Racha de tormentas eléctricas azota a guarijíos

17 agosto, 2020

Los indígenas que viven dispersos en la siera de Sonora esperaron años para tener energía sola; por fin estrenaron una granja solar, pero nadie pensó en ponerles pararrayos

Texto: Reyna Haydeé Ramírez

Foto: Cortesía Guarijíos de Bavícora

Cuatro rayos cayeron en menos de un mes en la comunidad del pueblo Guarijío de Bavícora, en la sierra de Alamos, Sonora. El primero mató una vaca, el segundo un burro, el tercero casi mata a un niño de 7 años, y el cuarto dañó la granja solar que los tiene sin energía eléctrica desde mediados de julio.

Fue una racha de tormentas eléctricas que empezaron con la temporada de lluvias,  explica Aureliano Rodríguez, indígena guarijío, encargado de la planta solar, el niño afortunadamente se salvó, pero estuvo varios días “vaporizando”.

“Es de la comunidad de Jobebi, estaba jugando cerca de un tendedero de ropa, de alambre, ahí cayó el rayo y lo tumbó. Aquí lo curaron, con hoja de encino, medicina tradicional de la sierra, el niño no veía, estuvo varios días vaporizando, ‘dentro de la lumbre’, se salvó”, contó Aureliano.

Ya antes había caído el primer rayo a principios de julio, explicó, y mató una vaca de Tiburcio Rodríguez.

A los días cayó otro y mató el burro, también era de Tiburcio, vecino de Bavícora.

Hace unos doce años que los rayos no hacían daño a la comunidad, en aquel entonces también mataron animales, recuerda.

Esperando al subdelegado

Toda una vida sin energía eléctrica y ahora que tienen una granja solar, no se pensó en que se requerían pararrayos, sólo colocaron uno dentro de la granja, pero no en los alrededores. Poco les duró el gusto a los guarijíos de Bavícora.

Apenas en octubre de 2019, la empresa contratada por el gobierno federal terminó de construir la obra, en la trabajaron los vecinos de lugar.

Ocho meses después, a fines de julio, un rayo que cayó cerca de la granja quemó una pieza, que pesa 60 kilos, y ahí empezó la odisea, para repararla, y aún no termina. Siguen sin luz.

Aureliano cuenta que estuvieron alrededor de una semana esperando que el subdelegado de Bienestar en el sur de Sonora, Martín Preciado, les apoyara para poder bajar la pieza para mandarla a reparar a Durango, según las especificaciones de la garantía.

 “Me dijo que en dos días, que en dos días, y así me tuvo perdiendo el tiempo, esperando, ya el piloto del helicóptero de Guaymas (de la Secretaría de Marina) estaba listo, sólo esperaban las órdenes de Martín Preciado, nunca la dio, mande muchos mensajes”, señaló Aureliano.

A la semana empezaron intentar bajar la pieza en burro, pero era demasiado peso y con el calor más díficil, el burro apenas caminó unos metros y ya no avanzó.

“Caminó como 300 metros, pero en la primer subida no pudo el pobre burrito, pesa 60 kilos la pieza, y la silla 20 kilos, pues tuvimos que bajar la carga”, cuenta el indígema.

Mientras tenían la esperanza de que se aprobara el uso del helicóptero. Todavía el 5 de agosto tuvieron contacto con el Capitán de la Marina en Guaymas, para ver si ya se había dado la orden de que subieran por el aparato. Pero no.

“El capitán ya estaba disponible solo quedaron esperando orden de Martín que dijera que si. Otro día decidimos bajarlo en el lomo con una palanca. Pero no aguantaron, necesitaban varias personas”.

Aureliano recibió autorización para contratar cuatro personas que bajaran en peso, el aparato. Y sólo así. A lomo. Tardaron dos días y medio en llegar a Mesa Colorada, el 8 de agosto. Ahí personal de la empresa llegó por ella.

Apoyo para reparar la granja

Repararla tardará unos quince días, expresó Aureliano, y todavía habrá que esperar si tendrán que subirla a lomo.

La comunidad de Bavícora es una de las 16 comunidades del pueblo Guarijío que están dispersas en la sierra de Álamos, en terrenos inaccesibles que no tienen caminos. La comunidad más cercana es Mesa Colorada, a donde tardan 9 horas en llegar, en burro o a pie.

A raíz de la denuncia que se hizo en este medio el 22 de mayo en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, funcionarios de la Secretaría de Bienestar y del Instituto Nacional para los Pueblos Indígenas (INPI), visitaron por primera vez en 40 años es región alejada. Después llevaron apoyos, médicos y enlistaron las necesidades, entre otras carencias que encontraron justo está la construcción de un camino.

Ahora, los habitantes de Bavícora han entregado ya la petición, con firmas de los guarijos, para que les construyan un camino, que ayudaría a varias comunidades cercanas. Aún está pendiente.

Periodista de Sonora. Colabora para Medios en Internet y noticieros de radio en Sonora y Baja California Sur, y actualmente es beneficiaria del programa de becas para periodistas desplazados de la Red de Periodistas de a Pie. La mayoría de su trabajo está enfocado en temas relacionados con Justicia, corrupción, migración y Derechos Humanos.