Las personas jornaleras agrícolas no aparecen en el Proyecto de Presupuesto para 2023, a pesar de que su trabajo brinda alimentos a nuestras mesas. También fueron eliminados programas para apoyo a personas productoras rurales
Por Claudia García*
El pasado 8 de septiembre, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presentó al Congreso de la Unión el Paquete Económico 2023. El paquete es una serie de documentos, eje de la política pública que permiten conocer y entender de dónde provienen los ingresos y cómo se distribuirán en los distintos programas sociales, educativos, de salud, vivienda, pago de deuda y agricultura. Está compuesto por los Criterios Generales de Política Económica, los cuales establecen la estrategia, los objetivos y las metas macroeconómicas de los ingresos y egresos del siguiente año; la iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación, donde se detallan las estimaciones de los ingresos que el gobierno espera obtener el siguiente año para hacer frente a todos los gastos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF), documento en el que se describen la cantidad, la distribución y el destino de los recursos públicos.
Si hay modificaciones en impuestos también se presenta una miscelánea fiscal. En 2023 este no fue el caso, por lo que no parece que habrá cambios sustantivos en esta materia.
Ya en años anteriores, desde Fundar observábamos con preocupación una tendencia a la baja del presupuesto asignado a la efectiva garantía de los derechos humanos como salud, educación y agricultura, especialmente para aquella población que pertenece a los grupos en situaciones de mayor vulnerabilidad como lo son las persona jornaleras.
Este año no es la excepción. Las personas jornaleras agrícolas no tuvieron ninguna mención en el PPEF 2023, a pesar de que su trabajo brinda alimentos a nuestras mesas. En relación con esto, fueron eliminados programas para apoyo a personas productoras rurales como el F002 Capacitación para productores e intermediarios financieros rurales y el F030 Reducción de costos de acceso al crédito, programas a cargo de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero. Si bien, estos ya no contaban con recursos en los dos últimos ejercicios fiscales, su eliminación habla de las prioridades del gobierno actual. Además, específicamente en términos del presupuesto en materia de género, aun cuando se prevé un aumento del 41 por ciento al presupuesto para los programas y acciones etiquetadas bajo el Anexo 13, este se destinará a programas sociales prioritarios universales, los cuales no tienen una ruta clara de personas beneficiarias. Lo anterior cobra especial relevancia pues las mujeres y niñas jornaleras son afectadas por condiciones de desigualdad y sufren de discriminación interseccional lo que las coloca en mayor vulnerabilidad al no ser sujetas beneficiarias de la políticas pública y social. Es así como las personas jornaleras agrícolas, quienes migran a otros estados por trabajo y en su mayoría son indígenas, son las grandes ausentes en este Paquete Económico.
Desde la Alianza Campo Justo exhortamos al legislativo a no olvidar a quienes históricamente han sido excluidos y discriminados. Desde este espacio, recalcamos que reducir el espacio fiscal afecta a las personas más vulneradas por el Estado mexicano, entre ellos a las y los trabajadores agrícolas.
*Integrante del grupo de investigación de personas jornaleras de Fundar.
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