Siembra tu cannabis

29 octubre, 2019

Microfilme Postal, columna de opinión por Daliri Oropeza Alvarez

La iniciativa de ley que propuso Olga Sánchez Cordero en el Senado sólo limita la siembra de plantas de cannabis para el autoconsumo, no para el uso farmacéutico o comercial. Las empresas y gobiernos ven la mariguana en términos de consumidores. Los estigmas quedan en los cajones, para buscar compradores

Twitter: @Dal_air

Seamos sinceras. ¿Quién te puede hacer algo por tener una planta de mariguana en tu casa? ¿Quién no sabe que es parte de la herbolaria de las abuelas como farmacia hogareña? ¿Inconfundible el método del alcohol untado? Pero si es ilegal, entonces de dónde salían los remedios antes.

La mariguana tiene lo menos 60 cannabinoides documentados por investigadores que contiene la planta de cannabis, de los cuales, sólo 12 han sido estudiados a profundidad. Los más populares son el tetrahidrocanabinol, identificado por su efecto psicoactivo alucinógeno y más recientemente el canabidiol o CBD, en boga por sus propiedades curativas en casos de epilepsia, ansiedad, dolores, acompañando quimioterapias y como tópico en cremas.

También hay canabinoides como el cannabigerol (CBG); es un antibiótico natural y trata padecimientos de la piel o el tetrahidrocannabivarina (THCV), reduce el hambre y trata trastornos en el páncreas relacionados con diabetes.

Cómo olvidar cuando caí en conciencia que esa planta que estaba en el jardín de mi abuela era mariguana. Solía sentarme con ella entre las flores a platicar y tomar el sol. Iba en la prepa cuando reconocí que esa planta que cambiaba de vez en vez en su jardín era una “mota”. Hasta bromeé con ella sobre fumarla. Ella la guardaba en alcohol, muchas veces fue lo único que le calmó el dolor.

La cannabis es una planta rebelde que difícilmente la industria lograría dominar del todo. Sus canabinoides actúan de manera conjunta para ser un remedio integral.

Entonces, por más que las farmacéuticas se empeñen en sintetizar y extraer los compuestos para venderlos por separado de la planta, nunca van a alcanzar el modo integral en que esta planta cura.

Sin embargo, las leyes sí están interesadas en abrir puerta al mercado desde el Congreso mexicano. Actualmente hay 11 iniciativas de reforma de ley en discusión en el Senado, para modificar la ley General de Salud, el Código Penal, la Ley de Amnistía, mayormente enfocadas en fomentar la producción de la planta, a nivel medicinal y recreativo.

Una de esas 11 iniciativas incluye un proyecto de Decreto para expedir una Ley General para la Regulación y Control de la Cannabis, la cual presentó Olga Sánchez Cordero junto con Ricardo Monreal desde Morena el 8 de noviembre de 2018. Antes de que la actual secretaria de Gobernación tomara licencia. En este proyecto aseguran que buscan “equilibrar el enfoque de salud pública con el interés del comercio”.

La propuesta de ley de control de la cannabis pretende regular la siembra, cultivo, cosecha, producción, etiquetado, empaquetado, promoción, publicidad, patrocinio, transporte, distribución, venta, comercialización, y en su caso, la aplicación de medidas de seguridad y sanciones relativas al cannabis y sus productos.

En esta propuesta, la ley permite sembrar para el autoconsumo hasta 20 plantas de mariguana en floración siempre y cuando estén registradas en un padrón y no sobrepasen la producción de 480 gramos al año. Se podría pedir un permiso si por motivos de salud, la persona requiere más. Abre paso a las cooperativas, pero les pone restricciones altas para su organización, como dedicarse sólo a la producción de cannabis.

A su vez, la ley contempla la creación del Instituto Mexicano de Regulación y Control del Cannabis que pueda encargarse de la recusación y control. Oootro instituto, uno solo dedicado a la mariguana. Este instituto es el único que podrá palomear los protocolos de investigación que lleven los científicos sobre el tema. Le adjudican definir los criterios para permitir la indagación científica.

Sobre el uso comercial, aseguran que habría cuatro tipos de licencias que darían a las empresas: Farmacéutico; Terapéutico, paliativo o herbolario; Adulto (o recretativo) o Industrial.

Lo que sí dejan claro es que los impuestos en la compra y venta de Cannabis y sus productos serían determinados por las “autoridades correspondientes”. De ahí en fuera no queda ninguna restricción.

El uso terapéutico y paliativo lo deja a cargo de la Secretaría de Salud, “siempre y cuando se tenga la debida licencia”. “La venta de Cannabis y sus derivados para fines terapéuticos o paliativos se delimitará a los puntos de venta determinados por Instituto”, dicta la iniciativa de ley. Lo mismo para el uso farmacéutico aunque acota la venta a farmacias.

Es importante que al uso recreativo lo llaman “Uso adulto” de la cannabis. En este apartado, la ley dicta que “Queda permitido fumar Cannabis en espacios públicos, a excepción de los espacios 100% libres de humo”. Marca las obligaciones de quienes venden este tipo de mariguana para uso adulto.

En ningún uso, ni farmacéutico, ni industrial, ni comercial ni terapéutico delimitan el número de plantas a sembrar. En el único rubro que lo delimitan es el autoconsumo.

Lo que es bien sabido es que la industria de la mariguana en los países que en los últimos 10 años la han legalizado y se ha traducido en millonarias ganancias. Diarios Europeos estiman que el negocio mundial prevé alcanzar en 2025 los 50 mil millones de euros en ganancias. Canadá lidera las ganancias.

Las empresas y el gobierno solo ven la mariguana en términos de consumidores. Los estigmas poco a poco quedan en los cajones, para buscar compradores.

En México, quien quiere tomar las riendas del jugoso negocio del “Oro verde”, como ha sido nombrado, es el expresidente Vicente Fox, quien fuera empresario y ahora se vende como el activista de la mariguana.

Desde 2013, el expresidente tiene registros de visitar los dispensarios de cannabis que funcionan desde los 90 en el estado de Washington, en el noroeste de Estados Unidos. El segundo estado en legalizar la mariguana recreativa después de Colorado.

En 2014 tuve la oportunidad de entrevistar a John Davis, director del dispensario Northwest Patient Resource Center (NWPRC) en Seattle, Washington. Él me contó que conoció a Fox porque lo visitó en su negocio, el cual cuenta con siembra, procesamiento y distribución de cannabis medicinal en todo tipo de presentaciones, desde gomitas, tinturas, aceites, respiradores, cremas, dulces, pasteles, chocolates, bebidas, medidas y la propia planta.

Davis asegura que le comentó muchos secretos al expresidente, el cual estaba muy interesado en saber cómo funciona el negocio, para poder replicarlo cuando se convirtiera legal en México. Me mostraba orgulloso la foto del periódico Westside Seattle donde sale con Fox a la entrada del dispensario.

Cinco años después, ya para 2018, el expresidente se declaró “un soldado de la legalización de la mariguana” según él “en el sentido activista” de la planta de cannabis al unirse como socio del consejo de la afamada revista sobre mariguana High Times a través de la cual ha buscado poner su agenda en los medios.

Como si fuera poco, el expresidente ha realizado varios eventos sobre la mariguana en México en el que resalta una convención en su rancho en Guanajuato en mayo de 2019: Cannaméxico. Ahí dio prioridad al análisis del mercado de la mariguana en distintas partes del mundo, y de qué manera se puede procesar e investigar más para crear negocios. Un encuentro de empresarios, pues, y él que quiere emprender aquí.

Sinceramente, con o sin ley, la siembra propia es lo único que permite un consumo sin sangre de por medio, y prontamente, sin capitalismo voraz de por medio.

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