En un pequeño pueblo de Veracruz, el asesinato de una mujer trans revela la violencia estructural que impera en todo el país: la violencia patriarcal y heteronormada. Esta es una adaptación que la cineasta Elisa Miler hace de la novela de Fernanda Melchor, Temporada de Huracanes

Texto: Andi Sarmiento

Foto: Tomada del trailer oficial

CIUDAD DE MÉXICO. – Temporada de huracanes es una novela escrita por la veracruzana Fernanda Melchor en 2017. Recientemente el libro fue adaptado a la pantalla grande, bajo la dirección de la cineasta mexicana Elisa Miller.

La trama, basada en hechos reales, es el caso de una mujer asesinada en Veracruz por un hombre que afirmaba que esta le había hecho brujería.

Si bien la novela no documenta los hechos tal cual sucedieron, sí se inspira en este caso para retratar una sociedad misógina e intolerante como la mexicana.

La historia se ubica en La Matosa, un pueblo remoto y ficticio en el estado de Veracruz, y cuenta diversas historias que convergen en un mismo punto: el asesinato de la Bruja, una mujer transgénero de la comunidad.

La mentalidad conservadora está en todos lados

La narrativa empieza con un grupo de niños que encuentran el cadáver la Bruja en el río. A raíz de esto, la película muestra cinco relatos que describen distintos hechos desde la perspectiva de varios personajes. Así, el espectador ata todos los cabos hasta descifrar lo que realmente ocurrió y conocer el contexto completo.

Esta no es una obra policíaca, dado que la trama no implica que algún personaje devele el misterio, más bien solo son un conjunto de situaciones simultáneas de las cuales somos testigos, y al final nos permiten entender el trasfondo completo de la muerte.

Al entender lo que representa la Bruja dentro del pueblo, y con esto reconocer los factores que llevaron a su asesinato, podemos analizar que las conductas de la gente son el reflejo de mentalidades conservadoras que aún persisten en ciertos sectores.

La casa de la Bruja es un lugar al que nadie se quiere acercar, ya que ahí se realizan grandes fiestas donde ocurre todo lo que socialmente no está bien visto. No es únicamente un lugar donde corren las drogas, también es un sitio de libertad sexual. Es por eso que la gente va por las noches a escondidas para mostrarse de acuerdo a las normas morales durante el día. La única que carga con toda la crítica por lo que sucede en esa casa, es la Bruja.

Pero a mi parecer, la Bruja es una mujer con coraje, crítica y pensante, que es más difícil de dominar y por eso es atacada: la Bruja es la abortera, la que no juzga, la amiga de las trabajadoras sexuales y la mujer trans, la que no tiene ni hijos ni pareja y a la que no le importa lo que el resto piense de ella. Bruja es la que sale de lo que se ha establecido como mujer, y es vista como burla por muchos y como amenaza por otros.

Lo mismo sucede con sus amigas las trabajadoras sexuales, que son las únicas que van a exigir justicia por el asesinato de su compañera, y a su vez, las únicas que comparten su mentalidad, aún estando en una comunidad que menosprecia a las mujeres y más a las rebeldes.

El retrato de la masculinidad

Entre estas trabajadoras está Chabela, quien tiene un hijo al que le dicen Luismi, el cual está relacionado con cada personaje de los distintos relatos y por lo tanto es pieza clave en el desarrollo de la trama, estando involucrado con la muerte de la Bruja.

Con su madre tiene una relación de desprecio. No está de acuerdo con su trabajo y su estilo de vida, vive fuera de su casa y le dirige poco la palabra. Por otra parte, con su abuela el trato es distinto, pues es el único varón entre las nietas, por ende, tiene todo el control en esa casa; lo que él diga es lo que se hace, y las chicas tienen la labor de atenderlo en lo que requiera.

En esta historia entra Yesenia, también llamada Lagarta. Ella es prima de Luismi y la que recibe todos los castigos y reclamos de su abuela. Al contrario de su primo, Yesenia es invalidada en todo lo que dice, sobre todo, porque es quien pone la mira sobre el muchacho. Ella sabe que su primo oculta algo, y al querer contarle a su abuela esta le reprocha y le echa la culpa, castigándola por hablar en contra del hombre de la familia.

Luismi es un chico que se ha acostumbrado a hacer lo que quiere, al crecer entre puras mujeres para él es como criarse sin una autoridad, pues no ve con respeto ni a su mamá, ni a su abuela ni a sus primas. Se siente con el poder de tratarlas como él quiera. Y como él, son todos los hombres de su pueblo.

Los varones se muestran con una masculinidad inquebrantable, imponiéndose ante las mujeres e ignorándolas, relacionándose mayoritariamente entre ellos. Pero a pesar de que sus interacciones sean principalmente entre puros hombres, siempre deben dejar bien en claro que no tienen ningún interés homosexual, pues el que lo demuestre será la burla y deberá vivir el rechazo y la violencia social.

Esto por lo menos durante el día, en la noche si no son descubiertos entrando a la casa de la Bruja, pueden darse otras libertades.

Temporada de huracanes es una representación de un sistema en el que se denigra tanto a la mujer como a la diversidad sexual a base de criterios generalmente hipócritas, pues quien puede los incumple cuando nadie le ve. De igual manera, nos muestra que el que domina dicho sistema es el hombre heteronormado que se rige a partir de emociones violentas.

Cuando analizamos esto, podemos comprender por qué una mujer trans que no vive bajo el mando de nadie es el ser más temido y respetado a la vez. También, se logra entender que, en un lugar gobernado por la ira de los hombres, esta haya sido asesinada.

Temporada de huracanes se encuentra disponible en Netflix y en la Cineteca Nacional.