de ley marcial, más de 200 militares irrumpieron por la fuerza en la Asamblea Nacional, impidiendo el acceso de legisladores y otros funcionarios al edificio.

El Milei de Corea del Sur

En cuanto a sus políticas económicas, Yoon llegó al poder presentándose como un «outsider», con propuestas de políticas neoliberales y «antiestatales», en línea con los intereses de los grandes conglomerados surcoreanos, conocidos como chaebols, entre los que están Samsung, Hyundai, LG, SK y Lotte.

Sin embargo, desde abril de 2024, su popularidad ha sufrido un fuerte declive, especialmente después de que su lucha contra la corrupción – que fue uno de los pilares de su campaña electoral – se viera empañada por escándalos que involucraron a su propia esposa.

Los medios descubrieron su participación en una trama de compraventa de acciones, y se filtraron imágenes de una cámara oculta que mostraban a su esposa aceptando un costoso regalo antes de las elecciones a la Asamblea Nacional. Este escándalo debilitó aún más su apoyo popular y benefició al Partido Democrático de Corea (DPK), que logró ganar varios escaños en las elecciones legislativas de 2024. De los 176 asientos obtenidos por la oposición, 169 fueron del DPK, un partido que se caracteriza por su postura liberal y proempresarial, y que ha formado parte de una histórica hegemonía bipartidista en el país.

Ahora, la situación de Yoon Suk-yeol parece insostenible, mientras las manifestaciones crecen en intensidad y la presión internacional aumenta.

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