Cincuenta años después de la llegada del ser humano a luna, se sigue explorando el satélite: se envían más robots, y sigue siendo uno de los objetos más estudiados pero, ¿por qué no hemos vuelto? ¿Quiénes llevan la delantera ahora en la carrera espacial?
Texto: Óscar Alejandro Cruz Toalá/ Jatamatzá Club de Divulgación Científica
Foto: Especial/Gaceta UNAM
El 20 de julio se cumplieron 50 años de la llegada del ser humano a la Luna. La celebración — muchas instituciones y clubes astronómicos del mundo salieron a las calles y realizaron diversas actividades — es pretexto ideal para seguir hablando de este tema.
Han pasado ya cinco décadas desde que en 1969 se lograra la hazaña: después de que casi nueve años los científicos estadounidenses remaron a contracorriente porque los rusos llevaban la delantera en la carrera espacial, por fin, a través de la NASA, lograron ser los primeros en poner un pie humano en la superficie lunar.
Seis fueron las misiones del programa Apollo que permitieron a 12 hombres pisar la superficie lunar: Apollo 11, Apollo 12, Apollo 14, Apollo 15, Apollo 16 y el Apollo 17.
La Apollo 13, llena de cabalística, fue la misión que no pudo tener éxito total y estuvo a punto de que su tripulación muriera en el intento, al explotar el tanque de oxígeno, o que los astronautas se perdieran en el espacio por el riesgo de que se les agotara el combustible. El mundo entero fue testigo de esas incursiones, aunque aún ahora sigan tomando fuerza las teorías conspirativas
Cincuenta años después, se sigue explorando la Luna: se envían más robots y sigue siendo uno de los objetos más estudiados desde la Tierra. ¿Por qué no hemos vuelto? Simple y sencillamente porque es muy caro. La misión Apollo constaba de 4 partes: Modulo de Servicio, Módulo de Mando, Módulo de Ascenso y Módulo de Descenso. De ellos, era recuperable el de mando.
El módulo de descenso, con el que alunizó el Apollo 11, servía de plataforma de lanzamiento del módulo de ascenso, donde los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin — con las muestras recolectadas — se acoplaron al módulo de mando para dirigirse de vuelta a la Tierra, desacoplando en el camino el módulo de descenso para dejarlo en el universo, Ya cerca de la Tierra, en el punto de ingreso a la atmósfera, desacoplaba el módulo de servicio, que servía también como tanque de combustible para el regreso.
Las empresas particulares que la NASA subcontró para la construcción de cada uno de los tornillos, engranes, tuercas, y circuitos de las naves, quebraron al finalizar la misión del Apollo 17; por los altos costos, fueron canceladas las misiones de Apollo 18, Apollo 19 y Apollo 20. A todo eso sumemos la gran cantidad de combustible que el cohete Saturno V, que era el encargado de poner en órbita terrestre a los Apollos, debe consumir para elevar todo el peso de una estructura metálica de 111 metros de alto y 10 metros de diámetro que media el Saturno V.
En la siguiente imagen se pone la comparativa de las misiones que permitieron que el programa Apollo tuviera éxito, iniciando con la cápsula Mercury, lanzada por el cohete Atlas; la cápsula Gemini y su cohete Titán, y por último, la nave Apollo y su cohete Saturno V. La infografía no usa una escala real, solo es comparativa.
Desde 1972 ya no se volvió a pisar suelo lunar, no se volvieron a enviar misiones tripuladas a la Luna, solo sondas exploradoras. Las últimas, Chang’e 4 y Yutu-2, fueron lanzadas apenas el año pasado por la Administración Espacial Nacional Cina, y el Chandrayaan-2, fue lanzada apenas el 22 de julio pasado por la Agencia India de Exploración Espacial.
En en este mismo 2019 se tiene previsto lanzar Chang’e 5 y Chang’e 6, que son misiones chinas no tripuladas. Lo nuevo y novedoso de estas misiones es que las muestras se traerán a la Tierra, enviadas desde la Luna por unos simpáticos robots.
También está previsto lanzar la Exploration Mission 1 de Estados Unidos, que es solo sobrevuelo orbital; la Exploration Mission 2, que es un sobrevuelo tripulado, para el 2022, y la que volverá a hacer historia: la misión Artemisa 3 del programa con el mismo nombre de los Estados Unidos, cuando en el 2024 vuelva a llevar a tres personas a la superficie lunar. Pero esta vez serán dos astronautas hombres y una astronauta mujer quienes tendrán la dicha de hacer ese viaje, ahora con pocos más comodidades y mejor tecnología que en los 70.
Y ¿para que el interés de enviar tantos robots exploradores a la Luna? ¿Qué pretenden? ¿Una estación de investigación robótica? ¿Quién está tomando la delantera? Una estación espacial sobre la superficie lunar, que permita realizar lanzamientos a otros objetivos, sería más fácil, ya que la Luna no tiene tanta gravedad como en la Tierra, además del objetivo de investigar qué materiales lunares pueden servir de combustible para estos lanzamientos.
Por el momento, quien lleva la delantera es China. El Programa de Exploración Lunar de China ha estado trabajando en lograr esta meta durante algún tiempo, e incluso ha planeado una serie de lanzamientos para hacerla realidad con las próximas misiones Chang’e 6, 7 y 8 que se lanzarán entre 2023 y 2027. El primero, Chang’e 6, llevará a cabo una investigación de la topografía, composición y condiciones de la superficie del sitio propuesto. Chang’e 7 explorará el polo sur en busca de posibles recursos, la Chang’e 8 intentará entonces imprimir en 3D una estructura utilizando estos recursos in situ. Al menos dos de estas misiones también incluirán rovers lunares.
Por su parte, Estados Unidos está trabajando para la misión tripulada del 2024 Artemisa 3; existe un prototipo como propuesta a la nave que llevará a tres seres humanos más a la Luna y el director ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, quiere ayudar para lograr el objetivo. Su compañía aeroespacial Blue Origin ha estado trabajando para un próximo alunizaje durante los últimos tres años, se trata del módulo de alunizaje Blue Moon.
Mientras eso ocurre, tendremos que esperar nuevas noticias y que nosotros podamos ser testigos de estos nuevos acontecimientos que cambiarán y escribirán nuevas historias de la humanidad.
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