En una revisión hecha a los niveles de contaminantes reportados del 14 de abril al 14 de mayo, se encontró que hay días en los que incluso se ha triplicado el límite permitido; sin embargo, no hay razón para iniciar contingencia ambiental, dice el gobierno del estado

Por: Aranzazú Ayala, Mely Arellano y Jhovany Amastal / Lado B

Twitter: @aranhera, @melyarel

Este martes 14 de mayo, mientras el gobierno del estado afirmaba que “no se han registrado niveles de contaminación” que obliguen a activar el Plan de Contingencias Ambientales, en la ciudad de Puebla y zona conurbada los límites de partículas contaminantes se duplicaron o incluso triplicaron, un comportamiento que ha sido constante al menos desde el 14 de abril.

La Secretaría General de Gobierno y la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial del gobierno estatal aclararon que no se activaría la contingencia, y sólo lanzaron recomendaciones a la ciudadanía, como evitar las actividades al aire libre, no quemar pastizales, no usar lentes de contacto, no ingerir alimentos en la calle, usar lo menos posible el auto y mantenerse en lugares cerrados.

Mediante comunicado dijeron que están en coordinación con las autoridades federales para las mediciones de la calidad del aire y aseguraron que el problema es multifactorial, debido a los incendios forestales, la actividad del volcán Popocatépetl, las altas temperaturas y la falta de lluvias.

Sin embargo, lo que revelan los datos oficiales del Sistema Nacional de Información en la Calidad del Aire (SINAICA) es que los indicadores que exceden su límite son el material particulado (PM, por sus siglas en inglés) o partículas contaminantes que provienen, la mayoría, de “vehículos de motor, plantas de energía eléctricas, industrias y fuegos forestales”, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental en EU.

En ese mismo sentido se pronunció el maestro Marco Antonio Herrera, académico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), quien explicó que el incremento en las mediciones tiene mucho que ver con la época del año, pocas lluvias y mucho calor, aunado a los incendios forestales y las demás emisiones generadas por los humanos, como los servicios industriales y el parque vehicular.

Y es que Puebla no cuenta con un programa “Hoy no circula”, ni ha habido campañas que desincentiven el uso del automóvil como política pública, y si bien durante el gobierno de Rafael Moreno Valle hubo una enorme inversión en ciclopistas, estas no fueron hechas como opción de movilidad, sino de recreación. Lo mismo sucede con el sistema de metrobuses RUTA, que sigue sin ser la respuesta a los problemas de transporte en la ciudad y zona conurbada.

En cuanto a incendios forestales, en el estado ha habido 307, lo que pone a la entidad entre los primeros cinco lugares con mayor número de eventos, y justo la capital está en cuarto sitio en municipios con más incendios.

Y respecto de la actividad del volcán Popocatépetl, el mismo gobierno dio a conocer la noche de este martes que se mantiene estable.

Casi invisibles pero muy perjudiciales

Hay dos tipos de partículas contaminantes: pm10, que miden 10 micrómetros de diámetro y pm2.5 que tiene un diámetro de 2.5 micrómetros, esto es 30 veces más pequeño que un cabello.

Las pm10, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS), son “las partículas más perjudiciales para la salud”, pues “pueden penetrar y alojarse en el interior profundo de los pulmones. La exposición crónica a las partículas agrava el riesgo de desarrollar cardiopatías y neumopatías, así como cáncer de pulmón”.

Mientras que las pm2.5 “son la causa principal de visibilidad reducida (bruma)”, según la Agencia de Protección Ambiental de EU.

En México, la NOM 025 establece que el límite de concentración de pm10 al día es de 50 microgramos por metro cúbico (50µg/m³), como recomienda la OMS.

En una revisión hecha por LADO B al promedio diario del 14 de abril al 14 de mayo, o sea 31 días en total, encontramos que durante 28 días se superaron los 50µg/m³.

En cuanto a la concentración de pm2.5, la norma mexicana establece un límite al día de 30 µg/m³, aunque la OMS recomienda 25µg/m³.

Considerando el parámetro mexicano, de los 31 días analizados, durante 24 se superó el límite de concentración, este martes 14 de mayo por casi 30 puntos.

Contrario a los datos, el comunicado del gobierno del estado de Puebla afirma que “del monitoreo diario que realiza la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial, a través de las cinco estaciones de análisis de Calidad del Aire que están ubicadas en la capital poblana” se desprende que “no se han registrado niveles de contaminación como para activar en la entidad la Fase 1 del Plan de Contingencias Ambientales”.

Por cierto, de las cinco estaciones que refiere el gobierno en la página de SINAICA sólo hay datos de tres (Agua Santa, Tecnológico y Las Ninfas), y aunque se le preguntó no contestó cuál era la razón.  

Además, aunque el gobierno refiere un Plan de Contingencias Ambientales, aparentemente no cuenta con uno, pues no hay rastro de él, y aunque se le preguntó tampoco contestó al respecto.

Este martes, cuando la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAME) de la que forma parte Puebla, junto con  Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala y Querétaro, activó la contingencia ambiental extraordinaria para la Zona Metropolitana del Valle de México, recomendó “que estas mismas medidas se apliquen en las otras entidades de la Megalópolis”.

Un problema de salud

“La contaminación con partículas -explica la OMS- conlleva efectos sanitarios incluso en muy bajas concentraciones; de hecho, no se ha podido identificar ningún umbral por debajo del cual no se hayan observado daños para la salud. Por consiguiente, los límites de la directriz de 2005 de la OMS se orientan a lograr las concentraciones de partículas más bajas posibles”.

En ese sentido, el doctor José Ayala, neumólogo egresado del Hospital General de México y certificado por el Consejo Nacional de Neumología, advirtió que en efecto el incremento en la contaminación del aire puede causar problemas en los ojos, las vías respiratorias y la piel; ocasionando un impacto mayor en la salud de niños, adultos mayores y personas con problemas respiratorios crónicos.

Algunos síntomas generales causados por el incremento en la contaminación del aire son dolor de pecho, dolor de cabeza y cansancio, por la posibilidad de estar respirando gases como dióxido de azufre y monóxido de carbono en altas concentraciones

Los cuadros respiratorios agudos como sinusitis, faringitis, rinitis y problemas pulmonares crónicos como EPOC o enfisema se agudizan.

Las recomendaciones de salud, además de no salir a la calle en las horas de mayor calor entre mediodía y cinco de la tarde, son usar cubrebocas y usar menos vehículos motorizados. “Durante las horas de más calor aumenta la intensidad de los rayos solares y a eso le sumas el mayor movimiento de vehículos, se llama smog fotoquímico. En Puebla otro problema es la ceniza del volcán, está demostrado que la ceniza se queda flotando durante al menos una semana, y eso es lo que estamos respirando, eso explica que cualquier persona en el valle de Puebla pueda presentar problemas respiratorios”.