Texto: Arturo Contreras
Fotos y Video: María Fernanda Ruiz
Por primera vez en 30 años de elecciones, la Ciudad de México escogió en urnas a una mujer como líder del gobierno. Es tambien, la primera mujer que surge de una alternancia entre izquierdas: Claudia Sheinbaum, también primera gobernadora de la Ciudad de México. Su primera decreto fue una deuda histórica pendiente desde el 68: la disolución del cuerpo de granaderos. Y es que, al igual que le dijeron a AMLO ella tampoco “nos puede fallar”.
A fuerza de empujones y empellones, una muchedumbre tomó el antiguo palacio del ayuntamiento de la Ciudad de México. Entraron por la puerta principal, justo detrás de la recién electa jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, quien en ese instante, y como primer acto de su gobierno, abrió permanentemente al público el Salón de Cabildos, un patio en el que se ha recibido a los más distinguidos invitados de la Ciudad. La acción es similar a lo que hizo Andrés Manuel López Obrador el día de su toma de protesta como presidente Constitucional: abrir al público la residencia oficial de Los Pinos, que desde entonces será un espacio cultural.
En la ciudad, entonces, el Salón de Cabildos dejó de ser un espacio restringido y se convirtió en testimonio abierto al pueblo de lo que el equipo de la gobernadora pretende sea la ciudad: una urbe para la gente, para las nuevas ideas y el futuro.
Un tropel de capitalinos emocionados por la llegada de la cuarta transformación se arremolinó en el recinto. Flores, abrazos, agradecimientos y gritos de “sí se pudo” hicieron que el salón, por el que desfilaron Salvador Allende, el expresidente chileno, y Neil Armstrong, el primer hombre en la luna, quedaran completamente desatendidas.
“Gracias por tu compromiso” se leía en unas cartulinas rosas que cargó un grupo de mujeres que acompañaron, junto a otros miles, a Sheinbaum en el recorrido de unas pocas cuadras desde el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, donde dio un mensaje al pueblo, hasta el edificio de gobierno, en el Zócalo. Aseguran que la gobernadora les ayudó a regularizar los terrenos de su vivienda y ahora tienen una casa segura. Otros, muestran cartulinas en las que ruegan mejores vías para los ciclistas, pues moverse en bici por esta ciudad puede ser mortal. Pero la frase que más se repite entre ellos es “Tú tampoco nos puedes fallar”.
Aquella es una frase que se repitió entre pancartas, calcomanías y gritos durante el recorrido, que convirtió las calles del centro en una verbena a ritmo de tambora. Doña Silvana, una señora de 77 años, sonríe mientras una multitud se arrejunta cerca de ella, aplastándo todos los espacios libres que quedan entre ella y otras personas “La verdad es que esto no se ve todos los días, y me da gusto verla, espero que sí gobierne para nosotros”, asegura.
Sin embargo, el camino para llegar aquí no fue tan fácil o festivo como el que acaba de caminar la jefa de Gobierno:
“Este es un triunfo y una reconquista de la ciudad, es una casualidad histórica que sea a 50 años del 68 y a 30 del fraude electoral”, dijo enérgica en su discurso previo ante el primer congreso de la Ciudad de México, donde rindió su protesta.
En el camino quedaron muchas luchas y herencias que no se pueden hacer a un lado, dice: “(Esta es) la ciudad que en la segunda mitad del siglo XX abrió sus puertas a migrantes internacionales perseguidos; y que recibió a millones de migrantes de diversos estados de la República. Que fue testigo de la conquista del voto de las mujeres, pero que también vivió las cruentas represiones a movimientos sociales y estudiantiles”.
Como muestra de esa reconquista, de ese nuevo refrendo, no hubo mejor anuncio que la disolución del cuerpo de granaderos, pues, de acuerdo con la doctora “Nunca más se hará uso de los cuerpos policíacos para reprimir, la policía está para cuidar a la ciudadanía”.
“¡No les vamos a fallar!”, responde Sheinbaum. ¿Cómo pretende hacerlo? Al igual que AMLO, se basará en el modelo de consultas populares, y probablemente, al igual que con AMLo, esto será objeto de críticas. Pero en el caso de la Cidad de México, la fórmula buscará sobre todo revertir una queja constante de la administración anterior en la Ciudad de México: el cambio de uso de suelo avasallador que se sufrió bajo el gobierno de Miguel Ángel Mancera. Por eso, anunció Sheinbaum, los planes de desarrollo quedarán sujetos a estas consultas, y mientras se realizan, cualquier construcción o cambio en uso de suelo se suspenderá.
Sheinbaum también anunció la creación de la Secretaría de la Mujer.
Su objetivo, dijo es “dotar de autonomía de la mujer, y crear redes de
mujeres que promuevan derechos”. La idea va desde crear talleres de
autoempleo y redes solidarias de apoyo hasta consejerías de atención
legal y psicológica. Pero sobre todo, habló de reformas legales para que
las licencias de maternidad incluyan también a los padres, de forma que
los hombres también se encarguen de las labores domésticas. Y es que,
si bien en el periodo de Mancera hubo reformas en ese sentido, fueron
tímidas, por decir lo menos: apenas un par de semanas de licencia a los
trabajadores varones en el, cuando nace un hijo.
De la misma
forma, se crearán 300 centros comunitarios llamados Pilares, es decir
Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes, en los cuales
se educará en temas deportivos, artísticos y se buscará desarrollar las
zonas más marginadas de la ciudad. Quizá este modelo recuerde a uno de
los proyectos más exitosos que ha tenido la izquierda como gobierno de
la ciudad: El Faro de Oriente.
Detrás de todos los anuncios que dio la nueva Jefa de Gobierno, parece que estuviera la mano maestra de las propuestas sociales de López Obrador: La austeridad para liberar fondos del presupuesto y financiar proyectos productivos, el desarrollo de las comunidades rurales e indígenas, la reforestación y la inclusión de los jóvenes al desarrollo económico, son solo una muestra; o el hecho de tomar protesta ante el congreso, después dar un mensaje a la nación y al mismo tiempo abrir un espacio de gobierno al público (como hizo el presidente el sábado pasado con la apertura de la residencia oficial de Los Pinos), parecen poner el dedo sobre el renglón.
Sheinbaum es una de las políticas más cercanas a López Obrador: fue secretaria de Medio Ambiente de la Ciudad cuando López Obrador era jefe de Gobierno, y avaló algunos de sus proyectos de construcción más cuestionados a nivel ambiental. Lo siguió desde el inicio en la creación del Movimiento de regenración Nacional, que luego sería el partido ganador. Fue su vocera durante la reciente contienda electoral.
Pero ella asegura que su compromiso es con la ciudad y la lucha de sus gentes por la libertad: “Soy parte de una generación que nació con la represión estudiantil de 1968, que vivió la censura y el autoritarismo, pero que también reconoció la fuerza de la movilización social para la defensa de derechos y libertades. No es una historia personal, es la historia reciente de la Ciudad de México”.
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