8 agosto, 2020
El herbicida más usado en el mundo está prohibido en varios países. Unos dicen que produce cáncer. Otros, que ayuda a aumentar la producción de muchos cultivos. Semarnat suspendió la importación del químico, como medida precautoria a la salud, pero ahora debe presentar pruebas
Texto: Arturo Contreras y Daniela Pastrana
Foto: Duilio Rodríguez
El glifosato es un activo del roundup (o faena en español), el herbicida más usado en el mundo, que está asociado a cultivos de semillas genéticamente modificadas para los agronegocios. Su principal productor es Monsanto, la empresa que controla el 90 por ciento del mercado internacional de semillas y que hace dos años fue adquirida por Bayer, el gigante de la industria química y farmacéutica.
El uso de glifosato llegó a México en 1981, junto con la llegada de los agronegocios.
En mayo de 2019, un jurado de Auckland, en el distrito norte de California, concedió una indemnización de más de 2 millones de dólares a una pareja de septuagenarios por considerar que ese producto les provocó cáncer. Esa fue la tercera vez que un juez le dio la razón a personas que acusan a la empresa de no advertirles que el producto produce cáncer. Sin embargo, la compañía enfrenta 13 mil 400 reclamaciones similares.
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud calificó al glifosato como un cancerígeno probable, es decir que es un agente capaz de producir cáncer. Su uso está prohibido en Austria, en 31 ciudades de Estados Unidos, Canadá, Argentina, Escocia, España y Nueva Zelanda.
En Malawi, Vietnam, Sri Lanka, Omán, Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes, Bahrein, Catar, Bermudas, San Vicente, las Granadinas, Francia, Bélgica, Italia, República Checa, Dinamarca, Portugal y los Países Bajos se permite de forma parcial.
En noviembre de 2019, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a cargo de Víctor Manuel Toledo Manzur, impidió la importación de un cargamento de mil toneladas del herbicida con el argumento del “principio precautorio”, una figura legal que aduce que, ante el desconocimiento del potencial riesgo de una práctica, ésta se debe suspender hasta determinar el peligro que representa.
Desde entonces, la Semarnat ha suspendido las importaciones y ha planteado la eliminación de su uso en 2024.
Pero esta semana, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural envió a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria un anteproyecto de decreto presidencial que establece acciones para programar y coordinar estudios técnicos necesarios que permitan determinar la seguridad del químico.
El documento señala que, una vez que haya conclusiones de los estudios, se promoverán reformas a ordenamientos jurídicos que establezcan el uso adecuado o la prohibición del glifosato como sustancia activa, y que, en caso de que sea prohibido, se desarrolle la tecnología necesaria que permita tanto su sustitución como el aumento de los niveles productivos con miras a lograr la autosuficiencia alimentaria.
Semarnat desconoció los términos del anteproyecto:
«No sólo no refleja, sino que contradice las instrucciones dadas por el Presidente de la República, derivadas de dos reuniones con los representantes de varias secretarías de Estado, incluida la de Medio Ambiente y Recursos Naturales».
Además, reclamó al secretario de Agricultura, Víctor Manuel Villalobos, una disculpa pública por usar su nombre sin su consentimiento.
La Campaña Nacional Sin Maíz no hay País, el Movimiento Social por la Tierra y otras organizaciones ambientales expresaron, por separado, su repudio al anteproyecto de decreto
En un audio filtrado a la prensa, que presumiblemente es de una reunión Toledo con su equipo operativo, se escucha al funcionario decir que la suspensión de las importaciones de glifosato causó malestar al interior del gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador y algunas embajadas.
De acuerdo con esa versión, el principal promotor de los agronegocios, dentro del gabinete, es el jefe de la oficina de la presidencia, Alfonso Romo, encargado de acercar la relación con los empresarios, Junto con Villalobos, Romo habría presionado para que se retire la suspensión.
Cuestionado al respecto en la conferencia diaria de los programas sociales, Villalobos dijo en el gabinete existen opiniones diferentes y que el presidente López Obrador les ha alentado al diálogo y discusión, pero lo importante es cerrar filas con el proyecto de la Cuarta Transformación.
Reconoció que está a favor del uso responsable y monitoreado del glifosato, pues es no hay otro producto tan efectivo para aumentar la productividad agrícola.
“Se habla de una agricultura sustentable, para eso tenemos que tener prácticas agrícolas que nos permitan incrementar la producción con el menor daño ambiental posible”, dijo.
De acuerdo con el Consejo Nacional Agropecuario, el 50 por ciento del glifosato se utiliza en el sur-sureste del país y la prohibición de su uso sin alternativas implicaría dejar de producir más de 76 mil millones de pesos, teniendo mayor impacto en cultivos como maíz, caña de azúcar, jitomate, frijol y trigo.
Entre las distintas versiones que han circulado sobre el tema, se ha dicho que por el Tratado de Libre Comercia entre Canadá, México y Estados Unidos que acaba de entrar en vigor, el TMEC, que integra un capítulo sobre productos bioquímicos, México tendría la obligación de importar el herbicida.
La secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, aseguró que esto no es así.
“Lo que ocurre es que a la hora de dar el permiso hay distintos comités, estás son parte de las unidades sanitarias y fitosanitarias, que toma la Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) y la Semarnat. Al mismo tiempo nosotros tenemos que probar con nuestros socios comerciales y con la Organización Mundial del Comercio la evidencia científica para restringir el ingreso del glifosato. Podemos prohibir lo que queramos, pero tenemos que decir por qué”, explicó a Pie de Página.
“Si no sería una barrera técnica, y entonces podría haber controversias internacionales. Ellos (Cofepris y Semarnat) hacen la recomendación, pero nosotros tenemos que probar con nuestros socios comerciales y con la OMC que tenemos la evidencia científica para prohibirlo”.
Aclaró que, desde el punto de vista arancelario, no hay ninguna prohibición, pues la ley aduanera no tiene ninguna una disposición que prohíba el ingreso en términos comerciales de glifosato.
Actualmente está corriendo el plazo para que Semarnat proporcione los elementos para comprobar el riesgo que representa el uso del glifosato para la salud de los mexicanos.
“En México no se ha tomado esa decisión y lo que hemos dialogado con la Semarnat es que se estudie y que se haga un estudio para tener la evidencia de sus efectos, porque al mismo tiempo es una gran ayuda para la producción agrícola”, aseguró Márquez Colín.
Cuestionado durante su gira al norte del país sobre el audio filtrado, el presidente Andrés Manuel López Obrador resaltó que las diferencias al interior de su equipo son normales.
“En el gabinete nuestro hay libertad y hay discrepancias, y no hay pensamiento único, se da la libertad para que todos opinen”, dijo.,
“Desde luego yo soy el responsable del resultado final, yo soy el que al final decido y no son en este caso los secretarios los responsables de decisiones, tiene que ser el presidente. Entonces, busco siempre armonizar, escuchar a todos, darle la razón al que la tiene y decido en función de lo que conviene más al pueblo”.
Este miércoles 12, en su conferencia matutina, el presidente volvió a referirse al tema y aclaró que decidió no usar el agroquímico en el gobierno pero que se permitirá la importación para particulares, aunque se irá eliminando.
«Se requieren agroquímicos para la producción. Nosotros decidimos no usar este agroquímico a nada que tenga que ver con el gobierno, y limitarlo a la producción particular. Año con año ir reduciendo su importación, se va a eliminar»,
dijo el mandatario.
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