¿Qué pendientes les deja el gobierno de López Obrador a quien ocupe la presidencia durante el próximo sexenio en políticas de salud pública y alimentación ? En las discusiones sobre el Proyecto de Nación 2024-2o30, el subsecretario de salud, Hugo López Gatell y Ruy López Ridaura, director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, trazaron algunas rutas

Texto: Arturo Contreras Camero
Foto: Instituto de Formación Política de Morena

CIUDAD DE MÉXICO.- Garantizar que el IMSS-Bienestar otorgue servicios a todas las personas del país sin necesidad de afiliación, que haya medicamentos suficientes y gratuitos en sus farmacias son dos de las metas que deberá perseguir la Cuarta Transformación en su segunda etapa. Además, deberá reforzar la regulación alimentaria, coincidieron dos de los funcionarios de Salud del gobierno Federal más reconocidos en el país, el subsecretario de prevención y promoción de la Salud, Hugo López-Gatell y el director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, Ruy López Ridaura. 

Desde hace un par de semanas el Instituto de Formación Política de Morena inició una serie de foros y consultas para llamar a los correligionarios de ese partido a formar parte en la construcción del Proyecto de Nación 2024-2030. Este sábado realizó el foro Salud, alimentación y entornos saludables, donde además de invitar a la población a participar con propuestas, se ofreció información relevante en la materia para la ciudadanía. 

Qué comemos y de dónde

El director del Cenaprece explicó que durante este sexenio se avanzó mucho con la incorporación de los sellos de advertencia en alimentos con exceso de azúcares, grasas, sales, o carbohidratos, sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer. Por ejemplo, aumentar la regulación en escuelas para liberarlas de la presencia de alimentos con sellos, o crear las condiciones para aumentar la oferta de alimentos saludables en el país. 

“En octubre entra una nueva fase de los sellos, más estricta”, recordó sobre la implementación de los octágonos negros López Ridaura. “Después habrá de dar un nuevo paso, para que se logre que estos productos chatarra cada vez tengan una menor contribución a la dieta de las mexicanas y los mexicanos”, anunció.

Uno de los pendientes, aseguró, es lograr que el congreso apruebe la Ley General de Alimentación, que ha estado en el tintero legislativo desde 2011 y que, por falta de un enfoque claro, no se ha podido materializar. Sin embargo se han hecho avances en lograr una propuesta integral con varios enfoques. Para complementar esa ley, se debería institucionalizar al Gisamac, el Grupo Intersectorial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad, un espacio creado este sexenio desde el que se coordinan varias secretarías de Estado para proponer políticas públicas integrales en materia de producción y consumo de alimentos.

Un ejemplo de lo que podría hacer este grupo institucionalizado sería crear las condiciones para que los comedores escolares de varias escuelas se multipliquen y puedan consumir alimentos de productores locales, en vez de comida procesada, o también aumentar la regulación para limitar la presencia de esos productos en las tiendas y misceláneas del país.

El reto de la salud universal

Por su parte, Hugo López Gatell reconoció que la prevención, que pasa por fomentar una mejor alimentación y estilos de vida más saludables, es la mejor política pública de salud, sin embargo, también se deben fortalecer los sistemas de atención clínica. 

Recordó que durante esta administración se ha luchado para recuperar y expandir las capacidades del sistema público de salud, contrario a las políticas que se venían siguiendo en ese sector ,que apuntaban a la reducción del aparato público para aumentar los servicios de privados. 

“No es dogmatismo ideológico querer defender lo público. Es por una conciencia de que si las cosas quedan a expensas de un mercado libre, desregulado y movido por el lucro, las consecuencias finales son que se quitan beneficios a los pobres y se dan beneficios a los ricos”, dijo sobre los modelos de salud como el Seguro Popular que reducía al Estado a una pagaduría de servicios médicos entregados por empresas privadas. 

El subsecretario celebró que para el final de esta administración habrán 24 o 26 entidades que se habrán sumado al sistema centralizado de salud IMSS-Bienestar, lo que ayudará a la homologación de los servicios que se entregan a personas con algún tipo de seguridad social y los que se dan a personas sin ningún tipo de servicio.

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