Campesinos de la región de Libres, en Puebla, rechazan el uso de cañones antigranizo por parte de la agroindustria, que al proteger sus grandes cultivos, afectan los ciclos naturales de la lluvia y arriesgan las cosechan de los campesinos. Si bien es un problema añejo, la organización de la lucha cobra fuerza
Texto: Aranzazú Ayala Martínez
Fotos: Olga Valeria Hernández
“Se adueñan del agua del suelo, ahora se apropian del agua del cielo”, dice la manta que sostienen dos mujeres campesinas sobre la carretera que va de Libres a Cuyoaco, en el estado de Puebla. Quienes la portan acusan a la agroindustria de utilizar cañones antigranizo y, con esto, afectar las lluvias temporales en la región.
Las mujeres forman parte de una asamblea de cerca de 200 personas que buscan un diálogo con el gobierno estatal. Denuncian que no tienen suficiente agua para regar sus cultivos y que la lluvia no cae de manera regular debido al uso de los cañones antigranizo que, aseguran, detienen las precipitaciones.
Esta manifestación sucedió el 26 de agosto, pero desde hace tres semanas empezaron a organizar acciones como cierres de vialidades, exigiendo respuesta de las autoridades ante la problemática que a muchos les ha hecho perder su cosecha y, por lo tanto, su alimento.
Pese a que una semana antes las autoridades se habían comprometido a resolver el conflicto, el miércoles 26 de agosto no hubo claridad en sus propuestas. Para empezar, no acudió nadie de Conagua, pese a ser un actor clave dentro del conflicto del acceso al agua.
Estos cañones están instalados en varios puntos de la zona y utilizados por dueños de grandes extensiones de terreno, que se dedican al cultivo industrial de alimentos como fresa y brócoli.
Han tenido reuniones de asamblea con representantes de la Secretaría de Gobernación (Segob), Secretaría del Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, y Secretaría de Desarrollo Rural, para exigir reparación a los daños.
Otro de los reclamos que los campesinos hacen al gobierno es el acaparamiento de agua por parte de las empresas Driscoll, Granjas Carroll y Audi. Sobre eso, el gobierno no les ha dicho siquiera cuántos pozos tiene la región, de cuántos litros disponen ni dónde están ubicados.
La asamblea mostró su desaprobación ante la falta de preparación de los representantes del gobierno y dijeron que si no se resolvía el conflicto se volverían a cerrar las carreteras, pero esta vez no sólo la federal, como en ocasiones pasadas, sino que incluso podrían cerrar la autopista, aunque no detallaron cuál, pues en la región hay dos autopistas (la más cercana a Libres es la que va a Teziutlán).
Al final, el representante de la Secretaría de Desarrollo Rural propuso darles una indemnización económica por los cultivos perdidos, mediante un padrón y, aunque los habitantes accedieron, saben que no se resuelve el problema de raíz: la falta de agua y el problema con las lluvias.
En un comunicado, la Secretaría de Desarrollo Rural asegura que se “acordó realizar un padrón único de las y los productores afectados en la región por sequía, y revisar la posible superficie afectada para proceder al pago de indemnizaciones de manera directa como parte del programa de Aseguramiento Agropecuario. Dicha revisión y construcción de padrón, se hará con el apoyo de comisarios ejidales, comuneros y las y los propios productores.”
Aunque el conflicto por la falta de lluvia y agua lleva ya cerca de 15 años en la zona de Libres, de acuerdo con algunos de sus habitantes, esta es la primera vez que inician un proceso organizativo de lucha comunitaria.
Si bien no hay como tal una sola organización que agrupe a los habitantes, el ejercicio de hacer asambleas y tomar decisiones en conjunto ha ido cobrando fuerza.
Cabe mencionar que no es la primera vez que estos cañones antigranizo provocan conflicto social en Puebla, pues al menos desde 2018 en la zona metropolitana del estado, campesinos de municipios conurbados protestaron contra la automotriz alemana Audi por la misma razón.
Este viernes 28 de agosto en rueda de prensa, el gobernador Miguel Barbosa dijo que las afectaciones por los cañones “es una acusación no probada de parte de algunos agricultores”. Además señaló que hubieran sancionado a las empresas presuntamente en caso de probar que hubiera afectaciones, y dijo que la Segob brindará apoyo por sequías y no por uso de bombas antigranizo.
Este trabajo fue publicado originalmente en LADO B que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.
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