La próxima persona que asuma la presidencia de la república enfrentará una serie de retos ambientales como el manejo de agua, la tala forestal y el control a las minas y los agrotóxicos, un grupo de especialistas y académicos a analizaron estos retos

Texto: Arturo Contreras Camero

Foto: Cuartoscuro

CIUDAD DE MÉXICO.- La próxima presidenta del México tendrá la responsabilidad de revertir, de manera frontal y decidida, las condiciones de deterioro de la vida, de la naturaleza y de los recursos, señaló un grupo de académicos y organizaciones sociales.

El grupo está integrado por 34 académicos de la Universidad de Guadalajara, de la Veracruzana, de la Autónoma de Nayarit y de la Nacional Autónoma de México presentaron la Agenda socioambiental 2024, un documento realizado entre más de 30 especialistas en diferentes temas ambientales.

Este mismo grupo hizo un ejercicio similar hace seis años para presentar los problemas ambientales más graves del país. Durante este proceso electoral, el equipo de especialistas ya logró reunirse con los tres equipos de quienes contienden por la presidencia en este contexto electoral.

A continuación desglosamos los retos más importantes en materia forestal, de agua, autosuficiencia alimentaria, minería y materia energética.

Agua

A pesar de que el documento de hace seis años señalaba la necesidad de hace cambios estructurales en el sistema de gestión del agua, para hacerlo más democrático, justo y equitativo, este punto no se ha resuelto.

“En todo el sistema administrativo del agua, sigue habiendo opacidad de asignación de concesiones, volúmenes asignados y a quienes se les beneficia con este tipo de concesiones”, dijo Omar Arellano, profesor de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra de la UNAM y experto en riesgo ecológico, quien ha desarrollado trabajo sobre el deterioro de varios ríos, que hoy se llaman emergencias ambientales.

En 2019 un grupo amplio de organizaciones civiles presentaron ante el Congreso del país una iniciativa ciudadana para reformar la Ley General del Aguas, sin embargo, la propuesta ha permanecido congelada en la cámara de diputados

“El gobierno ha permitido la exacerbación de la contaminación de los ríos del país, especialmente en el centro y occidente, donde se han creado regiones de emergencia sanitaria y ambiental».

Cuidado forestal

En los últimos seis año las presiones alrededor de la conservación de bosques en el país han aumentado. Las sequías, por ejemplo de traducen en mayores plagas forestales que generan más materia vegetal seca y ayuda a producir incendios, más graves y de mayor intensidad.

Otra fuente de presiones es el crimen organizado, que ha aumentado su presencia en todas las regiones forestales en donde realizan talas clandestinas, lo que constituye un robo al patrimonio de los ejidos y de todos los habitantes que dependemos de los servicios ambientales que proveen los bosques, señaló la doctora Leticia Merino, experta en manejo sustentable de bosques.

“Los bosques no equivalen a huertas de árboles frutales, sino que prestan servicios fundamentales y que toman decenas, sino cientos de años en generarse. los bosques están habitados por comunidades forestales que hacen manejo sustentable de los bosques, que extraen madera a pequeña escala y que muchos están certificados por sus buenas prácticas,a pesar de no ser reconocidos por el Estado”, aseguró la doctora Merino.

México tiene más del 70 por ciento su territorio ocupado por cobertura forestal, son embargo las tasas de deforestación, que parecía se habían detenido, siguen siendo muy altas, con pérdidas de más de 250 mil hectáreas anuales.

Autosuficiencia alimentaria

En los últimos años la estructura de subsidios cambió radicalmente, en el país, principalmente por la aplicación de programas como Sembrando Vida y Producción para el Bienestar. Hasta sexenios anteriores.

En sexenios anteriores solo el 3 por ciento de los productores ambientales recibían cerca del 59 por ciento de los apoyos agrarios del país, lo que significaba que mientras a los grandes productores se les entregaban 43 mil pesos de apoyo por unidad de producción, a los pequeños o medianos se les entregaban menos de 5 mil por unidad de producción.

Sin embargo, las políticas de desarrollo agrícola “no se pueden ceñir solo a cuatro programas pequeños, sino que debería ser una política de Estado, que permita fortalecer la producción entre medianos y pequeños productores, con apoyos para el desarrollo de planes de riego, con seguros para pérdidas, con créditos y relaciones con institutos técnicos y centros de investigación”, aseguró Helena Cotler, doctora en ciencias agronómicas e investigadora titular del Centro de Investigaciones en Ciencias de Información Geoespacial.

Minería

Durante este sexenio se hicieron algunos avances en materia de legislación minera, misma que ayuda a mantener políticas de control a este tipo de empresa, explicó Beatriz Olvera doctorante en Desarrollo Rural, parte de la Alianza Mexicana contra el Fracking.

“No solo hay que mantener los avances de la Ley de Minería, que está en revisión en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, también hay que lugar porque se prohíba la minería a cielo abierto, que se aplique la consulta antes de entregar las concesiones, que se establezcan planes de manejo y cierre de minas, además de dejar de tener instalaciones de mineras abandonadas”, explicó la doctorante Olvera

Este sexenio se modificaron las leyes nacionales en materia minera, sin embargo los impactos que dejaron las leyes anteriores aún siguen pensando sobre las comunidades que afectan. Aún existen concesiones en Áreas Naturales Protegidas, como en el Alto Golfo de California, en el santuario de las mariposas monarcas o en las reservas de Los Tuxtlas en Chiapas.

Energía

En el país es necesario fortalecer los esfuerzos para realizar una transición energética, pues materializarla implica cambios radicales. Cómo aplicar políticas de ahorro de energía en todos los sectores, prohibir o regular la obsolescencia programada, renovar la matriz energética en todos los sectores con fuentes renovables, pero no bajo la lógica de megaproyectos, sino con fuentes locales, como la biomasa, así como fortalecer una movilidad sustentable enfocada en el transporte público masivo

En el país aún prima un modelo de generación energética basado en los combustibles fósiles, que representan el 95 por ciento de la oferta bruta de energía en el país.

Desde 2004 ha habido un franco declive en la producción de hidrocarburos del país, que lejos de obedecer a una cuestión política o ideológica, ha significado una caída sostenida desde 2019, esto a pesar de que se han invertido muchos recursos en la exploración y explotación de 27 nuevos campos petroleros