PEF 2024: los enésimos recortes ambientales

11 septiembre, 2023

Hay dos formas de hacerle frente al déficit presupuestal para el sector ambiental. La primera es hacer una reforma fiscal progresista que permita recabar más impuestos con urgencia. La segunda es fijar prioridades realmente progresistas en un país en el que, hasta ahora, se gobierna con la mano derecha

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La Secretaría de Hacienda tiene ya listo el Proyecto de presupuesto de egresos de la Federación para 2024 y, como ha sido la constante desde el arranque de esta administración, el sector ambiental sale perdiendo. La situación es tan terrible que ya ni la Comisión Nacional del Agua, que había recibido recursos muy abundantes este sexenio, se libró de los recortes. El presupuesto de Conagua —que sigue constituyendo en torno al 90 por ciento del presupuesto del ramo administrativo 16, el que corresponde a medio ambiente— se reducirá en 11 por ciento y el resto del sector tendrá 7 por ciento menos recursos que en 2023.

El presupuesto del sector ambiental es de un poco más de 70 mil millones de pesos, de los que algo más de 63 mil millones son de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Los principales organismos del sector se reparten unos cinco mil millones de pesos, de los que dos mil 418 millones corresponden a la Comisión Nacional Forestal (Conafor), algo menos de mil millones de pesos a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en torno a 900 millones a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y 353 millones a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA). El resto se lo llevan los institutos de investigación y asesoría, ramos administrativos y otras entidades anidadas a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

En términos reales —tomando en cuenta la inflación— esto supone que Conagua ejercerá en 2024 un 11 por ciento menos dinero que en el año todavía en curso, aunque eso sigue siendo 80 por ciento más que al inicio del sexenio. Prácticamente todos esos recursos se van en infraestructura gris. El resto del ramo 16, por su parte, enfrenta un recorte del 7 por ciento, lo que implica que tendrá en 2024 45 por ciento menos dinero que cuando arrancó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Paradójicamente, en un sexenio en el que el presidente de la República ha insistido en decir que le importa mucho el medio ambiente y que la conservación de la biodiversidad es muy importante, las dos principales entidades que se ocupan precisamente de mantener con buena salud la biodiversidad que anima el país han sufrido recortes brutales. Conafor, que debería impulsar el manejo sustentable de los bosques, tendrá 8.6 por ciento menos recursos este año que el año pasado, lo que sumado a los constantes recortes de los años anteriores la deja con menos de la mitad del dinero que tenía asignado a inicios del sexenio.

Lo mismo ocurre con Conanp, a la que además se le han añadido nuevas responsabilidades por las áreas naturales protegidas constituidas durante este sexenio en un intento de compensar los desastres del Tren Maya y la expansión del modelo de Cancún a toda la península de Yucatán. Aunque este año no sufrirá recortes, sino un muy discreto aumento de algo más del 1 por ciento, sus recursos son una tercera parte menores de lo que eran en 2018, cuando ya estaban muy castigados por el gobierno de Peña Nieto.

Por su parte, las entidades encargadas de hacer valer la legislación ambiental enfrentan una situación muy precaria. Profepa recibe un respiro con la promesa de que se le otorgarán casi 5 por ciento más recursos en 2024 que en 2023, pero eso la sigue dejando con casi treinta por ciento menos recursos que al inicio del sexenio. La ASEA, por otro lado, mantiene su presupuesto constante, con un ligerísimo aumento, pero sigue con menos de la mitad del dinero con el que contaba en 2018.

Hay dos formas de salir de esta situación. La primera es hacer una reforma fiscal progresista que permita recabar más impuestos con urgencia. La segunda es fijar prioridades realmente progresistas en un país en el que, hasta ahora, se gobierna con la mano derecha: el Ejército, por ejemplo, tiene hoy 2.5 veces más recursos que al inicio del sexenio y la marina 1.79 veces más que lo que tenía en 2018. El sector salud, en cambio, tiene 38 por ciento menos dinero, y el ambiental 45 por ciento menos. Las prioridades están claras, y por desgracia el futuro no es una de ellas.

Consultor ambiental en el Centro de Especialistas y Gestión Ambiental.

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