Ante el incremento de migrantes en Estados Unidos, el gobierno de Biden solicitó 527 millones de dólares para financiar la prisión digital contra 200 mil inmigrantes
Twitter: @kausirenio
El pasado mes de mayo, organizaciones comunitarias que trabajan con la comunidad migrantes en Estados Unidos publicaron el informe Rastreo y Captura: Experiencias de las prisiones digitales de ICE, que recoge las experiencias de los migrantes vigilados por grilletes de tobillo, y el sistema de reconocimiento facial a través de la aplicación de SmartLink.
El programa de seguimiento electrónico, conocido como el Programa de Supervisión Intensiva (ISAP), por sus siglas en inglés, mantiene bajo vigilancia constante a más de 227 mil inmigrantes. Al principio de abril de este año, la cifra de personas que tenían este programa incrementó al doble con la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos.
“Por el mero hecho de descargar SmartLink y aceptar todos los términos de uso, sentí que estaba dándoles permiso para acceder a todo lo que había en mi teléfono. A pesar de que me habían quitado los grilletes, todavía tenía la sensación de que me observaban, porque básicamente es eso lo que hacen […] No le deseo esto a ningún conocido ni desconocido, porque todos tenemos derecho a ser libres”, narra RC en el informe.
De acuerdo con el informe de las organizaciones de derechos humanos de los migrantes Alternativas a la detención (ATD), por sus siglas en inglés, el programa de seguimiento electrónico ocasiona daño psicológico a los usuarios por el monitoreo electrónico y la vigilancia constante del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), por sus siglas en inglés.
“El ISAP se presenta como una alternativa al irreparable e inhumano sistema de detenciones de ICE, lo cierto es que no es una alternativa”.
Se lee en el documento de las organizations comunitarias que participaron en la investigación: Community Justice Exchange, la Oficina Africana de Inmigración y Asuntos Sociales (ABISA), Boston Immigration Justice and Accountability Network (BIJAN), Detention Watch Network, Envision Freedom Fund, Freedom for Immigrants, Georgia Latino Alliance for Human Rights (GLAHR), Just Futures Law, La Resistencia, Long Beach Immigrant Rights Coalition (LBIRC), Mijente, Organized Communities Against Deportations (OCAD) y Youth Justice Coalition.
“Puedes caminar, ver personas, incluso quizás entretenerte. Pero es otra forma de encarcelación, porque con esto tu mente nunca está realmente en paz. Se vive con un temor constante en el estómago, se siente vergüenza […] Es un enorme peso”, dice Hassane.
La memoria hace énfasis en las consecuencias que puede traer la vigilancia electrónica de ICE a las personas que usan el grillete o la aplicación móvil SmartLink en especial a las comunidades de inmigrantes. El documento plantea la necesidad de legislar para cambiar la forma de cómo abordar la inmigración. “A pesar de que ICE afirma lo contrario, las prisiones digitales inhiben físicamente y perjudican la salud y el bienestar”.
El ICE busca ejercer control más sofisticado sobre los migrantes, para conseguirlo aumentó toda tipo de detención. En 2004, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), por sus siglas en inglés, firmó un contrato para ejecutar el ISAP con B.I. Incorporated, una empresa de tecnología carcelaria que diseñó y vendió dispositivos para rastrear ganado, y subsidiaria de GEO Group. Ambas empresas operan las prisiones privadas en todo el mundo.
“ICE rastrea mi ubicación las 24 horas del día a través de SmartLink. Si la ubicación se apaga, el programa se desconfigura. Es estresante porque uno solo tiene cinco intentos para enviarles una fotografía, pero a veces los cinco intentos fallan. En otras aplicaciones, puedo eliminar el permiso para que usen mi ubicación, y listo […] Esto no es justo. La supervisión no es justa. La detención no es justa” expone D. F.
Mientras que B.I. Incorporated es la única contratista del programa, eso le permitió cobrar miles de millones de dólares por la venta de dispositivos electrónicos carcelarios de inmigrantes y personas sujetas a sistemas penitenciarios. En los últimos años, ICE compra tecnología de B.I. como grilletes de tobillo, un sistema de reconocimiento facial a través de la aplicación de SmartLink.
“El grillete parece que pesa dos kilos. Me provoca dos tipos de dolores. Uno es cuando camino, siento dolor en los huesos que me rompí una vez cuando jugaba fútbol. El segundo dolor es un dolor de cabeza constante, muy raro. […] Para mí es una forma de manipulación. Quieren hacerme parecer la peor persona posible, están tratando de hacer que me rinda, que regrese” explica Samuel en el documento.
El programa carcelario de ICE se usa para la detención de migrantes indocumentados. “La tecnología de verificación de voz, es un sistema de visitas a la oficina, visitas al hogar, restricciones de viaje y confinamiento en casa para detener a inmigrantes en prisiones digitales” revelan los defensores de derechos humanos.
Desde su adquisición, la aplicación móvil SmartLink es la herramienta tecnológica de vigilancia preferida de ICE. De 2019 a abril de 2022, las personas bajo el control de SmartLink en el ISAP pasaron de 12 por ciento a 76 por ciento. Mientras que las oficinas locales de ICE, como las de Baltimore, Dallas, Nueva York y Phoenix, creció a casi 1000 por ciento la cantidad de personas bajo el control de SmartLink solo en el último año.
Ante el incremento de migrantes en Estados Unidos, el gobierno de Biden solicitó $527 millones de dólares para el ejercicio fiscal 2023, el plan es financiar el programa recrudecer la prisión digital para 200 mil inmigrantes. A finales de marzo de 2022, el ICE ingresó al programa a 200,000 personas. Para finales del año podrían alcanzar 400,000 indocumentados SmartLink.
“Ahora lo supervisan en la aplicación de SmartLink, y no hablamos por temor a que algún día pueda haber represalias. Esta vigilancia es pura discriminación […] A los funcionarios electos que otorgan miles de millones a estas empresas de vigilancia: francamente nos están humillando como seres humanos. Pónganse en nuestros zapatos, no vinimos a hacerle daño a nadie” reclama M.O.
El informe recoge testimonio de 11 personas que narran cómo las prisiones digitales les cambiaron la vida, en las historias aparecen mexicanos, haitianos, ganeses, hondureños y sudafricanos. Las historias que recogieron las organizaciones de derechos humanos en Estados Unidos sirven para entender cómo es la vida de un migrante indocumentado bajo proceso de deportación.
Sin embargo, en México el Estado mexicano poco hace para cambiar esta narrativa con los migrantes de los países centroamericanos, así como Colombia, Venezuela y Ecuador. Le corresponde a los legisladores legislar leyes más amigables con los migrantes que cruzan en nuestro país, para que podamos reclamar trato digno a connacionales.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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