El día de la conmemoración de la expropiación petrolera, el presidente López Obrador celebró la recuperación de Petróleos Mexicanos, mientras que la candidata puntera en las encuestas, Claudia Shienbaum, aseguró que hay que avanzar en la soberanía energética sin abandonar «la empresa de todas y todos los mexicanos»
Texto: Arturo Contreras
Foto: Daniel Augusto / Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO.- La candidata de Morena a la presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, anunció, entre líneas, el fin de Pemex como lo conocemos.
Esto, al asegurar que una vez que la paraestatal alcance una producción de 1.8 millones de barriles diarios de petróleo, esta cifra se convierta en su tope máximo.
“En los próximos años, la producción de petróleo se mantendrá en 1.8 millones de barriles diarios. El crecimiento de la demanda debe ser absorbido por fuentes renovables de energía y seguiremos avanzando en la eficiencia de las refinerías actuales para la reducción de importaciones de gasolina y de diésel. Asimismo, avanzaremos en la reducción de quema de gas natural a la atmósfera y la producción de gas natural para la disminución de las importaciones”.
El anuncio no es menor, pues lo dio en la conmemoración del 83 aniversario de la Expropiación Petrolera, durante un evento de memoria al general Lázaro Cárdenas, al que asistieron sus familiares, entre ellos Cuauhtémoc Cárdenas.
¿Será este el fin del milagro petrolero en México y el augurio de una transición hacia otro tipo de energías? La respuesta ha sido contradictoria durante el sexenio.
A unos días de iniciar su sexenio, el 9 diciembre de 2018, el presidente López Obrador presentó su Programa de Rehabilitación y Mantenimiento del Sistema Nacional de Refinación, uno de los proyectos cruciales de su gobierno.
El plan era simple, pero ambicioso. El presidente, inclusive, dijo que era todo un desafío:
“Es un reto, un desafío lo que tenemos que hacer entre todas y entre todos, porque de un millón 750 mil barriles diarios, tenemos que lograr una producción de más de dos millones 400 mil barriles diarios a finales del sexenio”.
Leer más
El programa, además de incrementar la extracción y procesamiento de petróleo, también consistía en aumentar la refinación de gasolina, y con esto asegurar la autosuficiencia energética. Para esto el gobierno trazó una ruta: rescatar las 6 refinerías que el país tenía en ese entonces: Cadereyta, Madero, Minatitlán, Tula, Salamanca y Salina Cruz. Además de construir una nueva refinería, en Dos Bocas, Tabasco.
La apuesta de López Obrador se basó en una contradicción fundamental: la ironía de que un país productor de petróleo importara la mayoría de sus combustibles del extranjero. Y esa ironía era una realidad.
De acuerdo a datos estadísticos de Pemex, en noviembre de 2018 la paraestatal producía 300 mil barriles diarios de gasolina, diésel y turbosina. Es decir: el 80 por ciento del combustible que se consume en el país.
Esto era posible gracias que las refinerías que procesaban el crudo nacional operaban al 38 por ciento de su capacidad.
Para este ambicioso plan, el gobierno anunció una primera inyección presupuestal a la paraestatal de 75 mil millones de pesos adicionales al presupuesto de inversión en exploración y perforación de Pemex de 2019. Es decir, un aumento a 188.5 mil millones de pesos.
Al concluir la presentación de su plan el presidente afirmó que ese era “un momento decisivo en la historia de nuestro país y en la historia de la explotación petrolera».
«No exagero. Es algo parecido a lo que tuvo que hacerse en 1938. Es un nuevo rescate de Petróleos Mexicanos”.
En enero de 2024, durante el último reporte a medios de comunicación que se ha hecho, el director de Pemex, Octavio Oropeza, dio datos contundentes del programa de rehabilitación, como el aumento de la producción nacional de combustible.
En 2022, las cifras de producción de combustibles llegó a los 261 mil barriles de gasolinas diarios, 146 mil barriles diarios de diésel y 33 mil de turbosina. Es decir: un total de 665 mil barriles diarios, el doble de lo que se refinaba en 2018, lo que equivaldría a alrededor del 70 por ciento de los combustibles que se usan en el país.
Esto fue posible gracias a la rehabilitación de las 6 refinerías nacionales y la construcción de la planta de Dos Bocas. Además, de la compra de la refinería de Deer Park, en Estados Unidos, antes propiedad de la empresa Shell.
Sin embargo esto costó al país, según cifras de la organización México Evalúa, 772 mil millones de pesos para 2023. Y este gasto, de acuerdo a un estudio del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, en realidad no ha retribuido su inversión, pues la deuda de la paraestatal sigue siendo billonaria.
En medio de esto hubo una pandemia que desaceleró en lo general toda actividad económica en el mundo, y después un debate internacional de transición hacia las energías renovables que se interrumpió con la invasión de Rusia a Ucrania, y después la guerra que trajo un alza considerable en los precios que permitieron recuperar algunos activos sin contraer más deuda.
Y así, en el 83 aniversario de la Expropiación Petrolera, el milagro del petróleo parece encontrar su ocaso, aunque esto no signifique, necesariamente, la desaparición de Pemex.
Actualmente, según datos de la propia petrolera, para 2022 las reservas totales de Pemex eran de 11 mil 431 millones de barriles equivalentes de crudo, lo que explicaría la dificultad por alcanzar la producción deseada en el plan de rehabilitación de 2019.
Esto, sumado a la emergencia climática, hace necesario un replanteamiento de las funciones de Pemex, actualmente enfocadas únicamente en la producción y extracción de hidrocarburos. Y así ha sido en el último año, donde además de seguir con la tendencia de la autosuficiencia energética, el gobierno federal también ha apostado a la producción de fertilizantes.
Leer más
El propio presidente, en su último mensaje durante la conmemoración de la Expropiación petrolera, reconoció que debe haber un cambio en el modelo al uso de nuevas tecnologías, aunque con precaución:
“Debemos calcular bien los tiempos para no caer en la dependencia extranjera por dejar de invertir. Cuidado con los vendedores de cuentas de vidrio, para quienes piensan que la riqueza de las naciones no depende de la producción y del trabajo, sino de las especulación financiera y de las bolsas de valores”.
Y recalcó que si no se tiene la certeza de poder sustituir el petróleo sin dificultad y en poco tiempo, se debe continuar con la estrategia de no vender petróleo crudo e importar gasolinas, sino procesarlo en el país para abastecer al mercado interno. Aunque apostó a un programa de transición:
“Seguimos beneficiándonos con la industria petrolera, porque es un buen negocio. El petróleo es y seguirá siendo un buen negocio. Con esas utilidades debemos crear un fondo que se vaya incrementado y que sea usado en su momento para financiar la creación de plantas de energías renovables”.
También volvió a su objetivo inicial, aunque lejano: que en 2024 México tenga la autosuficiencia energética que deseaba.
En una postura más cargada hacia las energías renovables, la candidata presidencial del oficialismo detalló las generalidades de su plan de soberanía energética que, a diferencia de la candidata opositora, Xóchitl Gálvez, no pretende dejar en desuso las refinerías, sino usarlas como palanca para la transición energética.
“Las energías renovables serán uno de los sellos de mi gobierno, con plantas fotovoltaicas, eólicas, hídricas, geotérmicas y de hidrógeno verde, generación distribuida, la promoción de paneles y calentadores solares en techos de vivienda”, aseguró.
Y prometió que seguirá el fortalecimiento de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, como empresas públicas estratégicas para la nación.
La idea detrás de su propuesta es que se pueda ir sustituyendo la demanda de gasolina por otro tipo de fuentes energéticas, por lo que el consumo de combustibles fósiles podría disminuir. Aseguró que en un futuro Pemex podría participar en la explotación del litio y en la producción de energía geotérmica y eléctrica.
“En los próximos años, la producción de petróleo se mantendrá en 1.8 millones de barriles diarios. El crecimiento de la demanda debe ser absorbido por fuentes renovables de energía, y seguiremos avanzando en la eficiencia de las refinerías actuales para la reducción de importaciones de gasolina y de diésel. Asimismo, avanzaremos en la reducción de quema de gas natural a la atmósfera y la producción de gas natural para la disminución de las importaciones”.
Para hacer posible esto, Sheinbaum propone realizar un plan a largo plazo de transformación de Pemex, “tomando en cuenta el reciente plan de sustentabilidad que fue presentado, pero avanzando aún más en procesos de cogeneración y nuevas fuentes de energía”.
Y explico: “Pemex tiene como función principal la explotación, la refinación y la comercialización de los derivados del petróleo y del gas natural. Pero Pemex también, como otras empresas petroleras, puede participar en la explotación de litio, por ejemplo, y en la producción de energía térmica y eléctrica con fuentes renovables de energía”.
“Se trata de fortalecer a Pemex con su función principal, pero al mismo tiempo avanzar en el fortalecimiento de Pemex, frente a los momentos actuales, de la situación ambiental en términos globales, del cambio climático. Pemex va a seguir siendo y será la empresa de todas y de todos los mexicanos”.
En general, sus propuestas las resumió en 6 puntos:
1.Soberanía: “Que México avance en garantizar el suministro de energía con recursos propios. Dicho en lenguaje energético, autarquía energía, depender poco de las importaciones y mantener fuertes y sanas a las empresas del estado: PEMEX y Comisión Federal de Electricidad”.
2.Robustez frente a cambios externos: “Participación clara del sector energético en las finanzas públicas y que la deuda del sector energético sea razonable”.
3.Disminución de la intensidad energética. Es decir, que aún cuando aumente el Producto Interno Bruto, el consumo de energía no se incremente a la misma velocidad o incluso pueda mantenerse constante o disminuir. Dicho de otra forma, desacoplar el consumo de energía del crecimiento económico. Esto se puede hacer, es factible hacerlo y ya se ha hecho a través, principalmente, de la eficiencia energética.
4.Accesibilidad de toda la población a la energía eléctrica, gas y/o fuentes renovables de energía para sus necesidades básicas: “Cobertura y precios accesibles, asimismo, accesibilidad de la energía para el desarrollo nacional”.
5.Disminución de emisiones contaminantes y de gases de efecto invernadero.
6.Promoción de la fuentes renovables de energía en comunidades rurales donde aún se consume leña: “Esto para aumentar la eficiencia en el uso y disminuir las enfermedades del pulmón en las mujeres y promover en estas comunidades las fuentes renovables de energía”.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona