14 enero, 2021
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirma que la DEA acusó sin pruebas al exsecretario de la Defensa y fabricó un delito con fines electorales. Estados Unidos reclamó por la difusión del expediente y acusó a México de violar un tratado. Salvador Cienfuegos había sido exonerado por la Fiscalía General de la República porque no encontró pruebas
Texto: Alberto Nájar
Fotos: Mario Jasso / Cuartoscuro
Actualización viernes 15 de enero de 2021
CIUDAD DE MÉXICO.- Desde el principio el caso fue polémico. Y ahora, en el final, sigue en la controversia.
La Fiscalía General de la República (FGR) determinó no procesar penalmente al exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda.
El argumento es que no encontró elementos para comprobar la colaboración del militar con una banda de narcotráfico, como le acusó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
La versión fue avalada este viernes por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien inclusive señaló a la agencia antidrogas de ese país, la DEA, de pretender fabricar delitos a Cienfuegos.
La Fiscalía ha actuado porque se consideró que los elementos de prueba presentados por el gobierno de Estados Unidos, en este caso por la agencia que por sus siglas se conoce como DEA, no tienen ningún valor probatorio para procesar, para iniciar un juicio en contra del general Cienfuegos” dijo.
En su conferencia de prensa matutina el presidente resaltó el momento en que ocurrió la captura del militar: cuando empezaba el proceso electoral en Estados Unidos.
“¿Por qué hicieron esta investigación así, sin sustento, sin pruebas? Quiero aclarar que, aun cuando llevaban mucho tiempo con la investigación, detienen al general antes de las elecciones”.
De hecho, el exsecretario de la Defensa había visitado ese país en marzo durante un viaje de vacaciones familiares, añadió el presidente.
Según la Fiscalía General estadounidense desde agosto de 2019 existía una orden de aprehensión contra el militar.
La DEA aseguró que Cienfuegos protegió al grupo conocido como Cartel H-2 que opera en Nayarit. Se trata de una banda que formó parte del cartel de los hermanos Beltrán Leyva, y que era encabezada por Francisco Patrón Sánchez.
Con ese personaje el entonces secretario de la Defensa durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se reunió y sostuvo conversaciones por chat telefónico, afirmó la agencia estadounidense.
La FGR, sin embargo, no encontró pruebas de que eso hubiera ocurrido.
“Se llegó a la conclusión de que el general Salvador Cienfuegos Zepeda nunca tuvo encuentro alguno con los integrantes de la organización delictiva investigada por las autoridades norteamericanas”, señala la Fiscalía en un comunicado la noche de este jueves.
“Tampoco sostuvo comunicación alguna con ellos, ni realizó actos tendientes a proteger o ayudar a dichos individuos, ni realizó actos tendientes a proteger o ayudar” a esas personas.
En consecuencia, “se determinó no ejercer acción penal” contra el militar.
Este viernes, López Obrador ordenó que se publique el expediente completo que envió el gobierno estadounidense, y que forma parte del proceso contra el exsecretario de la Defensa.
El presidente insistió en la actuación cuestionable de la DEA, que pretendió afectar la relación binacional.
Se actuó sin tomar en consideración que había un acuerdo y se intentó, consciente o inconscientemente, afectar la relación entre los gobiernos”.
La difusión del expediente causó problemas diplomáticos. El Departamento de Justicia rechazó que el caso en contra del exsecretario de la Defensa haya sido inventado, como afirmó el presidente López Obrador.
“La información en la que se basó para acusar al general Cienfuegos fue recopilada legalmente en Estados Unidos, de conformidad con una orden judicial apropiada y en pleno respeto de la soberanía de México”, señaló en un comunicado.
Y advierte: “Publicar dicha información viola el Tratado de Asistencia Legal Mutua entre México y Estados Unidos, y cuestiona si EU puede continuar compartiendo información para apoyar las propias investigaciones criminales de México”.
El gobierno estadounidense anunció además que podría reiniciar el proceso judicial en contra del general Cienfuegos.
Este viernes, cuando ordenó difundir el expediente, el presidente Andrés Manuel López Obrador había descartado algún problema con su decisión.
“Cuando se analice nuestro comportamiento se va a entender”, dijo.
Salvador Cienfuegos fue detenido el 16 de octubre pasado cuando aterrizó, con su familia, en el aeropuerto de Los Angeles, California.
Era un viaje de vacaciones que terminó, para el militar, en una prisión federal y su comparecencia ante la Corte de Brooklyn, Nueva York.
De acuerdo con el Departamento de Justicia, desde el 14 de agosto de 2019 existía una orden de captura contra el exsecretario de la Defensa.
El general Cienfuegos, a quien la Fiscalía estadounidense llama El Padrino, fue acusado de lavado de dinero así como de conspiración para elaborar y exportar, entre diciembre de 2015 y febrero de 2017, varias toneladas de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana.
Según la DEA durante varios años investigó al exsecretario de la Defensa, especialmente sus presuntos vínculos con la banda del H-2.
Es el mismo grupo donde colaboraba el exfiscal de Nayarit, Édgar Veytia, sentenciado recientemente a 20 años de prisión en Estados Unidos
La información que la DEA presentó ante la Corte se obtuvo al interceptar “miles de mensajes por Blackberry”, así como datos que aportaron testigos protegidos.
De acuerdo con la agencia estadounidense, a cambio de varios millones de dólares el exsecretario impidió operaciones militares contra la banda de narcotráfico.
También ordenó operaciones contra los grupos rivales del Cartel H-2 y ayudó a localizar embarcaciones con cargamentos de droga.
Cienfuegos, afirmó la DEA, utilizó su posición para alertar a sus presuntos aliados sobre acciones de agencias estadounidenses.
Por estas acusaciones la jueza Bagley Ammon, quien atendía el caso en Brooklyn, negó el derecho de fianza al militar pues según la Fiscalía el general Cienfuegos pretendía huir a México, donde sería protegido “por políticos y delincuentes”.
Fue la primera vez en la historia reciente que un militar de alto rango era detenido fuera de México. Sin embargo, el proceso en su contra fue interrumpido.
En noviembre pasado la Fiscalía General se desistió de los cargos. Según dijo el Departamento de Justicia a la jueza Ammon, diplomáticos mexicanos abogaron por el exsecretario de la Defensa.
Tras las negociaciones las autoridades estadounidenses determinaron que “consideraciones de política exterior sensibles e importantes tienen mayor peso que el interés del gobierno en mantener la persecución penal del acusado”.
El compromiso, se informó entonces, fue que la FGR haría su propia investigación contra Salvador Cienfuegos quien regresó a México el 18 de noviembre.
Este jueves se supo el resultado de las pesquisas. La Fiscalía mexicana analizó miles de hojas enviadas por Estados Unidos, pero no encontró pruebas de las supuestas reuniones y pláticas por chat del exsecretario con el grupo H-2.
También, señala la FGR, se revisó la fortuna personal de Cienfuegos Zepeda y “no apareció dato alguno o síntoma de obtención de ingresos ilegales o acrecentamiento de su patrimonio fuera de lo normal, de acuerdo con sus percepciones en el servicio público”.
Tras esta determinación, legalmente el exsecretario de la Defensa no podrá ser acusado de nuevo de los mismos delitos, al menos no en México.
Productor para México y Centroamérica de la cadena británica BBC World Service.
Periodista especializado en cobertura de temas sociales como narcotráfico, migración y trata de personas. Editor de En el Camino y presidente de la Red de Periodistas de a Pie.
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