El 25 de septiembre de 2015, falleció Hugo Gutiérrez Vega. El «gigante de las letras» marcó la vida de la Universidad Autónoma de Querétaro. A 7 años de su partida, académicos, políticos y periodistas reflexionan sobre su legado.
Texto: Nitzia Pichardo, Fabián Bocanegra y Carlo Aguilar / Centro Universitario de Periodismo de Investigación (CUPI) de la Universidad Autónoma de Querétaro
Foto: Arturo López / Conaculta / Archivo Ccuartoscuro
QUERÉTARO. – El 25 de septiembre es una fecha significativa a partir de 2015, para la poesía, la cultura y la diplomacia en México. Luto y recuerdo de un personaje que enriqueció el mundo de las letras. Símbolo de la lucha a favor de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y en defensa de la educación. Hablamos de Hugo Gutiérrez Vega.
Han pasado 2 mil 555 días de aquel viernes. La nostalgia, los recuerdos, pero sobre todo, su sencillez y aportes, enmarcan mencionar su nombre.
Su grandeza lo llevó a recibir múltiples premios y reconocimientos. Hay un Premio Internacional con su nombre que entrega la Universidad desde 2011. Galardón que han recibido sacerdotes como Raúl Vera y Alejandro Solalinde; mujeres periodistas como Cristina Pacheco y Elena Poniatowska; músicos como Horacio Franco; e intelectuales como Miguel León Portilla, Carmen Villoro, Eduardo Matos y Mario Magallón.
Para Teresa García Gasca, Rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Hugo Gutiérrez Vega es un referente para la institución. Un ejemplo de ello fue la creación de la Facultad de Psicología.
García Gasca destacó que Hugo Gutiérrez Vega estableció una dinámica diferente como Rector, por lo que da una visión distinta a la Universidad. Consideró que el principal legado del Doctor Honoris Causa -por la Universidad de Guadalajara-fue el sentido de pertenencia “y de identidad muy importante. Tan importante que lo seguimos recordando todo el tiempo, con mucho cariño”.
“Hizo una labor que marcó la vida de la Universidad, quedo tatuada en las y los universitarios que lo recuerdan, que lo nombran, que lo renombran”, expresó al referirse sobre el periodo en el que fungió Gutiérrez Vega como Rector de la UAQ (1966-1967).
En 2015, cuando Gutiérrez Vega murió, Gilberto Herrera Ruiz era rector de la UAQ. Una de las maneras en que honro su vida fue con un discurso de despedida durante una ceremonia que realizaron en su memoria. Ese día, Herrera Ruiz expresó una palabra en húngaro que repetía el poeta.
“Quise igualmente despedirlo con esa palabra: Uram. Significa mi señor (en húngaro), en respeto para un gran universitario que se nos iba en ese momento”.
El senador por Querétaro refirió que la opinión del ensayista era “vital para saber si un libro se publicaba o no en los temas que él dominaba”.
Además, percibió que Hugo “no era una persona que solo recibía al Rector; recibía a cualquier universitario, a cualquier queretano y siempre le extendía la mano”.
El legado de Gutiérrez Vega también llegó fuera de la Universidad. Po ejemplo, Gilberto Herrera puntualizó que Elena Poniatowska comentó que el origen del nombre del entonces Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se debe a él.Ella fue ganadora del premio que entrega la máxima casa de estudios en honor al poeta,
Herrera Ruiz reconoció que, posterior a la entrega del premio “Hugo Gutiérrez Vega”, se distinguía la amplitud cultural que tenía el personaje. Y dice que era muy “enriquecedor” para quienes tuvieron la fortuna de convivir con él.
Hugo Gutiérrez Vega escribió y publicó 58 libros en casi 50 años, de 1965 a 2015. Su obra es basta, y tiene poesía, ensayos, narrativa y antologías. Después que falleció, se registran otras 7 publicaciones que retoman algunos textos o poemas de él.
Recibió el Premio Nacional de Ciencias, Letras y Artes en 2013, en la categoría Lingüística y Literatura. En 2015 ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua. Años antes recibió el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores por el libro “Peregrinaciones. Poesía 1965-2001. Bazar de asombros II”.
El primero de los premios fue en 1976, “Bellas Artes de Poesía Aguascalientes”, por la obra Cuando el placer termine. También fue galardonado en 2001 con el Premio Iberoamericano Ramón López Velarde.
Guadalajara ha sido una ciudad con el sello cultural o presencia de Hugo Gutiérrez Vega. Ahí, la Universidad pública le entregó un Doctorado Honoris Causa. También la Feria Internacional del Libro (FIL) en esa ciudad reserva un premio o espacio de Periodismo Cultural en su honor, durante cada edición.
Teresa García Besné, Secretaria de Cultura del Municipio de Querétaro y exdirectora de Difusión Cultural de la UAQ, recuerda que la biblioteca personal de Hugo Gutiérrez Vega en su primer departamento que vivió en la Ciudad de México, estaba conformada por libros en casi 80% de la superficie del inmueble.
“En esos tiempos era considerado un departamento pequeño, un departamento no muy grande, con la biblioteca ocupando el 80% de la casa -te podrás imaginar- (sorprendía) a la gente que amamos los libros: era prácticamente toda la sala, todas las habitaciones. No había espacio que no tuviera libros».
Y precisa que “en el momento en el que te ponías a revisar el acomodo de los libros, tenía un acomodo impresionante (…) en poesía, periodismo… sí había una estructura muy pensada con todo y que los libros se empiezan a desbordar, aun cuando es amante de la lectura.
,Encargada de gestionar y lograr que esa biblioteca personal, con cerca de 10 mil documentos, pasara a la Universidad –lo cual se concretó entre 2018 y finales de 2020–, la titular de Cultura Municipal observó con detenimiento la cantidad de libros en el inmueble de Copilco. Esto le permitió entablar amistad con Lucinda Gutiérrez.
“(…) No quería dejar afuera con toda la labor que hicimos con Lucinda Gutiérrez hija: con quien trabajé de la mano para llevar todo esto a cabo. Tratar de colocar la biblioteca como la tenía en su casa y prácticamente no romper con esa misma dinámica. Él, como buen lector y buen intelectual, tenía libros en segunda fila“.
Entrevistada en su oficina del Centro Histórico, García Besné destacó la gestión y el aporte que tuvieron Dolores Cabrera Muñoz y Mariano Palacios Alcocer, ambos en su momento Rectora y Rector, para lograr el recurso económico que hizo posible traer la biblioteca personal de “don Hugo” al Patio Barroco.
Sobre la entrega de Premio Hugo Gutiérrez Vega, Tere García Besné atesora en su recuerdo la ceremonia y anécdotas de cuando Elena Poniatowska fue la galardonada. Esto pasen el Teatro de la República en diciembre de 2012.
“En esa ocasión me tocó acompañar a Hugo Gutiérrez al teatro -me tocó darle el abrazo, afortunadamente-, charla coloquial. Siempre te impone un hombre con esa personalidad. Llegamos y estaba Elena (…) fue el último premio que se entregó en el Teatro de la República, los demás los dimos en el Patio Barroco. Fue muy emotivo entre ellos. Realmente creo una amistad de años, una amistad entrañable. Elena todavía estaba físicamente muy bien, entregada a su trabajo. Muy orgullosa recibió el premio de la Universidad”.
Entre los recuerdos individuales, Agustín Escobar Ledesma, productor de Radio Universidad, escritor y amigo de Gutiérrez Vega, expresó que ahora que lo ve con distancia, “abusó de su generosidad”, ya que cuando tenía algún libro para editar, le pedía que lo prolongara. Es así como los prólogos que redactaba Gutiérrez Vega eran también publicados en “La Jornada semanal”.
“Insisto, era muy generoso. Nunca me dijo que ‘no’”. Escobar también recordó que convivieron durante la presentación de uno de sus libros en la Galería Libertad. También se invitaban a comer enchiladas en “El Arcángel”.
Agustín recordó que pudo participar en la vida íntima del poeta. Lo visitó en sus distintos hogares como en Juárez o Copilco y comió junto con él. “Era algo para mi insólito que me invitaran a la mesa, porque eso no ocurre con el resto de personas que mantienen ese estatus social”
En el aspecto cultural, Hugo Gutiérrez Vega se destacó con la creación de Los Cómicos de la Legua, así como su apoyo a grupos artísticos. Invitó a personalidades con relación al marxismo o freudismo.
“La derecha confesional salía y llegaba a protestar en esos espacios donde están”, dice Agustín Escobar.
A casi ocho años de lo ocurrido la noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, con la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Agustín Escobar recordó que Hugo Gutiérrez Vega fue invitado a una ceremonia que recordaba y exigía su aparición con vida.
“Aquella masacre marcó al país y, a partir de esta situación, su preocupación estuvo en él durante este año [2014], pues fue una represión ejercida desde el Estado”, manifestó Escobar Ledesma, quien puntualizó que entre sus principales preocupaciones se encontraba en lo sucedido realmente en la “verdad histórica”.
Para la Rectora Teresa García Gasca, es un “gran orgullo” formar parte de la Universidad de la que Hugo Gutiérrez Vega fue parte. Aunque recordó que la institución lo rememora de diferentes maneras. Un ejemplo es el premio internacional “Hugo Gutiérrez Vega”, a las Artes y Humanidades y la librería con el mismo nombre.
“Pero esos son simbolismos, yo creo que el mejor recuerdo y el mejor reconocimiento es a través de la Universidad y el ir transmitiendo a las nuevas generaciones de universitarios la obra de Hugo, sus ideales, su legado, su pasión por la Universidad, su forma tan humana de ser y, sobre todo, que nos haya permitido transformarnos”, finalizó.
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