5 junio, 2024
El periodista palestino Saif Al Qawasmi fue golpeado por colonos sionistas que marcharon por un histórico barrio árabe de Jerusalén para celebrar su ocupación de 1967, mientras el Ministro de Seguridad Nacional de Israel gritaba que toda Palestina es suya.
Texto: Redacción de Pie de Página y Thalif Deen / IPS
Foto: Hassan Islyeh / Unicef
Actualizada 5 de junio de 2024
CIUDAD DE MÉXICO Y NACIONES UNIDAS.- El periodista palestino Saif Al Qawasmi fue golpeado por colonos sionistas que marcharon por un histórico barrio árabe de Jerusalén para celebrar su ocupación de 1967. Los hechos ocurrieron durante lo que se conoce como Marcha de las Banderas en la Puerta de Damasco, donde los sionistas dieron palizas a todo árabe que se cruzaban al grito de «Muerte a los árabes», según reportaron usuarios de redes sociales.
Hasta ese lugar llegó también Itamar Ben-Gvir, Ministro de Seguridad Nacional , de Israel, quien hizo una proclama de invasión en la Jerusalén ocupada:
«Tengo un mensaje para cada casa en Gaza: Jerusalén es nuestra, la Puerta de Damasco es nuestra, el Monte del Templo (Mezquita de Al-Aqsa) es nuestra. Lo decimos simplemente: todo (Palestina) es nuestro», dijo Ben-Gvir, uno de los políticos del gobierno de Israel que más se oponen al cese al fuego.
Este jueves, el ejército de Israel reivindicó el bombardeo de una escuela que la Agencia para los Refugiados Palestinos de la ONU (Unrwa) operaba en Gaza. En el ataque fueron asesinados 37 personas.
Según comunicaron las Fuerzas en Defensa de Israel, el motivo del bombardeo fue porque en esa escuela operaban «terroristas de Hamas y de la Yihad Islámica».
Este argumento ha sido constante constante por parte del gobierno de Israel, quienes a partir de eso justifican crímenes de guerra y ataque a organizaciones internacionales.
De hecho, en enero de este año, Israel inició una investigación contra 12 empleados de la Unrwa por presuntos vínculos al atentado del 7 de octubre de Hamás en Israel. Esta acusación, sin pruebas, hizo que los principales donantes de la Agencia retiraran el apoyo a la organización, quienes realizan labores de escolarización hasta refugios, pasando por la gestión de centros de atención sanitaria.
Desde los ataques de Israel, al menos 145 instalaciones de la Unrwa han sufrido daños.
El caso se repite con otras organizaciones internacionales, como Médicos Sin Fronteras, quienes han denunciado el aumento masivo de enfermedades diarreicas y desnutrición entre niños y niñas menores de cinco años en Gaza agravados por el impedimento de que entre la asistencia humanitaria a Palestina.
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El gobierno estadounidense de Joe Biden intenta alcanzar un inestable acuerdo de paz entre Israel y el grupo islamista Hamás, pero su iniciativa se ve obstaculizada por al menos dos políticos de extrema derecha del gabinete israelí y el propio primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Se trata del ministro de Asuntos Exteriores, Bezalel Smotrich, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, mientras que Netanyahu insiste en erradicar totalmente a Hamás antes de aceptar un alto el fuego.
Pero con paz o sin ella, seguirán perdurando las acusaciones contra Israel, que incluyen genocidio, crímenes de guerra, inanición como arma de guerra y destrucción de hogares, hospitales, escuelas, universidades, mezquitas e iglesias.
La ultima semana de mayo, Naciones Unidas precisó que el número total de víctimas mortales, contabilizadas por el Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, se estima en más de 35 mil palestinos, en su inmensa mayoría civiles, desde el ataque de Hamás que mató a mil 200 personas dentro de Israel el 7 de octubre.
El número de muertos de los inclementes ataques en Gaza refleja la matanza totalmente desproporcionada por parte de los israelíes.
El Ministerio de Sanidad gazatí ofreció un desglose de 24 mil 686 personas muertas plenamente identificadas del total de 34 622 víctimas mortales registradas en Gaza, hasta el 30 de abril. La cifra de muertos incluye 7 mil 797 niños, 4 mil 959 mujeres, mil 924 ancianos y 10 mil seis hombres.
Dado que estas matanzas se produjeron en su mayoría con armas estadounidenses, la pregunta que sigue sin respuesta: ¿Es Estados Unidos, el principal proveedor de armas de Israel, tan cómplice de crímenes de guerra y genocidio como lo es Israel?
Según un reportaje publicado el 31 de mayo en la red de noticias por cable CNN, investigadores de la London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM) y del Johns Hopkins Center for Humanitarian Health han previsto que, si la guerra sigue intensificándose, el número total de muertos superaría los 72 mil en agosto.
Y si a esa horrible cifra se incluye el impacto de las epidemias provocadas por el conflicto, el número de víctimas mortales podría acercarse a las 86 mil.
El aislamiento diplomático de Israel podría aumentar si la guerra se prolonga, según la CNN. El gobierno se ha convertido en el blanco de una creciente censura en la escena mundial, y ha recibido duras críticas de algunos de sus aliados más cercanos en Europa por su conducta.
Simon Adams, presidente y director general del Centro para las Víctimas de la Tortura, la mayor organización internacional que trata a los supervivientes y aboga por el fin de la tortura en todo el mundo, dijo a IPS que los ataques de Hamás contra civiles israelíes el 7 de octubre fueron realmente horribles y generaron la simpatía mundial.
«Pero este gobierno extremista israelí la ha desperdiciado. Han aplicado una política de castigo colectivo contra toda la población palestina de Gaza y, al hacerlo, se han convertido en parias mundiales. Varios de ellos se han convertido también en criminales de guerra», afirmó.
Para el especialista, «lo que está ocurriendo en Gaza es un desastre no natural. Es el resultado de decisiones humanas del gobierno israelí de bombardear sistemáticamente a civiles palestinos y violar las leyes de la guerra».
En consecuencia, «no existe lo que se llama una zona segura o un supuesto ataque de precisión si se bombardea una zona en la que niños desplazados duermen cerca, en tiendas de campaña», añadió.
El gobierno israelí está indignado porque ha sido acusado de atrocidades por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y por la Corte Penal Internacional (CPI). Pero el resto del mundo está indignado por una cultura de impunidad que ha provocado tantas muertes de civiles y tanta destrucción gratuita.
Por ello, Israel se ha convertido en un paria internacional, sentenció Adams.
Romy Hawatt, fundador y consejero delegado del Grupo Riana, con sede en Dubái, dijo a IPS que el creciente escrutinio de la comunidad internacional sobre las políticas y prácticas de Israel marca un cambio significativo, destacando la urgente necesidad de que se produzca en ellas una rendición de cuentas y una reforma.
«A medida que el mundo condena cada vez más las acciones que recuerdan a la Sudáfrica de la época del apartheid, es crucial fomentar la empatía y una perspectiva equilibrada para administrar justicia y abordar los errores del pasado, al tiempo que se trabaja hacia una solución sostenible a largo plazo», afirmó.
A su juicio, «reconocer las legítimas preocupaciones de seguridad de todas las partes implicadas es esencial para lograr una paz duradera que beneficie a todos».
Para lograr una solución justa y equitativa, puntualizó, «es evidente que es imperativo abordar las causas profundas del conflicto actual».
«Esto implica condenar inequívocamente las acciones que violan los derechos humanos y el derecho internacional», dijo Hawatt, cuyo grupo ha hecho contribuciones significativas para apoyar a los refugiados, orfanatos, salud y educación de los niños, proyectos de agua, personas sin hogar y alivio de la pobreza.
A medida que aumentan las peticiones de compensación y restitución para los palestinos, es esencial que Israel adopte los principios de igualdad, libertad y justicia para todos, consideró.
«Bajo el patrocinio y la autoridad de las Naciones Unidas, es necesario un esfuerzo concertado de todas las partes para superar las divisiones, fomentar el diálogo y garantizar la seguridad», analizó Hawatt.
Para el experto, «solo a través de un enfoque global, justo y equilibrado podemos esperar alcanzar una paz duradera, dignidad e igualdad para todos los residentes de la región, ya sea en dos Estados que vivan uno al lado del otro o en un único Estado democrático en el que judíos, árabes y otros puedan coexistir pacíficamente».
Ramzy Baroud, periodista y editor de The Palestine Chronicle, dijo a IPS que el ataque de Israel a Rafah continuó a pesar de las advertencias de que era una «línea roja» por parte de Estados Unidos y de los llamamientos realizados por todas las partes implicadas, incluidos los aliados de Israel en Occidente.
Las incursiones, incluida la masacre de las tiendas de campaña y las masacres posteriores, se produjeron después de la decisión de la Corte Internacional de Justicia de que Israel debía detener inmediatamente su operación en Rafah.
Técnicamente, planteó, esto debería significar que Israel no sólo es un paria en el contexto del derecho internacional, sino que debería ser un paria desde el punto de vista de sus propios aliados.
«Y aquí es donde la hipocresía de Occidente se hace aún más evidente, ya que su apoyo a Israel continuó incluso después de la escalada del genocidio israelí, en toda la Franja de Gaza, pero más específicamente en Rafah», dijo Baroud.
Remarcó que «la guerra contra Gaza nos ha ayudado a comprender los límites del poder militar y de la inteligencia israelí-occidental, pero también nos ha permitido ver los límites del a menudo cacareado derecho internacional».
«Las experiencias recientes nos han enseñado que el derecho internacional parece estar diseñado para aplicarse contra los enemigos de Estados Unidos, por ejemplo Rusia, Corea del Norte, Iraq e Irán», acotó el especialista en temas palestinos.
Consideró que si bien Washington no es miembro de la CIJ, su red de aliados occidentales, presiones, amenazas y sanciones, es capaz de ejercer el poder necesario para subvertir la aplicación equitativa del derecho internacional.
«La legitimidad misma del derecho internacional está ahora en juego, debido al implacable genocidio israelí en Gaza y a la incapacidad de la comunidad internacional para dar un solo paso que pueda contrarrestar la guerra criminal de Israel», afirmó Baroud, también es investigador principal no residente del Centro para el Islam y los Asuntos Globales (Ciga).
Mientras tanto, en una declaración el martes 4 de junio, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, hizo un nuevo llamamiento para que se ponga fin a la desbordante violencia mortal en la Cisjordania ocupada desde el 7 de octubre.
Además, instó a que se rindan cuentas por la muerte de más de 500 palestinos la semana pasada a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y de colonos.
“Como si los trágicos acontecimientos ocurridos en Israel y luego en Gaza durante los últimos ocho meses no fueran suficientes, el pueblo de la Cisjordania ocupada también está siendo sometido día tras día a un derramamiento de sangre sin precedentes”, dijo el alto comisionado.
Añadió que «resulta incomprensible que se hayan segado tantas vidas de forma tan gratuita».
“Las matanzas, la destrucción y las violaciones generalizadas de los derechos humanos son inaceptables y deben cesar de inmediato. Israel no solo debe adoptar sino hacer cumplir reglas de enfrentamiento que estén plenamente en consonancia con las normas y estándares de derechos humanos aplicables”, insistió Türk.
El alto comisionado planteó que «Israel no solo debe adoptar, sino hacer cumplir unas normas de enfrentamiento plenamente acordes con las normas de derechos humanos aplicables. Toda denuncia de homicidio ilegítimo debe investigarse de forma exhaustiva e independiente y los responsables deben rendir cuentas».
Esta nota fue publicada en IPS Noticias. Puedes consultarla aquí
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