Sin novedad en el frente: contra la romantización de la guerra

2 febrero, 2023

Ciento seis años después de esta historia, sigue habiendo gente que aspira a pelear en un ejército, lo que nos habla de lo poco que aprendimos sobre estos sucesos históricos.

Texto: Andrea Sarmiento Pastrana

Foto: Foto tomada del trailer oficial

CIUDAD DE MÉXICO. – El director alemán Edward Berger, nos presenta Sin novedad en el frente (Im Westen nichts Neues); un relato desarrollado durante el conflicto entre Alemania y Francia en la Primera Guerra Mundial. La historia es protagonizada por Paul, un joven de 17 años quien ansía, junto con sus amigos, alistarse para la guerra. En un principio todos están emocionados, pues la propaganda se ha encargado de hacerles pensar que deben aspirar a convertirse en soldados para ser reconocidos como héroes. Pero conforme avanza la trama, nuestro personaje se va dando cuenta de que la realidad no es como la había idealizado.

A diferencia de otras películas bélicas, esta no lleva una narrativa de superación; sale del clásico discurso con final feliz, en el cual toda adversidad es superada gracias a la fuerza de voluntad.

Paul aprende que una guerra no es cualquier cosa, comprende el significado de quitar vidas y luchar por la suya; implica pasar sed, hambre y frío. Una explotación inimaginable en nuestra vida cotidiana. Esto no se menciona en la propaganda del ejército, donde se vende la idea de que el hombre más fuerte, valiente y honrado, es el que arriesga su vida por defender a su patria.

La guerra no es más que una disputa entre personas egoístas que se rehúsan a llegar a un acuerdo con el otro. En su lugar, deciden mandar al pueblo a matarse entre sí, haciéndoles creer que es lo correcto. Los líderes del ejército dejan de ver a los soldados como personas y comienzan a verlos como fichas en su juego de mesa. Fichas que pueden manejar y sacrificar a su antojo con tal de ganar una partida. El nacionalismo se utiliza como estrategia de manipulación para que la gente siga peleando, pensando que debe hacerlo todo por mantener el prestigio de su país, aún si esto significa la muerte.

Las muertes se tornan en imágenes traumáticas que ni siquiera pensamos posibles.

Una película para reconocer nuestros impulsos y necesidades

No es una película apta para todo público. El director intentó reflejar la verdadera crudeza de una guerra con escenas de violencia que pueden perturbar a cualquier persona sensible.

Por otra parte, es un filme que nos enseña la diferencia entre querer y tener que ir a combatir. No son países sin opciones, a los que no le quede más que defenderse, como ha sido el caso para otros lugares; lo que vemos son dos países con mucho poder, tanto que pueden darse el lujo de defender su orgullo por medio de las armas.

Lo impresionante es que la historia ocurre en 1917. Y a pesar de ello, podemos encontrar similitudes con el mundo actual. Aunque nos ubiquemos más de un siglo después: la guerra continúa.

No es necesario que sea un suceso del calibre de una Guerra Mundial para que sea un problema considerable; hay países viviendo ataques, víctimas de bombardeos debido a los intereses económicos de cada gobierno, los cuales se cargan la vida de miles de personas inocentes.

El ideal nacionalista y colonialista sigue reinando en el mundo, razón por la cual, hasta la fecha, el ejército se mantiene como los pies para cada país, pues es importante tener «un cuerpo de defensa y ataque». Permanece el pensamiento de que la patria es lo primero, lo cual da entrada a conflictos por el territorio y, sobre todo, a actitudes racistas que se rehúsan a aceptar las diferencias entre cada cultura. Ciento seis años después de esta historia, sigue habiendo gente que aspira a pelear en un ejército, lo que nos habla de lo poco que aprendimos sobre estos sucesos históricos.

Sin novedad en el frente es un reflejo realista de las consecuencias que trae consigo esa ideología. Nos demuestra lo peligroso e inconsciente que es idolatrar los tiempos de tragedia; nos enseña esta narrativa inhumana que fomenta estas peleas que solo causan daño a quienes participan. Es hambre, tristeza, desesperación, tortura; nada que debamos desear, se rompen familias y amistades.

La guerra es algo que solo puede ser deseado por quienes no han estado ni cerca de vivir en una.

Esta película, que tiene nueve nominaciones a los premios Óscar, está disponible en Netflix.

Andi Sarmiento

Me gusta escribir lo que pienso y siempre busco formas de cambiar el mundo; siempre analizo y observo mi entorno y no puedo estar en un lugar por mucho tiempo