Rostros del agua: la conquista del agua

9 septiembre, 2024

Doña Fili sostiene una piedra volcánica del Pedregal de Santo Domingo, al sur de la Ciudad de México. Fotos: Lizbeth Hernández

La Asamblea general de pueblos, barrios, colonias y pedregales de Coyoacán protagonizó una gran lucha en defensa del agua potable de la megalópolis mexicana. En 2021 logró que se hiciera un nuevo pozo, para abastecer a la zona centro de la colonia Pedregal de Santo Domingo

Texto: Flor Pagola, Caro Bas, Made Wattenberger, Eliana Gilet
Foto: Lizbeth Hernández

CIUDAD DE MÉXICO.- Si no se conociera la historia del aguantador y de las manos llagadas por picar piedra, no se entendería por qué un barrio entero se planta durante más de dos años a denunciar el “ecocidio” que cometió una empresa inmobiliaria en el predio de Avenida Aztecas 215, sobre una vía principal del Pedregal de Santo Domingo.

“¡Cómo luchamos por ese acuífero que tocó la inmobiliaria Quiero Casa, y el mal gobierno que teníamos! Porque no hicieron caso a las demandas del pueblo. Hicimos ocho asambleas, marchas, protestas y veíamos con tristeza cuánta agua tiraban al drenaje, pero ahora sí están preocupados por el problema del agua, ¡ahora sí hablan de Aztecas 215! Sabemos que su agua viene desde el volcán Xitle, los Dinamos, (la alcaldía Magdalena Contreras) y llega hasta Iztapalapa. Ahora sí están muy preocupados, pero en su momento todos se hicieron omisos al llamado que hacía el pueblo”, recuerda María Santiago Maqueda, una mujer indígena que viste un colorido huipil bordado y un sombrero para protegerse del sol, cuando charlamos.

La denuncia contra Quiero Casa comenzó en 2015, (tras una larga lucha contra el proyecto Ciudad del futuro) cuando la ciudad era gobernada por Miguel Ángel Mancera y la alcaldía Coyoacán estaba en manos de Mauricio Toledo, quien hoy está prófugo de la justicia mexicana, acusado de enriquecimiento ilícito y cuya extradición Chile negó a México. Ambos habían sido electos por el Partido de la Revolución Democrática, que entonces representaba a la izquierda electoral mexicana.

“Mancera nos dijo que el agua era sucia y Patricia Mercado (su secretaria de Gobierno) que escurría de las grietas, pero el doctor Óscar Escolero (fallecido en 2023) del Instituto de Geología de la UNAM demostró que era agua limpia, potable y parte del mismo cuerpo de agua que está ahí arriba, en el (parque del) Copete”, recuerda María.

La indiferencia oficial obligó a la gente a crear un plantón como medida de lucha: instalaron una carpa en la calle frente a la puerta donde entraban y salían los precarizados trabajadores de la construcción. Así, la Asamblea general de pueblos, barrios, colonias y pedregales de Coyoacán protagonizó una importante lucha en defensa del agua potable de la megalópolis mexicana.

“Ese plantón se mantuvo gracias a la solidaridad de nuestros hermanos que nos donaban un jarrito de café, unos frijolitos o víveres. A partir de ahí, todos vieron cuánta agua se tiraba al drenaje. Nosotros decimos que fue un ecocidio, porque la escasez de agua no es nada más aquí, es mundial y ellos (los funcionarios de gobierno) se hicieron cómplices del tiradero de agua que la empresa hizo”, cuenta María Santiago.

En cada asamblea semanal las vecinas cortaban la avenida Aztecas para abrir al barrio la discusión, y cada viernes funcionaba la Escuelita popular Piedra y manantial, que recibía gente de todo el país y Latinoamérica en apoyo a la lucha de los Pedregales.

Para Doña Fili, este es un espacio único de formación para la comunidad:

“Un plantón transforma. Transforma tu pensamiento, todo lo que te han impuesto que pienses, lo cambia. Y eso espanta al sistema, al gobierno. No sólo en México, en todo el mundo, porque la misma gente tiene la capacidad de organizarse. Cuánta gente se acercó a nosotras y todo gracias al manantial. No es por presumir pero ¡viva el plantón de Aztecas 215!»

A fines del 2021, el Comité en defensa del agua, hijo del plantón de Aztecas y continuador de su reclamo histórico, logró que se hiciera un nuevo pozo, para abastecer a la zona centro de la colonia Pedregal de Santo Domingo.

Fue una lucha difícil, casa por casa: “empezamos a luchar con las autoridades, ellos a que no y nosotras a que sí.” Para demostrar la voluntad común (y también para unificar esa voluntad) juntaron más de mil firmas entre los vecinos de la zona, reclamando la construcción del pozo: uno de los primeros en ser construídos en la capital mexicana por exigencia popular.

María Santiago Maqueda posa para foto frente al pozo San Luis 1, en el Pedregal, gestionado por los vecinos. Foto: Lizbeth Hernández

“Tuvimos muchos problemas con vecinos y gente que sabía que se les iba a acabar su botín político. Al principio, había ´líderes´en el barrio (que funcionaban como contacto de los partidos con la base social, similar a un puntero político) y esos líderes jalaban gente hacia su lado. Si uno era líder de tres manzanas, luchaba por esas tres, mientras otro de más allá, luchaba por lo suyo y los demás, por lo propio. Lo que nosotras tratamos de hacer es que la gente de la colonia se una, sin importar su posición económica, dónde viva o cuántos vivan en casa. Lo que queremos tener es un entorno de convivencia”, recuerda María del Carmen Pelayo, vecina de la colonia e integrante del Comité.

Una vez que fue puesto en funcionamiento el pozo en Santo Domingo, el suministro comenzó a fallar. En marzo de 2024, el Comité advirtió a la autoridad que tomarían el pozo si no resolvían el asunto pronto, y funcionó. A marchas forzadas y bajo vigilancia permanente, garantizan el derecho común.

El manejo del agua y su escasez se volvieron un tema central en las campañas de 2024 para gobernar la Ciudad de México. Entre las propuestas de los candidatos destaca la creación de una “contraloría social del agua” pero, más allá de discursos de políticos, las vecinas del Pedregal son un ejemplo vivo: construyeron, en la práctica, una forma de gestión comunitaria del agua.

Aquí puedes conocer el nuevo Pozo San Luis 1, que abrió camino en la participación de la comunidad en la gestión del agua en la Ciudad de México:

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Este reportaje forma parte de Los Rostros del Agua. Historias de defensoras urbanas en Montevideo y Ciudad de México que reúne experiencias de mujeres activistas que defienden el agua. Realizado por Kaja Negra y la Cooperativa de Periodismo, este trabajo contó con el apoyo de la beca ColaborAcción 2024, de la Fundación Gabo y Fundación Avina. Aquí puedes ver su versión original: https://kajanegra.com/rostros-del-agua-reportaje/

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