Ante el gobierno de Diego Sinhue los trabajadores de la salud quedaron como los incómodos por exigir sus derechos laborales; sellan lucha con manifestación en el Día del Trabajo frente a oídos sordos a convocatoria para dialogar
Texto: Carmen Pizano / Pop Lab
Ilustración: Pinche Einnar
GUANAJUATO. – Trabajadores de la salud en el estado pasaron de héroes a personajes incómodos para el gobierno de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo. El papel de héroe lo ganaron a pulso al enfrentarse a una pandemia de la que poco se sabía pero que amenaza a la población: Covid – 19, pero cuando comenzaron a exigir derechos laborales, la Secretaría de Salud respondió con despidos y existe la constante amenaza de no renovar un contrato más si se suman a la rebelión.
Un movimiento por los derechos laborales de todo el personal de salud que inició en el Pediátrico de León ha tomado fuerza y pese a los rumores que circulan en las diferentes unidades médicas de posibles represalias, trabajadores de otros hospitales se unieron a la lucha. Actualmente al menos un tercio del personal no tiene seguridad social y laboral.
El día del Trabajo fue el marco para una histórica protesta que reunió a más de 200 trabajadores de la salud de varios municipios del estado. Las exigencias son dos: la basificación de todo el personal y la reinstalación de Beatriz Pérez y Erick Moreno, del área de enfermería en el Pediátrico de León, a quienes el gobierno de Rodríguez Vallejo rescindió el contrato, al identificarlos como líderes de un movimiento que inició por el desinterés de las autoridades estatales de garantizar los derechos laborales.
A la protesta llegó personal del Materno de Irapuato, Hospital General de León, Hospital Comunitario Las Joyas de León, Hospital de Valle de Santiago, del Centro Estatal de Transfusiones y del Hospital de Alta Especialidad de León, éste último a cargo del Gobierno Federal.
El personal se apropió de la vialidad, y aunque por un momento personal de Movilidad del municipio les dijo que no tenían permitido bloquear tres de los carriles, finalmente se acordó que estarían marchando en un área haciendo cierres parciales de las 8 a las 10 de la mañana.
Al grito de: «¡Diego mentiras!», las personas que participaron en la marcha denunciaron que sigue sin cumplir el gobernador con la promesa que hizo antes y durante la pandemia de compensar a los trabajadores que enfrentaron la contingencia sanitaria otorgando plazas.
Y aunque el Gobierno de Guanajuato ha entregado bases en los últimos años, éstas en su mayoría son asignadas por personas que recién ingresan a trabajar y tienen familiares o amistades en áreas directivas o en el sindicato.
«Búsquense un padrino», es una de las respuestas que recibe el personal de salud por parte de directivos de hospitales cuando reclaman el favoritismo y nepotismo al momento de asignar las pocas bases que reparte el Gobierno de Guanajuato.
En un intento por evitar el movimiento laboral al interior del autonombrado «mejor sistema de salud del país», Daniel Díaz Martínez, titular de la Secretaría de Salud, anunció la basificación de 2 mil 855 personas con una inversión de alrededor de 246 millones de pesos. Estos recursos ya estaban etiquetados pero que el gobierno de Diego Sinhue Rodríguez se había reservado.
De la presión que significó para las autoridades de Guanajuato la movilización del personal, ha querido sacar ventaja la sección 37 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud, que dirige José Martín Cano Martínez.
«El líder sindical es un trabajador más del gobernador, es alguien que no defiende los derechos de los trabajadores, es parte del charrismo político que hay en todo México. El sindicato hace anuncios para seguir tapando los atropellos del gobierno», reclamó Erick, después de una publicación del sindicato en redes sociales donde agradece a Daniel Díaz por las plazas, llamándolo «el mejor secretario de Salud».
Diego Sinhue Rodríguez Vallejo y Daniel Díaz Martínez se negaron a entablar una mesa de diálogo con el personal de salud, aunque días antes recibieron la petición por escrito con la advertencia que a falta de acuerdos con directivos de niveles más bajos, los trabajadores solo están dispuestos a hablar directamente con el responsable del gobierno estatal y con el secretario de Salud.
A la cita del lunes 1 de mayo no llegó ni el gobernador ni el secretario. Del primero se desconoce las actividades porque, al tratarse de un día inhábil, no tuvo actividades públicas. Por su parte, Daniel Díaz optó por poner más de 200 kilómetros de distancia: viajó a Morelia para participar en la ceremonia de aniversario de la facultad de medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
«Nos dieron una justificación absurda porque es obvio que las autoridades no van a bajar del Olimpo para hablar con nosotros», compartió Erick al compartir que para no hablar directamente con el personal les dijeron que hay una cláusula que impide al gobernador y al secretario asistir a protestas.
A Beatriz y Erick les notificaron el 21 de abril que no trabajarían más en el Pediátrico de León porque la Secretaría de Salud daba por concluido el contrato que tenían firmado y que terminaría el 31 de diciembre, pero por considerar que se habían cumplido con las metas, no eran necesarios los servicios de la enfermera quirúrgica y el enfermero general.
Sin embargo, detrás del despido está la exigencia que iniciaron desde hace meses por derechos laborales, después de ocho años de trabajar bajo contrato y sin prestaciones.
El apoyo que reciben ambos profesionales de la salud no se ha limitado a sus compañeros del hospital, sino que se ha extendido entre el personal de otras unidades médicas que ven en Beatriz y Erick el reflejo de lo que han pasado o pueden pasar al no tener certeza laboral.
Al unísono se escuchó durante la protesta del lunes la consigna de: «¡Nos faltan dos!», porque a la fecha el Gobierno de Guanajuato se resiste a dialogar con ambos trabajadores que buscan ser reinstalados en sus puestos de trabajo.
«No hemos hablado con ninguna autoridad, ellos tienen nuestros números, nuestros correos electrónicos. En chisme pasillo nos han dicho que podrían mandarnos a otro hospital, pero no tenemos nada oficial», compartió Erick.
Al pliego petitorio que tiene el personal del Pediátrico de León se sumó la destitución de Dulce Casillas como directora del Hospital por prestarse al despido de Erick y Beatriz.
¡Fuera Casillas!, gritó el grupo de manifestantes al dirigir la mirada al edificio del Pediátrico cubierto de ventanales donde tiene su oficina la directora del hospital.
Incluso, personal del Hospital de Las Joyas se solidarizaron con sus compañeros, al comentar que pasaron por las mismas prácticas cuando Dulce Casillas estuvo como su directora, previo al cambio en el Pediátrico.
Durante años ha estado la promesa de que se les darán plazas y aunque no hay certeza, con la pandemia y los compromisos hechos por el gobernador, los trabajadores de la salud creyeron que ahora sí se les reconocerían sus derechos.
En el tendedero de denuncias que fue colgado sobre el bulevar Juan Alonso de Torres, se expuso que incluso siendo trabajadores de la salud no tenían derecho a seguridad social y hay casos en los que han tenido que pagar de su bolso hasta 150 mil pesos por una cirugía.
Al respecto, la diputada Irma Leticia González Sánchez, presidenta de la comisión de Salud en el Congreso del Estado, sostuvo que al gobierno de Diego Sinhue Rodríguez se le han autorizado amplios presupuestos para la atención del sector salud y existe la suficiencia presupuestal para poder regularizar a todos los trabajadores.
Reclamó que Rodríguez Vallejo prefiera enviar más dinero a apoyos sociales a través de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano con fines electorales antes que garantizar los derechos de todo el personal de salud.
«Han manifestado que somos el mejor sistema de salud, no dudo que hay avances, pero desde la base se tiene que demostrar», señaló la diputada de Morena que preside la comisión de Salud Pública en el Congreso. Los años de promesas y nepotismo
Maura ha estado los últimos 11 años prestando sus servicios como profesional de la salud en el Hospital General de León, tiempo en el que ha escuchado en más de una ocasión sobre la basificación, pero a ella no ha llegado la seguridad laboral y sigue por contrato.
Como Maura, cientos de trabajadores del sector salud buscan que sus derechos sean reconocidos. La lucha que hasta hace unas semanas se vivía solo al interior, ahora es de conocimiento público tras el movimiento que surgió en el Pediátrico de León. Minutos antes de terminar la protesta de la mañana del lunes, diversas personas, en su mayoría mujeres, expusieron el clima laboral al que se enfrentan en los hospitales públicos de Guanajuato: discriminación, nepotismo, malos tratos y despidos injustificados.
A las mujeres se limita más el acceso a una base porque «salimos más caras» por las licencias de maternidad o el apoyo para guardería, le dijo su jefe a una enfermera de León que ha buscado su plaza durante más de 12 años. También le ha tocado presenciar despidos de sus compañeras por estar embarazadas.
«Son una mierda, unos misóginos», reclamó, y luego se escuchó en una sola voz por parte de sus compañeros: «no estás sola, no estás sola».
Algunas de las personas que participaron en la marcha dijeron estar con miedo a represalias por parte de los directivos de los hospitales en los que trabajan, pero también señalaron que mantendrán la lucha.
Entre los testimonios dos trabajadoras de la salud señalaron la discriminación que vivieron embarazadas, una de ellas fue despedida del Hospital de Alta Especialidad, la otra sufrió un aborto porque no le permitieron incapacitarse ante las complicaciones que vivió en su embarazo.
Durante tres años, trabajadoras estuvieron expuestas directamente al COVID-19, trabajando en el hospital que la Secretaría de Salud destinó para los pacientes positivos en la calle 20 de enero de León, y una vez que el hospital cerró porque la emergencia había terminado intentaron despedirlas, pero después de insistir fueron reubicadas sin plaza.
Sin embargo, hubo más de un testimonio que narró cómo parientes de directivos de Salud y del sindicato han recibido plazas con apenas seis meses de antigüedad.
Sobre el nepotismo, la diputada Irma Leticia González confirmó que hasta ella como presidenta de la comisión de Salud han llegado denuncias que están revisando para hacerlas públicas en las próximas semanas.
«Sí es cierto que hay nepotismo, favoritismo, basificado con apenas seis meses de laborar cuando hay personas con más de 10 años… Vamos a estar muy pendientes porque yo tengo evidencias», declaró sin ahondar en el tema porque dijo, será presentado posteriormente en el Congreso del Estado.
Este trabajo fue realizado por POPLAB, integrante de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes ver la original.
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