Sabemos que es difícil, que los indígenas son los únicos afectados, pero hay que usar todas la logística posible para acercar lo más básico, médicos, comida y agua; ellos mismos van a levantar sus colonias, se pondrán de pie como lo han hecho en otras historias de Acapulco, solo falta que esa mirada llegue a ellos
Por Kau Sirenio @kausirenio
Las imágenes que circulan en las redes sociales son aterradores; las calles lleno de basura y escombros, no hay espacio que no este dañado; esto es en la zona turística, aún falta saber en que condición están las colonias populares de Acapulco.
Si de por sí, las calles de la colonia Alborada 19, siempre ha estado abandonados ahora que la ayuda todavía no llega, lo que escurre en estas colonias son lodos, además de baches, arbustos, polvo, y el zumbido de los enjambres de zancudos que brotan de las barrancas de agua sucia.
En esta colonias falta todo, no hay servicios básicos, como médicos, agua potable, el drenaje está inservible y el transporte público aún no funciona; estos son los daños que dejó el huracán Otis y los principales damnificados son los migrantes indígenas que viven en estás zona donde falta todo.
Las casas de la colonia Lázaro Cárdenas se quedaron sin techos, las laminas volaron por todas partes; mientras que las casas de la Sinaí, Simón Bolivar que están construidas a base de madera, de palapa y de lámina de cartón y una que otra de material, solo quedó lasa paredes de madera y cemento.
La precariedad de este asentamiento donde viven los indígenas que llegaron el puerto, de por sí no tenían nada, con el huracán se quedaron peor que en sus comunidades de origen, aquí urge que la ayuda del gobierno federal se asome, en estas calles antes del brote de enfermedades y las víctimas inmediato son los niños.
La mayoría de los que viven en las colonias indígenas vienen del Alto Balsas (nahuas), Copalillo, Zitlala y Chilapa; los ñuu savi son de los municipios de Cochoapa el Grande, Metlatónoc, Xalpatlahuac, Atlamajalcingo del Monte, Copanatoyac, Tlapa, San Luis Acatlán, Ayutla e Igualapa; mientras que los me’phaa migraron de los municipios de Malinaltepec, Tlacopa, Iliatenco, Acatepec y Zapotitlán. Y los ñom’daa nankue provienen de los municipios de Tlacoachistlahuaca y Xochistlahuaca.
Esta población está asentada en las colonias Chinameca, Hermenegildo Galeana, La Base, Ciudad Renacimiento, La Sabana, Nueva Generación, Ampliación Unidos por Guerrero, Sinaí, Jacaranda, Izazaga, la Frontera, Alborada 19, Coloso, Colosio, La Venta, La Parota y La Libertad viven los na savi.
En El Treinta, El Bejuco, Tres Palos, 10 de Abril, San Pedro las Playas, Puerto Marqués, San Martín El Jovero y Los Órganos de Juan R. Escudero está otra parte de la población indígena que necesita ayuda.
Los migrantes indígenas necesitan que la prensa visite sus colonias para documentar las carencias, urge que reporteras y reporteros dejen de criminalizar a estos colonos abandonados de la tierra y de la política del Estado.
El problema es mayor para los migrantes indígenas, ahora tienen que reorganizarse para abrir las escuelas primarias bilingües para que sus hijos tengan un espacio donde estudiar; recobrar la normalidad se requiere de la participación de todos los mexicanos.
La migración de indígenas hacia Acapulco ayudó a fortalecer la economía gracias a su destrezas como trabajadores de la construcción se construyeron hoteles y viviendas de interés social en el puerto, ahora están relegados en las colonias populares donde se fueron a vivir cuando llegaron al Paraíso del Pacifico.
Sabemos que es difícil, que no son los únicos afectados, pero hay que usar todas la logística posible para acercar lo más básico, médicos, comida y agua; ellos mismo van a levantar sus colonias, se pondrán de pie como lo han hecho en otras historia de Acapulco, solo falta que esa mirada llegue a ellos.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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