“Queremos saber qué le pasó a nuestra doctora”

25 junio, 2020

Personas trans* realizaron una vigilia afuera del Centro Médico Siglo XXI para exigir que se investigue con debida diligencia la muerte de la doctora María Elizabeth Montaño, cuyo cuerpo fue encontrado en Tres Marías, Morelos, el pasado 19 de junio

Texto y fotos: María Ruiz

La doctora María Elizabeth Montaño era jefa de área de calidad educativa de la Coordinación de Educación en Salud del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI. Se graduó como cirujana médica de la Universidad La Salle y dedicó su vida a sensibilizar al personal médico sobre la diversidad, sobre los desafíos que viven las personas trans y en cómo abonar en contra del bullying y la discriminación 

El 8 de junio desapareció. 

Durante 10 días no se supo nada de ella. El último lugar donde la vieron fue a la salida de su trabajo en el Centro Médico Nacional Siglo XXI. Diez días después su cuerpo fue encontrado en el poblado de Santa María, al norte del estado de Morelos. 

“Cada muerte es un síntoma de que las vidas trans no importan”, grita con rabia la activista Jessica Marjane, frente a esta institución médica. Este miércoles poblaciones trans realizaron una vigilia en memoria de la doctora Montaño. 

De 2013 a 2018 fueron asesinadas 261 mujeres trans según el informe “Violencia extrema, los asesinatos de personas lgbttt en México: los saldos del sexenio (2013-2018)”, de la organización Letra S. El infore dice que de los 473 asesinatos de personas LGBT documentados, el 55.2 por ciento eran mujeres trans. México, después de Brasil, es el segundo país latinoamericano con más transfeminicidios. 

Durante la vigilia realizaron pintas y pegaron fotos en la entrada del hospital en memoria de la doctora.

Encontrar sin vida su cuerpo ha dejado dolorosas huellas en las poblaciones trans.

Para Yolanda, asistente de la vigilia, ver los videos que compartieron en medios de comunicación sobre su lucha, poder escuchar a la doctora, fue indignante:

“Ver sus videos, a ella tratando de ser alguien bueno con la sociedad, ver cómo era una buena persona… y que le hacen esto solo por ser ella”.

Alexandra Rodríguez, coordinadora del Centro Cultural Jauría Trans*, explica la gravedad del transfeminicidio:

“Ha impactado de manera tremenda porque ella era una representante profesional en un centro de salud de gobierno y, como sabemos, no hay suficiente representación de personas trans en este tipo de sitios”, declara.

Explica que esta poca representación se debe a la discriminación que viven y a las acciones que alimentan discursos de odio.

Siobhan Guerrero McManus conoció a la doctora cuando ésta la invitó a un foro en Centro Médico. Cuenta que la labor de la doctora era hacer más incluyentes los espacios médicos. 

“Ella estaba perfectamente consciente de que los espacios médicos han fallado a muchas comunidades. Sabía que las personas trans no vamos al médico porque sufrimos violencia. Sabía que de las muchas razones por las que se mueren las personas trans es la falta de acceso a los espacios hospitalarios y de salud. […] Ese esfuerzo que estaba encabezando, no debe naufragar. Le debemos a Elizabeth la lucha por un Seguro Social mucho más incluyente, le debemos que su lucha no se desvanezca, le debemos el no fallarle. No sabemos qué pasó y es una respuesta que no puede quedarse así”, mencionó Mc Manus.

Las manifestantes caminaron de Centro Médico hasta el Centro Cultural Border, en la colonia Roma.

Exigen que no haya filtraciones

La principal exigencia de la vigilia es una investigación con debida diligencia que no deje en la impunidad la pérdida de la vida de la doctora.

Durante la semana en distintos medios se atribuyó a un probable suicidio el deceso. Por eso poblaciones trans exigen que las filtraciones de autoridades de justicia cesen. Sin certezas jurídicas, ya hay información publicadapublicando la información en los medios de comunicación.

“Aún están delimitando a quién le corresponde la investigación, si a la Fiscalía de la CDMX o a la de Morelos. Las dos líneas de investigación, ya sea transfeminicidio o suicidio, tiene que investigarse por las dos fiscalías. Si aún así fuere (suicidio), las personas responsables están dentro de este hospital por los constantes actos discriminatorios que incluso la doctora había comentado con personas cercanas a ella. El tema del acceso a la justicia no sólo se trata del castigo, se trata de memoria y de la garantía de la no repetición”, denunció Jessica Marjane.

“De repente en una de estas filtraciones irresponsables se sugirió que fue un suicidio y la respuesta de personas en redes sociales fue decir ‘si fue un suicidio entonces no fue una tragedia’ […] Y sí quiero decir que sí sería una tragedia porque yo podría entender perfectamente bien como alguien con esa voluntad de transformación, con esa inteligencia y esa entrega, podría quebrarse”, publicó Siobhan Guerrero en un video donde habla sobre los suicidios de las personas LGBTI.

Las microviolencias no son inocentes, sobre todo cuando son cotidianas y estructurales, mencionó en el video. Horas antes, a la pregunta de, ¿de qué manera alimentamos los discursos de odio en el día a día? contestó:

“Desafortunadamente los discursos de odio pueden tener muchas caras. Desde el comentario burlón, de asco, la invalidación del nombre de la persona, la invalidación de la identidad de la persona. Puede pasarte en el ambiente laboral, en el ambiente familiar y hay gente que cree que son comentarios inocentes o menores y no es cierto. Atentan contra la dignidad de las persson y Elizabeth tenía muy claras esas cosas”

Para disminuir la discriminación y el odio, la filósofa Siobhan Guerrero sugiere que, en el caso del sistema médico, que “en el caso de los médicos es abandonar los discursos patologizantes sobre las poblaciones trans y en general sobre los pacientes LGBTI. Tienen que empezar a mirarnos como personas que tenemos derechos humanos”.

En el Centro Cultural Jauría Trans* se realizan exposiciones, conversatorios, performance y es uno de los pocos refugios en México para las poblaciones trans

Ofrenda a la Dr. María Elizabeth Montaño frente al Centro Médico S. XXI.

La vigilia terminó en el Centro Cultural Jauría Trans*, un centro de artivismo que se ha convertido en un espacio seguro para toda persona que se define trans o no binaria (que no busca definirse a partir de un género).

“No hay muchos sitios como el centro cultural y es muy importante para nosotrans, donde estén  abiertas las puertas. Por eso organizamos esto, porque vemos la necesidad de responder a lo que está ocurriendo en la sociedad con este terrible transfeminicidio” mencionó la coordinadora del espacio, Alexandra Rodriguez.

La resistencia trans continúa, incompleta, pero dando visibilidad a sus comunidades y poblaciones, creando espacios donde no se les niega el ser.

Foránea siempre, lo suyo es lo audiovisual y el periodismo es la vía por donde conoce y cuestiona al mundo.

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