Taboada y Brugada: dos campañas para dos mundos distintos

13 marzo, 2024

Mientras el candidato del PAN se reúne en la Universidad Panamericana con los hijos de la élite del país para aplaudir la meritocracia, la candidata de Morena llega a un desayuno del STUNAM a hablar sobre feminismo y sistema de cuidados

Texto: Alejandro Ruiz

Fotos: comunicación social de las candidatas

CIUDAD DE MÉXICO. –En dos universidades distintas, Santiago Taboada y Clara Brugada explicaron sus propuestas en caso de llegar a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.

Su público seguramente no se conoce entre sí, pues mientras el candidato del PRI-PAN-PRD decidió ir ante jóvenes de la Universidad Panamericana, la candidata de Morena lo hizo con mujeres trabajadoras afiliadas al STUNAM.

Y es que, aunque sus promesas de campaña en realidad sean las mismas: agua, seguridad, cuidados y movilidad, los destinatarios de sus mensajes revelan el proyecto que está detrás de cada una de sus propuestas. Y la diferencia ahí sí es abismal, con las contradicciones que eso implica.

Es tiempo de mujeres… y de Carlos Hugo Morales

Todas iban con pañuelos o listones morados. Algunas, acompañadas de sus compañeros de trabajo, otras con sus amigas.

Todas fueron a desayunar y escuchar a la candidata de Morena a la jefatura de gobierno, Clara Brugada, quien fue invitada por el STUNAM a dar una charla en conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

El escenario: el salón de eventos del Sindicato, el mismo que en otras ocasiones ha servido para candentes asambleas de las y los trabajadores. Pero ahora, adornado con mantas violetas y pantallas que pasan los videos de las trabajadoras, el STUNAM parece estár de fiesta.

Mientras un grupo de meseros servía el café y chilaquiles, en el micrófono, la exalcaldesa de Iztapalapa repetía cada una de las propuestas que ha hecho durante estas ya casi dos semanas de campaña: «Esta ciudad tenemos que transformarla en la ciudad de los cuidados, una ciudad que cuide a las que históricamente han cuidado y que no han recibido nada a cambio».

Todas asentían, y con sus teléfonos intentaban grabar o tomarle una foto a la candidata. La distancia, sin embargo, era mucha. Pero de vez en cuando, a gritos, intercambiaban palabras con Clara Brugada.

“Muy bien los cuidados, pero ¿qué propone sobre el agua?”, gritó una trabajadora rodeada de sus amigas, quienes le aplaudieron su intervención.

“Claro, sobre el agua: vamos a hacer un sistema de captación de lluvia y a coordinarnos con nuestra compañera Delfina en el Estado de México, porque el problema del agua es metropolitano”, respondió Brugada, diciendo lo mismo que ha dicho prácticamente desde que arrancó su campaña.

Los aplausos volvieron a llegar, y la señora que preguntó, victoriosa, volteó a ver a sus amigas y les recordó que ella es de Iztapalapa, y allá los cuidados no faltan, “falta el agua”.

Mientras esa señora exponía sus propuestas entre su círculo de amigas, Brugada seguía con su ponencia, prometiendo que de llegar a la jefatura de gobierno, la UNAM sería la primera universidad de la Ciudad de México en tener el Sistema Público de Cuidados.

«Quiero proponerle al sindicato, a todas ustedes, que sea la UNAM, la primera universidad en que echemos a andar este Sistema Público de Cuidados, para trabajadoras, para trabajadores e incluso para los estudiantes».

De nuevo, los aplausos, mientras en la parte trasera del auditorio la gente se distraía y dejaba de escuchar las consignas y mensajes.

Brugada concluía su mensaje:

«Cuando decimos que es tiempo de mujeres no es solo porque tenga que haber equilibrio entre hombres y mujeres para representaciones políticas, no, cuando decimos que es tiempo de mujeres significa que llegó la hora de hacer justicia a las mujeres, porque han pasado muchas revoluciones, pero lo que ha quedado intocado es la situación de las mujeres».

La gente volvió a aplaudir, y en cuanto Brugada dejó el micrófono muchas corrieron a formarse para tomarse una foto con la candidata. Sin embargo, desde el escenario, la moderadora les recordaba a todas las mujeres que el evento no había terminado:

“Por favor, compañeras, esperen las palabras de nuestro secretario general, Carlos Hugo Morales, para poder finalizar el evento. Quédense en sus asientos”.

Casi nadie le hizo caso. Pero Carlo Morales siguió con su mensaje, aplaudiendo la lucha de las mujeres, y recordando que sin ellas la democracia sindical es imposible.

Ahí no hubo aplausos, pues toda la atención estaba con la candidata de Morena que caminaba entre las trabajadoras para tomarse fotos.

En el micrófono una discusión entre agremiadas del STUNAM pasó desapercibida ante la multitud:

–Tú te robas el dinero, ratera. Ni trabajas.

–Cállese compañera, las cosas no son así.

–Ratera, huevona.

Después alguien apagó el micrófono, y Brugada ya no estaba ahí.

“No cualquiera puede ser Pantera”

Horas más tarde, en la Universidad Panamericana, el candidato del frente Fuerza y Corazón por México también daría un mensaje en su alma máter.

Al llegar, los pasillos donde estudian los hijos de las élites mexicanas ofrecen sushi, juegos de video, salas lounge y una tienda de autoservicio. La escuela, más que una escuela, parece un centro comercial.

“No cualquiera puede ser Pantera”, dice Taboada al micrófono frente a jóvenes que van desde los 18 a los 30 años. Todos de traje, vestidos o camisas de vestir.

Las risas y aplausos llenan el auditorio, que al fondo deja ver un par de bancas vacías.

“Jefe de gobierno, jefe de gobierno”, gritó un grupo de jóvenes, militantes del PAN. Ellos ayudaron a organizar el evento en compañía de la Sociedad de Alumnos de la Panamericana, ahora dirigida por Carlos Moris y Macarena Cors.

Sus nombres pueden parecer insignificantes, pero puede que no lo sean del todo. Hay que recordar que de esta Universidad han egresado expresidentes, empresarios, políticos y hasta ministras de la Corte como: Enrique Peña Nieto, Arturo Elias Ayub, Juan Collado, Josefina Vázquez Mota y Yasmín Esquivel.

Taboada es parte de esta lista, pues en esta universidad el panista estudio Derecho, y, según cuenta: después entrenó un equipo de fútbol, luego trabajó en un despacho, una notaría, y llegó a ser alcalde de la Benito Juárez en 2018.

“No es un camino fácil. Muchas veces uno no trabaja en lo que estudio. Yo pensé que mi carrera iba a ser destinada al litigo, y mira”, dijo Taboada a un alumno que le preguntó sobre las propuestas que el candidato tiene hacia la juventud.

“Santiago, queremos escuchar tus propuestas ante las amenazas de totalitarismo y vulneración de las instituciones”, dijo el presidente de la Sociedad de Alumnos, Carlos Moris.

Después, con un video de acción, Santiago Taboada captó la atención de los presentes. Habló del emprendimiento, ampliar los horarios de los centros nocturnos y de otorgar “apoyos” para que la juventud “tenga su primer depa, aunque sea rentado”.

Sus propuestas sobre movilidad y agua, en realidad, no causaron gran impresión. Tal vez, porque el grueso de los asistentes tiene coche (algunos hasta chofer), o porque en sus casas nunca falta el agua.

“Pero pensemos en quienes no tienen. Los derechos deben ser para todos, no para unos cuantos”, afirmaba Taboada.

Todos le entendían, no solo porque comparten la misma clase social o aspiraciones, sino porque desde hace años el PAN ha hecho un trabajo de reclutamiento de cuadros políticos en esta universidad.

La confesión viene de otro panista, Mauricio Tabe, el actual alcalde de la Miguel Hidalgo, que por 2006, cuando era dirigente juvenil del PAN, dijo en una entrevista a La Jornada:

«Las universidades privadas constituyen un espacio importante para Acción Nacional, porque de ahí se nutre de cuadros el instituto político y son el semillero de los líderes que requiere (…). Son gente con iniciativa e inquietudes en el futuro, que seguramente van a estar en puestos claves y van a tomar decisiones».

“No cualquiera puede ser pantera”, dijo de nuevo Taboada al terminar su presentación. Y tiene razón, no cualquiera.

Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.