Desde los años cuarenta el gobierno francés aplicó un método de guerra novedoso, en sus colonias insurrectas se estrenaron tácticas de desaparición, torutra y asesinato que se convirtieron en escuela. En América Latina estos manuales fueron aplicados por primera vez durante las dictaduras del Cono Sur
Por José Ignacio De Alba / X: @ignaciodealba
Las dictaduras del Cono Sur recibieron adoctrinamiento y asesoramiento del gobierno estadounidense, es conocido el papel que jugó la Escuela de las Américas en la formación de mandos militares. Pero muchos de estos métodos fueron estrenados por el gobierno francés, quien teorizó en técnicas contrarrevolucionarias en Indochina y Argelia.
La “Doctrina de la Escuela Francesa” capacitó, entre otras cosas, para que los militares latinoamericanos llevaran la contrainsurgencia a zonas urbanas. La contrarrevolución inició con un estricto subdivisión territorial. Es decir, el “enemigo” ya no se contaba en un lugar extranjero, permanecía oculto entre la población civil, por lo que era crucial el control total sobre la población.
Cuando los franceses combatieron en Argelia, en mayo de 1954, cargaban con ellos dos grandes derrotas; su fracaso en la Segunda Guerra Mundial y su chasco en Indochina. Así que en la guerra contra el Frente de Liberación Nacional se ensayó la guerra contrarrevolucionaria. Se teorizó sobre los métodos utilizados por el enemigo y se generó literatura sobre la guerra antisubversiva.
Aunque el gobierno francés fue cruel en Argelia, también perdió ahí. El país ganó su libertad, en 1962, a un alto precio. Pero lograron causarle al país una gran herida, los manuales contrarrevolucionarios tuvieron un alto grado de efectividad, se sabe que 1.5 millones de argelinos murieron en manos del ejército francés (el 10% de la población). El gobierno colonial cometió masacres, torturas y desapariciones para acabar con los independentistas.
Hasta el día de hoy Francia ha reconocido muy parcialmente la sangría que provocó en sus colonias. Mientras que en África y Asia hay millones de personas que aun no han recibido ni reparación, ni reconocimiento. Pero ya se sabe, la arrogancia colonial se conmueve poco.
Las técnicas utilizadas por el gobierno de Francia llamaron la atención de Estados Unidos, quien envió militares a Argelia a capacitarse. También, los militares franceses fueron a Panamá para aprender sobre la guerra de “baja intensidad” que los norteamericanos hacían en Guatemala, Nicaragua y El Salvador.
El autor más importante sobre las técnicas utilizadas durante este periodo es Roger Trinquier y su “Guerra Moderna”, también los libros del oficial David Galula. Es interesante revisar estos libros ahora, muchas de las técnicas se siguen aplicando en otros contextos. En la guerra de Irak, en Palestina, en la guerra contra el narcotráfico en América Latina.
En estas obras se preveé que más allá de los “efectos prácticos” que tiene la desaparición de cadáveres, la técnica de la desaparición sirve para aterrorizar y dominar a la población de un lugar.
La relación entre las dictaduras del Cono Sur, sobre todo en lo que se refiere a la experiencia Argentina, y Francia están documentadas por académicos como María Oliveira Cézar o el libro Los Escuadrones de la muerte: la escuela francesa, de Marie-Monique Robin. O incluso, esto queda registrado en los juicios contra las juntas militares. Los partícipes de la dictadura referencian a la escuela francesa en decenas de ocasiones.
El militar Reynaldo Benito Antonio Bignone dijo ante una investigadora francesa: “Diría incluso que el Proceso de Reorganización Nacional lanzado por el gobierno militar en marzo de 1976 es una copia de la batalla de Argel. La única diferencia es que ustedes intervinieron en una colonia, mientras que nosotros lo hicimos en nuestro propio país”.
Mientras que los manuales de contrainsurgencia utilizados por Francia se desplegaron en un solo país, fueron los Estados Unidos quienes decidieron convertir a todo el Cono Sur en su territorio de guerra. El Plan Cóndor, fue una guerra regional cuyo enemigo principal era el “comunismo” o cualquier movimiento que pareciera subversivo a los intereses norteamericanos.
Mientras que las fuerzas de ocupación en Argelia volvieron a Francia después de aplicar los manuales de contrainsurgencia. En Latinoamérica, las dictaduras o gobiernos alineados al Plan Cóndor cometieron un error no previsto en los manuales, se quedaron a vivir en los países que atormentaron.
Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).
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