2 junio, 2022
La empresa Temarry anunció el cierre de sus operaciones en Tecate tras la clausura municipal que la compañía calificó como hostigamiento. Sin embargo, uno de los ecologistas organizados en la ciudad acusa que la recicladora se va por estar instalada sobre un manto acuífero
Texto: Kau Sirenio
Fotos: Alexis Rojas
BAJA CALIFORNIA.- La empresa recicladora Tamarry, instalada en Tecate, Baja California, fue clausurada por primera vez el 25 de marzo de este año y reabierta luego de un mes; sin embargo, ocho horas después la dirección municipal de Protección Civil volvió a colocar sellos de clausurada por no cumplir con el protocolo de seguridad.
Como respuesta, los directivos de la empresa acusaron hostigamiento por parte de las autoridades y anunciaron que cerrarán sus instalaciones.
Al respecto, el integrante de la organización ciudadana Tecate Unido Luis Ramírez responde a directivos de Temarry: “¿De qué se le ha hostigado? Durante 23 años, ellos hicieron lo que quisieron gracias a que encontraron alcaldes de su hormas. Contaminaron el medio ambiente y nadie les dijo nada, ahora que la sociedad civil nos organizamos para solicitar un amparo, anuncian que se van, porque saben que la recicladora está sobre el manto acuífero”.
El activista de Tecate Unidos agrega que además la recicladora no se va por completo porque son dueños del terreno.
“Es decisión de ellos si se van, aunque no se van del todo porque son dueños del terreno donde está la empresa. Aunque no me alegra mucho, porque el daño que causaron no hay forma de repararlo”.
El 2 de mayo, un grupo de ciudadanos que integran a Tecate Unidos presentaron el amparo ante el juez federal, para reclamar la protección de la justicia federal.
“Temarry es un peligro para el municipio de Tecate, por eso recurrimos a un amparo. Aunque debo de aclarar, nosotros empezamos a protestar en contra del Ayuntamiento de Tecate por haber entregado el permiso a la recicladora. No creas que se van porque quieren o porque los hostigan, se van porque los tenemos acorralados con los amparos”, celebra el activista.
Cuando se apagó el montacargas, Jesús Ernesto Ontiveros Medina le dio dos vueltas al switch, pero una chispa lo alcanzó y explotó.
“Solo sentí un flamazo, luego brinqué al otro lado de la bardita y corrí a la oficina. Sentí mucho dolor en la cara y en el cuerpo, nadie me auxilió”, suelta a bocajarro el extrabajador de la recicladora Temarry.
Ese día de 2010, Ernesto Ontiveros llegó a trabajar a la recicladora como lo venía haciendo. Entre las 8:00 y 8:30 de la mañana, llegó un tráiler con residuos tóxicos para reciclaje, pero la falta de medidas de seguridad provocó un incendio. A Ernesto le cambió la vida.
La recicladora de tóxicos Temarry se ubicaba en la colonia San Pablo, Tecate. Desde que llegó a esta ciudad fronteriza, ha sido cuestionada por su manejo de los residuos tóxicos. Sin embargo, los representantes de esta empresa han utilizado algún tipo de influencia política y económica para operar en la zona.
Aquella explosión que cambió la vida de Ernesto Ontiveros ocurrió el 31 de octubre de 2010; sin embargo, las autoridades federal, estatal y municipal no dictaron medidas precautorias para que no se repitiera otro episodio; contrario a esto, la empresa recicladora Temarry volvió a trabajar con normalidad, hasta el 24 de marzo de este año, que se derramó residuo tóxico.
La directora de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Tecate, Alicia Ravelo, narra lo que vio el 24 de marzo:
“Venía de regreso de una inspección en Loma Toba, municipio de Tecate, a eso de las 11:15 de la mañana. A dos kilómetros de la recicladora Temarry percibí olor a gas. Cuando pasamos frente a la recicladora, vi que estaban evacuando a personal de Temarry, el olor se expandía por toda la colonia San Pablo”.
La explosión en Temarry alertó a los colonos de San Pablo y Mil Cumbres, los que pudieron salir de inmediato abandonaron sus casas.
“Avisé al presidente municipal lo que sucedía -agrega Ravelo-. El alcalde me ordena que me traslade a la zona siniestrada, ahí encontré protección civil municipal”.
El miedo subía como espiral entre los colonos, sin embargo, Temarry mantenía en silencio lo que ocurría en sus instalaciones, los bomberos y protección civil no cumplieron con la orden de evacuación. A esa hora, aún no habían informado al Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C4).
A partir del derrame de tóxico en Tecate, el 24 de marzo, organizaciones sociales y ambientalistas reactivaron su inconformidad por la instalación de Temarry al oriente de la ciudad fronteriza. El Comité de Participación y Defensa Ciudadana A. C que hace activismo en el municipio de Tecate advirtió el peligro, en un oficio fechado el 12 de noviembre de 1999 expresaron: “Esta empresa está situada sobre acuíferos de agua fría, el más grande de Baja California. Esta empresa reciclará materiales peligrosos de alta toxicidad”.
“Sabíamos que Temarry manejaba materiales tóxicos, pero no dijimos nada, porque eran los patrocinadores de todo. Estaban en todos los eventos deportivos y culturales, eran los que entregaban uniformes y balones de fútbol. Aprovecharon la ausencia de la autoridad municipal que nunca hacían nada”, reprocha el secretario del comité municipal de Movimiento Ciudadano, Ángel Hernández.
Hasta 2021, la recicladora Temarry era representada por la expresidenta del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Tecate, Teresa Ruiz Mendoza. “Utilizó ese espacio para manipular a los gobernadores, diputados, federales, locales y alcaldes de Baja California. ¿Cómo te explicas que no hayan sancionado a esta empresa por la explosión del 31 de octubre de 2010?”, cuestiona la integrante de Tecate en Pie de Lucha Rosa Hernández.
En una entrevista con el semanario Zeta, Teresa Ruiz Mendoza presumió los cargos que ha ocupado en Tecate: “He sido la primera mujer en ocupar dichos cargos. Rompí ese esquema -en que regularmente se ubican hombres- donde me dieron la confianza y trabajé tres años ahí, coordinando acciones con las cinco delegaciones en el Estado. También fui la primera en estar al cargo de la delegación de la Cruz Roja en el municipio”.
Entre los cargos que Ruiz Mendoza combinaba con Temarry, destaca el Consejo de Desarrollo Económico de Tecate (CEDET), miembro del Consejo Consultivo del Seguro Social en representación de la CONCAMIN.
Rosa Hernández mira el semáforo y quiebra a la izquierda para tomar la calle que va al río de Tecate, sin soltar el volante, destapa la botella de agua y le da un sorbo antes de dar la respuesta: “Todo iba bien, hasta que tuvieron problemas familiares y se divorciaron, esto llevó a la venta de Temarry. Ahora, podrán decir que no tienen nada que ver con el derrame, sin embargo, son tan responsables, porque apenas se conoció la venta de esta empresa”.
Entrevistada en su oficina, la directora de Medio Ambiente Alicia Ravelo confirma el cambio de representante de Temarry: “Como todavía traen problemas legales en la empresa, cambiaron el representante legal en 2021, pero no han anunciado el cambio. Todos los permisos que tienen ahora son inválidos, porque está a nombre del anterior representante, o sea Teresa Ruiz Mendoza. La empresa ha tenido varios derrames, pero siempre lo han ocultado”.
El grito desesperado de José Ernesto Ontiveros no fue suficiente para que sus compañeros le hicieran caso. Le dijeron que se calmara, pero el dolor en los brazos y el ardor en la cara y cuerpo lo sometieron, cayó abatido en la oficina de Temarry.
“Les pedí que avisaran a mi familiar pero no lo hicieron. Les rogué, pero mi súplica no fue suficiente. Hasta que llegó el bombero, fue ahí cuando echaron agua, luego llegaron los de la Cruz Roja, me pusieron oxígeno, pomada y me envolvieron con un papel y me llevaron al hospital”, narra Ernesto.
En el hospital, Ontiveros fue aislado de todos los pacientes, hasta que llegó su hermana Georgina a cuidarlo, pero tenía vigilancia especial, personas de confianza de Teresa Ruiz Mendoza hacían turno en el nosocomio.
“Años después supe que el cuidado especial era vigilarme, por si buscaba demandarlos”.
La atención en la clínica 1 del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS) de Tijuana empezó a disminuir, hasta Ernesto fue dado de baja. “Iba muy seguido una persona de Temarry al seguro, me decían que me iban ayudar. Como no había cupo en el seguro, me dieron de alta y me fui a la casa. Les dije que no me sentía muy bien, pero me dijeron que me presentara a trabajar”.
La familia Ontiveros Medina buscó entablar una demanda en contra de Temarry, pero no encontraron abogados que tomaron el caso: “Busqué un abogado y me dijo que podía porque Temarry era intocable, fui a Tijuana y me dijeron lo mismo. Al verme acorralado, demandé el seguro pero perdí, así me quedé en la nada”.
Cuando Ernesto intentó demandar a Temarry, Teresa Ruiz Mendoza concentraba los poderes empresariales, tenía en su haber, desde la delegación de la Cruz Rojas, era miembro del Consejo Consultivo del Seguro Social en representación de Concamin.
“Queremos justicia, no puede ser que mi hermano no pueda trabajar ahora, porque Temarry lo boletinó en las empresas. Su cara y los brazos están muy dañados”, dice Georgina Ontiveros.
Presidente municipal de Tecate, por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), dijo en entrevista con Pie de página que Temarry tiene control político y económico en el ayuntamiento de Tecate: “Siete regidores y el síndico procurador, firmaron un documento donde me piden que levante la sanción en contra de esta empresa que no respeta el medio ambiente”.
Los manotazos sobre el escritorio se repiten una y otra vez, Benítez Ruiz no está conforme con la suspensión provisional que emitió un juez federal. “Nos ganaron una, pero no descansaremos hasta que estos gringos respeten nuestra soberanía”.
El alcalde dijo que el 24 de marzo recibió el primer reporte de olores fétidos desde puntos lejanos. Luego vino el aviso de la directora de Medio Ambiente, Alicia Ravelo. “Lo primero que hice fue pedirle al jefe de bomberos y protección civil, para que se trasladara a la colonia San Pablo, lugar donde se ubica Temarry, sin embargo, a esa hora, la empresa no había informado de lo que sucedía”.
Ese día, las llamadas saturaron la red telefónica de la oficina de atención al público. El ayuntamiento declaró alerta máxima y evacuación de la zona. Temarry es la única empresa que maneja residuos de alta peligrosidad. Dario Benítez pone el dedo en la llaga: “La empresa tiene un historial negro de años, pregúntale a quien quieras de los alrededores, te van a contar las historias negras de esta empresa”.
La falta de equipo especial para desastres químicos y oxígeno generó pánico. “El olor era insoportable, no se podía respirar”, recuerda Georgina Ontiveros. La señora Ontiveros llegó al lugar de los hechos, como lo hizo diez años atrás, cuando fue a rescatar a su hermano.
Los trabajadores del ayuntamiento no podían ingresar a la instalación de Temarry a supervisar el daño causado por el derrame. “El encargado de Temarry me dijo -recuerda el alcalde-, ‘levantamos actas del accidente’ espérate tantito, le dije, ¿Cómo vas a ser infractor y juez?, lo paré en seco, pedí que pararan todo, es que tiene que ingresar un especialista a supervisar, porque es gravísimo lo que pasó”.
En esa discusión entre el ayuntamiento y Temarry, arribaron personal de protección civil del estado, al mando del oficial Aragón, en ese rato llega el representante de la empresa, a informar que habían neutralizado los químicos derramados:
“¿Cómo vas a neutralizar un derrame químico sin la supervisión de una entidad pública?, sin embargo, protección civil, me dice: ‘a nosotros nos reportaron que todo está bien, ¿Cuál es el problema?, las actas dice que todos está bajo control”.
Para cerciorarse de la contención de químico, Darío Benítez pidió apoyo a la alcaldesa de Tijuana, con el cuerpo de protección civil y equipo especial para derrame de tóxico: “En ese rato vimos salir más de 30 empleados de Temarry, todos empapados, llegan y nos entregan una hoja, ya está la neutralización de los químicos, me quedé pasmado, utilizaron más de mil litros de agua tanto botes de tierra y no se cuantas más, ahí tenemos el documento y lo primero que pienso esto es gravísimo porque esos cabrones ya taparon su cochinero”.
José Ernesto Ontiveros Medina narra una parte de aquella explosión: “Temarry no tiene protocolo de seguridad en el manejo de aerosoles. El día de la explosión, ellos estaban triturando botes de aerosoles, sin embargo no los descomprimían. Así los aventaban a las trituradoras”.
Agrega: “No tienen extintores nuevos, los que tienen están usados, así eran en mis tiempos, no creo que esto haya cambiado. Lo triste de todo esto es que no hay supervisión de protección del estado, cuando llegan a visitar a Temarry, es para llevar el saludo, nada más”.
Las irregularidades de que habla Ontiveros Medina coinciden con lo que encontraron durante la inspección que realizó el ayuntamiento al día siguiente del derrame. El almacenamiento de contenedores de tóxicos rebasan el volumen que debe tener de acuerdo a la Secretaría de Medio Ambiente de Baja California
De acuerdo a Alicia Ravelo, la mayoría de los tambos que contienen tóxicos no están aterrizados, cuando deben estar aterrizados, porque son volátiles y con cualquier chispa puede generar una catástrofe. Sólo una parte están bajo sombra.
“Cuando entramos -observa, Ravelo-, me di cuenta que ellos hicieron una movedera de tanques, porque no estaban en el estacionamiento, quien sabe a dónde se los habrían llevado o dónde los pusieron. No nos entregaron bitácora de entrada y salida de los tóxicos, porque no deben de estar ahí más de un día”.
“No tienen las características de los residuos que les llegan, antes de empezar a trabajarlo se tiene que hacer la caracterización. No tienen una bitácora de mantenimiento de la maquinaria que utilizan, el agua que todavía tenía residuos tóxicos fue la que utilizaron, había todavía laguna de agua. Los tambos con los tóxicos están mal etiquetados” acusa la directora de Medio Ambiente.
“El lunes 28 de marzo, llevé la queja a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), a Mexicali porque ahí está la oficina. La persona que nos recibió el documento nos confundió con personal de Temarry, ‘Oh, son de Temarry, no se preocupen, tenemos el expediente, esté tranquilo no va a pasar nada’… Me quedé sorprendida por lo que me dijo, afortunadamente iba acompañada de otra persona que escuchó todo”, recuerda Alicia Ravelo.
Agrega: “No somos de Temarry, somos del ayuntamiento de Tecate, venimos a denunciar. Por esa respuesta no querían recibir el documento, no le quedó de otra que recibir la queja y sellar el acuse. Le dije: no se preocupe, en el portal de Profepa también puse la demanda digital”.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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