Reivindican Glorieta de las mujeres que luchan: «Si lo borran lo volvemos a pintar»

4 octubre, 2021

Mujeres activistas, principalmente madres de víctimas de feminicidio o desaparición, volvieron a escribir los nombres de sus familiares que el gobierno de la Ciudad de México borró en las vallas que rodean la antimonumenta, donde antes estaba la escultura de Cristóbal Colón

Texto: Kau Sirenio

Fotos:  Alexis Iván De la Cruz Rojas

CIUDAD DE MÉXICO.- Lo que alguna vez fue la glorieta de Colón ahora es un espacio de resistencia de las mujeres en la Ciudad de México. El Paseo de Reforma se ha convertido en la memoria colectiva que reclama verdad y justicia por las personas asesinadas y desaparecidas. 

El domingo 26 de septiembre las mujeres tomaron este lugar para ofrendar a las víctimas de femicidios, pero el gobierno de la Ciudad de México borró las huellas que plasmaron en la pared metálica que resguarda la base del exmonumento a Colón.

“Que nos hacen falta y que no queremos ni una más. Ni una asesinada más”, reclama Araceli Osorio, madre de Lesvy Berlín Rivera Osorio. 

Luego vino el grito que retiembla desde hace años en México: “¡Porque vivas se las llevaron, vivas las queremos!”.

“Mi nombre es Karen, soy mamá de Renata Martinole del municipio de Ixtapaluca, Estado de México, víctima de feminicidio, mi hija tenía 13 años cuando fue asesinada. Solo quiero exhortar a las autoridades a que respeten y que recuerden que ni con sus litros de pintura van a poder tapar los litros y litros de sangre que se han derramado por los feminicidios y las desapariciones forzadas que los malditos desgraciados han hecho a nuestras hijas, exhortamos a que respeten esta glorieta como símbolo de las mujeres que estamos luchando por busca de justicia”.

Después de quitar la pintura que dejó el gobierno de la Ciudad de México, una de las mujeres leyó un pronunciamiento: “La semana pasada realizamos la toma de la Glorieta de las Mujeres que Luchan, un espacio que reconoce la lucha de las mujeres en la construcción de este país. En respuesta, el gobierno de la Ciudad de México, a cargo de Claudia Sheimbaum, mandó borrar los nombres escritos durante la acción. ¿De veras piensan que esto se puede cubrir?”.

Mientras las mujeres pintan el piso que rodea la glorieta, Aracelia Guerrero platica con Brígida Ricardo, de Querétaro, una madre que busca a su hijo que fue raptado hace 15 años en la colonia Roma: “Cuando me lo robaron tenía tres años, puse mi denuncia, pero no me hacen caso porque ven que soy una mujer hñahñu (otomí)”.

La historia de Brígida Ricardo se suma a la indolencia de las autoridades responsables de investigar para dar con el paradero de los desaparecidos: “Lo último que me pidieron hace cinco años fue una foto de mi hijo en retrospección de niño a adulto, pero yo no sé qué es eso y no tengo cómo hacerlo”, soltó ante las mujeres activistas que buscan a sus familiares desaparecidos. 

Los minutos vuelan, pero las mujeres ven el momento para expresar su indignación por los feminicidios en México. Para ellas no hay descanso ni alegría, sólo las acompaña la violencia cometida en contra de una hermana, de una prima, de una tía o de una madre. Porque ser mujer en territorios como el Estado de México es un “Peligro”.

Mujeres colocaron flores de cempasúchil en el monumento en memoria de las víctimas de feminicidio.

En la lista de las víctimas de feminicidios y personas desplazadas están las mujeres periodistas asesinadas Regina Martínez, María Elena Ferral, Miroslava Breach, Pamela Montenegro, Norma Sarabia y Nadia Vera.

Del otro lado del muro están los nombres de las madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos en Iguala el 26 de septiembre de 2014; madres de los 49 bebés de la guardería ABC; los 1800 desplazados de Guerrero. 

Aracelia Guerrero compartió un párrafo del pronunciamiento que leyeron las mujeres que luchan: “México, hay una crisis humanitaria por feminicidios y desapariciones de personas. Mucha energía para atacar nuestras luchas y muy poca voluntad para comprender las huellas que las violencias han dejado a las familias en este país y el trabajo de reconstrucción social que muchas de ellas realizan. Denostar, borrar, ignorar, desconocer no es el mejor camino para afrontar este enorme problema; esas formas suenan más a las tácticas de un gobierno de derechas”.

Las mujeres aún no terminaban de pintar la guarnición de la glorieta cuando un hombre en bicicleta las insultó y les reclamó. Nadie le hizo caso. Después llegaron mensajes de que en el monumento al Ángel de la Independencia arribó el movimiento Provida que salió del Auditorio Nacional. 

En el reclamo de las mujeres no escapó la violencia institucional cometida por policías federales, municipales, el Ejército mexicano, Marina-Armada de México y Guardia Nacional en contra de mujeres en distintos lugares del país. 

Durante las actividades de las madres y colectivos de mujeres en la glorieta, montaron una ofrenda con flores, agua y comida tradicional mexicana.

“El movimiento organizado de colectivas de familiares por todo el país es imparable; feministas o no, las mujeres nos movilizamos, accionamos, nos organizamos, buscamos, investigamos”.

“Si lo borran los volvemos a pintar, porque este es nuestro espacio de resistencia e indignación. Vamos a venir cada domingo porque lo único que nos queda es la exigencia de Justicia. Ni una más, ni una más”, cerró Araceli Osorio. 

Madres de víctimas de feminicidio levantan juntas sus puños en señal de protesta.

Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.

Relacionado