Pobladores y campesinos de 19 ejidos del municipio de Jiménez del Teúl mantienen su resistencia contra la Presa Milpillas. Apoyados por la Red Mexicana de Afectados por la Minería, los comuneros han comenzado a realizar acciones jurídicas
Texto y fotografías: Mario Marlo / ZonaDocs
JIMÉNEZ DEL TEÚL, ZACATECAS.- El 8 de septiembre de 2015, durante su Quinto Informe de Gobierno, el entonces gobernador priísta de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, anunció oficialmente la construcción del proyecto: “Presa Milpillas y la línea de conducción para el abastecimiento de agua potable en el corredor Fresnillo-Zacatecas-Guadalupe”, en el municipio de Jiménez del Teúl, ubicado a 250 kilómetros de distancia de la capital del estado; el proyecto consta de una cortina de 88 metros de altura y un acueducto 166 kilómetros que llevaría agua del río Atenco al corredor urbano e industrial a Fresnillo, Zacatecas y Guadalupe, municipios donde se concentra una alta densidad poblacional y se encuentran otros proyectos extractivos como eólicos y minería.
Según Benjamín de León Mojarro, director de la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas (Jiapaz), el costo total del estudio de factibilidad será de 40 millones de pesos, mientras que la inversión inicial asciende a 6 mil millones de pesos: 1.8 para levantar la cortina y 4.2 para construir el acueducto.; los recursos de la obra provienen del gobierno federal a través de la Comisión Nacional del Agua, el gobierno municipal de Zacatecas y el sector privado.
Los 19 ejidos directamente afectados por la construcción del trasvase son: dos del municipio de Jiménez del Teúl, Atotonilco y El Potrero; cuatro en Sombrerete: Estancia de Guadalupe, Corrales, Niño Artillero y Nuevo México; 11 ubicados en Fresnillo: La Presa, Misericordia y Anexos, Primero de Mayo, Trujillo y Buenavista, Melchor Ocampo, Tapias, San Cristóbal, El Salto, Eréndira, México Nuevo y Providencia. Dos ejidos más están en la ruta del acueducto: Hacienda Nueva en Morelos y La Pimienta en Zacatecas.
Niños y niñas juegan en las inmediaciones de la cancha de basquetbol de la comunidad El potrero en el municipio de Jiménez del Teúl. Debajo de dos árboles, mujeres han montado puestos de elotes, agua, refrescos y dulces que ofrecen a las más de trescientas personas que ocupan sus asientos frente a una manta en la que se lee: 1er Encuentro de Pueblos Afectados por el Modelo Extractivo en Zacatecas que se realizó el sábado 8 de junio para extender solidaridad y visibilidad al conflicto socio-ambiental que ocupa a estos pueblos.
A través del equipo de sonido se escucha: “Teníamos miedo porque decíamos qué se puede hacer contra el gobierno: él es todo poderoso, pero hemos aprendido que debemos de luchar, no nos podemos quedar ahí estacionados viendo cómo llegan a nuestra casa y se llevan todo lo que tenemos.”, es la voz de una de las mujeres de Jiménez del Teúl, las cuales participan activamente desde hace más de un año en la resistencia contra la presa Milpillas. Su intervención culminó sentenciando lo que he escuchado en muchos otros pueblos más: “solo han traído división y nos han quitado la tranquilidad”.
Desde que las autoridades del gobierno de Zacatecas en el año 2016, lograron que ejidatarios otorgaran los permisos para que ingenieros de la CONAGUA comenzaran a realizar el Estudio de Factibilidad, la vida ha cambiado en Jiménez del Teúl: “Nos dijeron que no iba a pasar nada, solo querían un permiso para hacer un estudio, pero nos convencieron al decirnos que Zacatecas, Fresnillo y Calera estaban padeciendo de agua, había que darles agua. Después ya no volvieron a pedir permiso, sólo los veíamos, midiendo, sacando medidas por todos los ejidos.”
Desde entonces representantes de Comisión Nacional del Agua emprendieron la misma estrategia de baja intensidad que divide a los pueblos: se acercaron a convencer y comprar uno a uno a los ejidatarios; la posesión y derechos sobre las tierras ha generado que el pueblo se fragmente entre los que están a favor de la presa y los que están en contra.
“Nosotros comenzamos a buscar apoyo e información, así fue como comenzamos a organizarnos y comenzar con la resistencia contra la imposición de la Presa Milpillas y se creó el Movimiento en Defensa del Territorio y del Río Atenco.
Apoyados por la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), los habitantes de los ejidos a quienes se les están violentando sus derechos, han comenzado a realizar acciones jurídicas: ante el Ministerio Público en Sombrerete se denunció la violación a la Ley Agraria y la libre determinación de los ejidos en la Asamblea Ejidal del 14 de octubre del 2018, en la que denunciaron también, la invasión de maquinaria en propiedad ejidal de Atotonilco.
En su proceso también han presentado dos quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Zacatecas y tres en la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Actualmente, Comisariados Ejidales de Atotonilco, El Potrero, Estancia de Guadalupe y Corrales, así como delegados municipales de los ejidos, La Lagunita del Mezquite Blanco, Carretas, Las Bocas, Las Palmas, La Mota y habitantes de la cabecera municipal de Jiménez de Teúl se organizaron en resistencia contra la imposición de la Presa Milpillas, la cual amenaza con inundar su territorio.
Este es un estracto del reportaje publicado en Zona Docs, que forma parte de La Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes consultar el trabajo completo en este link: Presa Milpillas pelea por el agua en Zacatecas
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