Soy Frankelda: la aventura de abrazar tus propios monstruos

13 diciembre, 2025

Una escritora de cuentos de terror debe aliarse con las criaturas de su imaginación para salvar al mundo real. En este pionero largometraje mexicano en stop motion, Frankelda descubre que enfrentar sus miedos más profundos es la clave para escribir su propio destino

Texto: Andi Sarmiento

Foto: Tomada del trailer oficial

CIUDAD DE MÉXICO. – Basada en la serie de televisión Los sustos ocultos de Frankelda de HBO, Soy Frankelda es una cinta infantil mexicana de los directores Arturo y Rodolfo Ambriz que tiene el reconocimiento de ser el primer largometraje nacional en formato stop motion en llegar a la pantalla grande. Narra la historia de Frankelda, una chica que desde pequeña se dedica a idear y escribir relatos de terror; nos muestra un universo en el que el mundo del inconsciente se materializa en criaturas fantásticas que interactúan con nuestra realidad. Frankelda se encuentra con todos los personajes que en algún momento escribió y ahora debe trabajar junto con ellos para salvar la tierra de los Sustos.

A pesar de ser una cinta infantil, Soy Frankelda utiliza elementos del surrealismo, la comedia y el terror, e incluso algunas bases del psicoanálisis, para narrar una historia de autorrealización, romance e introspección. Igualmente, retrata una esencia mexicana que se logra sin caer en los estereotipos clásicos; se siente que la ambientación ocurre en México sin necesidad de externarlo.

Escribir fuera de lo convencional

El filme comienza en la infancia. Vemos que desde pequeña Frankelda es una niña con una gran imaginación, y las criaturas e historias que existen en su cabeza le ayudan a lidiar con una realidad donde ella es rechazada; su pasión por la escritura surge cuando, después de la muerte de su madre, comienza a plasmar este mundo mágico en papel. No obstante, sus escritos son infravalorados, ya que se encuentra en un contexto misógino y rígido, donde las creaciones que se salen de lo convencional son juzgadas, y más aún cuando provienen de una mujer.

A medida que va creciendo, su manera de representar el terror se vuelve cada vez más compleja. Cuando ya es mayor, sus miedos no son tan simples como cuando era pequeña; ahora se enfrenta a temores que van más allá de lo físico: ya no son monstruos ni seres concretos lo que le angustia, sino más bien sus propias emociones, su autopercepción y la incertidumbre lo que le atemoriza. Sin embargo, logra darle forma a estos miedos intangibles, y eso es lo que da la esencia de sus escritos.

A la par que se nos muestra la vida de Frankelda en nuestro mundo, se nos va presentando también el universo alterno de los Sustos. Se explica que este está directamente conectado con nosotros. Es ahí donde toman vida los miedos que después se presentarán en nuestros sueños; ellos no existen sin nosotros y, a su vez, cumplen un rol fundamental en nuestras vidas.

El miedo es inherente a la humanidad

Esta dualidad, que en el filme se expresa explícitamente, ocurre también en nuestra vida cotidiana de una forma más abstracta, dado que los miedos en sí no son algo tangible, pero están presentes en todo ser humano, cada quien manifestándolo de manera única y personal. Es necesario que la parte de Frankelda que está bailando y enfrentándose a los Sustos exista también en nuestro plano real.

Al miedo lo podemos interpretar como una evidencia de que la imaginación existe, al mismo tiempo que funciona como mecanismo de defensa y supervivencia. Esto lo convierte en una necesidad, dado que sin él no solamente tendríamos una menor percepción del peligro, sino que además un mundo sin miedo sería un mundo apático, en donde menos nos veríamos en la necesidad de superarnos como personas, pues uno de los pasos fundamentales para esto implica asimilar y enfrentarnos a nuestros miedos.

Así, la historia nos invita a darle otro significado al miedo: dejar de verlo como algo completamente aversivo y entenderlo como una parte de lo que nos hace ser quienes somos, abrazarlo y convivir con él. Todo esto es lo que nuestra protagonista va asimilando a medida que se desarrolla la trama.

Enfrentar el rechazo

Para combatir al enemigo, Frankelda debe apoyarse de los Sustos y atacar a uno de sus mayores temores: el rechazo ajeno. Se van presentando una serie de acontecimientos que la obligan a salir de su zona de confort, la cual está guiada por un temor que la ha estancado durante toda su vida.

Entonces, es momento de que Frankelda confronte sus angustias para poder explotar el potencial que durante años ha reprimido. Debe comenzar a escribir su destino, no dejar que este le afecte como si fuera inamovible, ya que, así como se ha dedicado a escribir historias sobre otras criaturas, tiene que aprender que tiene el mismo poder para tomar sus decisiones y ahora escribir sobre su propia vida.

Soy Frankelda está disponible en las tres Cinetecas Nacionales.

Andi Sarmiento

Me gusta escribir lo que pienso y siempre busco formas de cambiar el mundo; siempre analizo y observo mi entorno y no puedo estar en un lugar por mucho tiempo