El berrinche del dueño de TV Azteca tras ser obligado a pagar 2,800 millones de pesos de impuestos pendientes es el primer paso de una confrontación con la 4T, y marca el camino de su próxima traición al presidente López Obrador.
@anajarnajar
Ricardo Salinas Pliego fue obligado a pagar una parte de los impuestos que debe. Y no le gustó.
En su cuenta de Twitter el dueño de Grupo Salinas que incluye a TV Azteca, se dedicó a lanzar insultos a quienes, desde las filas de la 4T, lo han criticado.
Nada raro. La patanería forma parte del ADN del controvertido empresario. Pero en la cauda de agresiones, violencia verbal y desatinos que escupió hay un tuit que lo desnuda por completo.
Aquí el texto:
El mensaje es claro. Salinas Pliego piensa que los simpatizantes del movimiento político que gobierna al país son comunistas.
Cree, además, que obligarlo a cumplir la ley y pagar impuestos es comunismo, pero no la propuesta política que promueve sociedades sin clases sociales con un sistema de propiedad común.
No. Con su tuit el magnate confiesa que ve al comunismo como una ideología maligna, violenta, que promueve la desintegración social y la expropiación de todos los bienes.
La misma definición de los grupos de ultraderecha que combaten los derechos de niñas y mujeres, aplauden la represión social y financian golpes de estado.
Pero lo más grave es la forma como define a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador: un gobierno cavernícola, carente de razón y violento.
Y todo porque el Tribunal Federal de Justicia Administrativa emitió una sentencia que le obliga a pagar dos mil 800 millones de pesos de impuestos.
Es una parte del adeudo, pues el magnate enfrenta otros juicios por incumplir sus obligaciones fiscales.
La furiosa reacción de Salinas Pliego era previsible. Después de todo resultó afectado en lo único que le interesa: el dinero.
En sus mensajes ofensivos olvidó que es uno de los empresarios más consentidos de la 4T. Que forma parte del Consejo Asesor Empresarial presidencial.
Tampoco se acordó que el Gobierno Federal le permitió obtener enormes ganancias con la administración de los recursos enviados, a través de su banco, a los beneficiarios de programas sociales.
Un promedio de 300 mil millones de pesos entregados a Banco Azteca para entregarlos a maestros, campesinos, jóvenes becarios, personas de la tercera edad…
¿Cuánto dinero representó en intereses obtenidos por el ingreso de estos recursos a la contabilidad del banco? No se sabe. Tampoco está claro el dinero que se pagó como comisión por el manejo de los recursos.
Esto no lo dice Ricardo Salinas, como tampoco hubo palabras para la defensa, tácita y abierta, que ha hecho el presidente López Obrador de su papel de presunto evasor fiscal.
Nada de eso contó al momento de verse obligado a cumplir con las leyes, ésas que se ha saltado desde hace décadas.
En sus rabiosos mensajes el magnate se muestra, por lo menos, como un malagradecido. O tal vez hay otras razones más profundas para su reacción.
En diciembre de 2020 publiqué una columna titulada Salinas Pliego: el falso -y peligroso- amigo de AMLO.
El argumento central fue que el dueño de TV Azteca traicionará a López Obrador cuando empiece la recta final de su sexenio, y aparezcan las señales naturales por el desgaste de gobernar un país como México.
Lo hizo con Carlos Salinas de Gortari, quien le abrió la puerta a la riqueza que ahora ostenta y también con los siguientes cuatro presidentes.
Y por la forma rabiosa como respondió al fallo del Tribunal, Ricardo Salinas Pliego parece que ha emprendido el camino de su próxima traición: esta vez contra el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Productor para México y Centroamérica de la cadena británica BBC World Service.
Periodista especializado en cobertura de temas sociales como narcotráfico, migración y trata de personas. Editor de En el Camino y presidente de la Red de Periodistas de a Pie.
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