Casi al cierre de la primera semana de la COP 26, un grupo de jóvenes entregó un documento que resume demandas de miles de jóvenes alrededor del mundo. La secretaria ejecutiva de la Convención en Cambio Climático de la ONU, Patricia Espinosa, no pudo prometer que sus demandas se fueran cumplir.

Texto y Fotos: Arturo Contreras Camero

GLASGOW, ESCOCIA.- Durante los últimos meses miles de jóvenes se involucraron en las discusiones de las Naciones Unidas sobre cambio climático; y trabajaron un documento para resumir lo que esperan de los líderes mundiales durante la Conferencia de las Partes. Pero al recibir el documento, Patricia Espinosa, excanciller mexicana y actual secretaria ejecutiva de la COP no pudo prometer que sus expectativas se cumplan. 

“Estaremos llevando estos problemas, estas demandas a la atención de las delegaciones. Creo que todas son razonables y justificadas. No sé si tendremos un acuerdo con todos ellos, pero les pondremos mucha atención a los procesos generados por las juventudes”, dijo Espinosa durante su intervención. 

Mientras se llevaba a cabo el evento en el Centro de Convenciones de Escocia, donde se desarrollan las discusiones de la COP26, a menos de dos kilómetros, unas 10 mil personas inundaron las calles del centro de Glasgow demandado los mejores resultados de esta cumbre mundial. La mayoría eran jóvenes y niños que faltaron a las escuelas.

Estas peticiones fueron organizadas por cinco jóvenes de Youngo, la representación de las juventudes y la niñez ante la ONU. Esta fue formada en 2009 a partir de la activa participación de personas jóvenes en eventos de las Naciones Unidas y que se reconoció como una parte importante de las COP dos años después en Durban, Sudáfrica. 

Estas son las peticiones que hicieron llegar a los líderes mundiales: 

Desde Pakistán, Ifran Ullah recordó que es necesario que los países de mayores ingresos se comprometan a ayudar a las naciones más pobres en adaptarse al cambio climático. “Si no lo hacen, no solo nos fallan a nosotros, sino a sus hijos y a sus nietos”, aseguró. “Las excusas de desempleo e inflación no deberían ser excusa para estos fondos que intentan solucionar un sistema que no funciona y que le va a dejar a nuestra generación un mundo roto”. 

Pakistán está sufriendo intensas sequías, además de la erosión de sus suelos y la desecación de sus ríos, provocados en gran medida por el acelerado derretimiento de los casquetes de hielo en los Himalayas. 

Aislinn Muligan, del Reino Unido, demandó que se acelere la transición de energías fósiles y que se detenga la extracción de petróleo en vastas regiones del mundo donde esta actividad destruye ecosistemas forestales. Además pidió que, con ayuda de los fondos de mitigación, se desarrollen estrategias a la medida en comunidades rurales para que puedan introducir energías renovables que no afecten el desarrollo económico de las mismas y su vida comunitaria. 

Desde Alemania, Sophie Ströhler, de 24 años, pidió que se detengan las acciones de agricultura extensiva; esto por el gran daño que causan a la riqueza del suelo y a la degradación de los bosques. “Al mismo tiempo que reconocemos los esfuerzos para detener la deforestación en 2030, necesitamos proteger los bosques que son esponjas naturales del dióxido de carbono” 

También pidió que se reconozca a las comunidades indígenas, guardianes de estos territorios, como poseedores de los saberes para su conservación; y que no sean reducidos a simples víctimas del avance de la extracción y la deforestación. 

Zi Han Xuan, originario de China y habitante de Singapur, pidió que en las ciudades se promueva la innovación para aplicar tecnologías de descentralización y reducción de la huella climática en los grandes asentamientos humanos. “Llamamos a los gobiernos a que reconozcan la importancia de las acciones locales, y que sus estrategias de sustentabilidad se enfoquen en disminuir las desigualdades sociales y económicas.

Zi Han, Sophie e Ifran son parte de un grupo amplio de jóvenes que se dieron a la tarea de sistematizar las peticiones de miles de jóvenes de todo el planeta que mandaron sus peticiones a esta sección de las Naciones Unidas a través de más de 600 horas de trabajo en línea.