Parece un patrón: Jorge murió tras ser detenido en Aguascalientes, su familia exige justicia

4 julio, 2024

Jorge Bocanegra, de 33 años, falleció la mañana del 29 de abril tras ser detenido por trabajadores de la empresa Omega y 15 policías municipales en las inmediaciones de la Feria Nacional de San Marcos, a donde acudió a trabajar

Texto: Mónica Cerbrón / PopLab

Imagen: PopLab

AGUASCALIENTES. – Gloria Bocanegra Muñoz tomó el teléfono a las 9:30 de la mañana y marcó el número de Jorge, su hermano, que estaba en Aguascalientes por trabajo. Él le dijo que estaba cansado y que tomaría una siesta. Era lunes 29 de abril y Jorge abordaría un vuelo a las dos de la tarde para regresar a su casa en la Ciudad de México, por eso le pidió a Gloria que le llamara a las 12, para despertarlo. Cuando ella volvió a tomar el teléfono, del otro lado de la línea respondió una agente de investigación que se identificó como Karen Hernández. La mujer, sin darle más detalles, le dijo que la persona que tenía ese celular había muerto.

Lo que le sucedió a Jorge en las casi tres horas que pasaron entre esas dos llamadas, es hasta ahora desconocido. Las autoridades en Aguascalientes no han explicado cómo y por qué ese joven de 33 años perdió la vida, pero se sabe que antes fue detenido por 15 policías municipales, adscritos a la capital del estado.

“Lo primero que pensé fue que a lo mejor no era mi hermano, que quizás le habían robado el teléfono. (La agente) me dijo que (la persona) no tenía identificación, no tenía cartera y que la única forma de saber si era él, era que nos trasladáramos a Aguascalientes”, narra Gloria, que explica que su hermano era contador de la Plaza de Toros México, y había sido enviado a Aguascalientes para trabajar en alguno de los espectáculos taurinos que se ofrecen durante la Feria Nacional de San Marcos (FNSM), celebrada entre abril y mayo.

En entrevista con PopLab, la fiscalía del estado confirmó que el cuerpo de Jorge tenía lesiones, como escoriaciones en la piel y moretones en el cuerpo, en zonas como el cuello y el área anguinal, así como lesiones faciales –en la nariz y ojos–, y en el área abdominal. José Tomás Chávez Macías, director del área de Periciales, dijo a este medio que hasta este 3 de julio pudieron confirmar la causa de defunción, que habría sido un infarto agudo al miocardio, acompañado de una encefalitis hipóxico-isquémica (causada por falta de oxígeno en el cerebro) y datos de falla orgánica múltiple.

«Estamos hablando de escoriaciones en diferentes partes del cuerpo, como son la cabeza, la cara, en los brazos, en las manos, en la zona abdominal, básicamente, y unos moretones a nivel del cuello. Traía unas lesiones en la región facial, lo que es en la frente, nariz, en el ojo, y los demás estaban en las extremidades. (Sin embargo) las causas de los infartos son múltiples, no podemos definir una sola», dijo Chávez Macías.

Esa información no ha sido compartida de manera oficial con la familia Bocanegra Muñoz, quienes atestiguaron las lesiones en el cuerpo de Jorge. De acuerdo con la fiscalía, el resultado de la necropsia formará parte de la carpeta de investigación CI/AGS/12133/04-24, abierta de oficio por el caso.

“Un policía nos dijo que esos golpes eran de días anteriores, pero no lo creemos, su compañero que estuvo con él todo el tiempo, en el mismo hotel, en la misma habitación, dice que nunca se peleó, que nunca le pegaron, nunca nada. Jorge sólo fue a trabajar. Mi hermano tenía un hundimiento en el cráneo y estaba totalmente golpeada su cara, sus labios, su ojo, su cuerpo”, narra Gloria Bocanegra.

El de Jorge es un caso similar al de Iván Díaz Marín, de 30 años, que falleció por lesiones tras permanecer una noche detenido en los separos municipales. En ambos casos, la autoridad ha dicho que los jóvenes estaban drogados en el momento de los hechos, pero en el caso de Iván un parte médico oficial señala lo contrario, y la familia de Jorge –a la que la fiscalía le dijo que había consumido cocaína y heroína– afirma que él no consumía ninguna droga. Ese dato también ha sido dado a conocer por el fiscal, Jesús Figueroa Ortega, aunque en la entrevista dada a este medio, la fiscalía prefirió no detallar esa información.

Los dos jóvenes fueron detenidos por la misma falta: disturbios en la vía pública; llevados al área de Justicia Cívica del Municipio Capital, y después canalizados al Hospital estatal Tercer Milenio, institución con la que, de acuerdo con un documento oficial, la Policía Municipal tiene un convenio de colaboración.

La versión que la fiscalía dio a la familia es que la mañana de ese lunes, después de hablar con su hermana, Jorge fue detenido en las inmediaciones del Foro de las Estrellas, un enorme recinto donde se presentan grupos musicales durante la Feria. Ese lugar, sin embargo, está cerrado por las mañanas. Las autoridades les explicaron que tras tratar de escapar de la detención, 15 policías lo amagaron. Quince elementos contra él solo.

En los hechos habrían participado elementos de la empresa de seguridad privada Omega, usualmente contratada en eventos masivos locales.

Gloria relata que cuando lo detuvieron, Jorge estaba al teléfono con uno de sus compañeros de trabajo, y que antes de colgar, le dijo que lo querían matar. Su compañero entonces se movilizó para investigar qué estaba sucediendo.

La familia Bocanegra Muñoz recibió un mensaje de la fiscalía de Aguascalientes a las tres de la tarde del mismo 29 de abril, momento en que le informaron que Jorge estaba detenido, pero de acuerdo con su acta de defunción, a esa hora él ya había fallecido. El documento, consultado por PopLab, tiene registrada como hora de la muerte aproximadamente las 9:00 horas de ese lunes.

“Yo hablé con él por teléfono hasta las 9 y media. Hay registros en su teléfono donde él está con vida aún más tarde. Incluso están las llamadas que le hizo a sus compañeros, hay evidencia de que, a esa hora, él todavía estaba con vida”, argumenta Gloria.

Chávez Macías, el director de Periciales de la fiscalía, dijo que el área forense de la dependencia fue informada a las 11:15 de la muerte de Jorge. El funcionario no pudo detallar con exactitud la hora en la que él habría fallecido.

“En la fiscalía no dejaron que mi mamá pasara a ver el cuerpo, le dijeron que era muy impactante y nada más se lo mostraron por fotografías en la computadora”, narra Bocanegra Muñoz.

Al otro día de los hechos, el 30 de abril, Antonio Martínez Romo, titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), dio una declaración a medios locales en donde dijo que actuarían “con total transparencia” y que los 15 elementos que participaron de la detención serían puestos a disposición del Ministerio Público.

Pero dos meses después, esos elementos aún siguen en activo, confirmó a PopLab la SSPM. El área de comunicación de la dependencia dijo que seguirán trabajando hasta que la fiscalía determine lo contrario.

La fiscalía, por su parte, no ha informado a la familia de Jorge sobre ningún avance de la investigación, pues el abogado que contrataron no ha podido acceder a copias de la carpeta abierta por el caso. Mientras que en entrevista, el área de comunicación de la dependencia informó que por la secrecía del caso, no brindarán mayor información del avance en la investigación.

“La respuesta de las autoridades de no suspender a los oficiales, no buscar una indagación de manera autónoma e independiente, lo único que hace es no echar luz sobre problemas que puede haber muy profundos en la forma de capacitar a los policías, en la forma de formarlos, pero sobre todo en la forma de reaccionar ante crímenes que sabemos nuestro estado tiene antecedentes evidentes, sabemos que hay un problema que si no se ha resuelto, si no hay reconocimiento, seguirá sucediendo”, dice Aurelio Coronado Mares, doctor en psicología, maestro en ciencias forenses, y especialista en el análisis de casos de violencia a derechos humanos.

Coronado Mares citó el informe «Hasta perder el sentido«, realizado por la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU- DH) sobre la práctica de la tortura y malos tratos en Aguascalientes entre 2010 y 2014.

“Debe ser una herramienta orientativa para tomar acciones. A la fecha, hasta donde yo conozco, no se ha tomado ninguna acción, incluso no ha habido ningún reconocimiento público de los sucedido en esos años. Si tenemos ese contexto de violencia en Aguacalientes, ese precedente, es evidente que tenemos que partir de la hipótesis de la tortura”, agregó el especialista.

El informe de la ONU-DH señala que “la incidencia de la tortura y otros malos tratos en Aguascalientes era muy elevada, al menos hasta 2014, previo a la implementación de la reforma al sistema de justicia penal en la entidad. Hasta dicho año, Aguascalientes era el estado con el segundo mayor porcentaje de personas (89%) que aseguraron haber sido torturadas o maltratadas durante la detención, traslado o estancia en el Ministerio Público”.

Las recomendaciones emitidas por el organismo, y por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), no han sido aceptadas públicamente por las autoridades estatales.

Una familia que exige justicia

Jorge Bocanegra era el mayor de tres hijos y el soporte económico de sus padres. Con la voz entrecortada, Gloria describe a su hermano como una persona alegre, a la que le gustaba su carrera, que se acababa de independizar y que tenía planes de adquirir su propio departamento.

“Era un niño de familia, era muy muy noble, muy humano y muy alegre, podría describirte a mi hermano de tantas formas, pero yo creo que alegre es la palabra que lo definía. Era una persona joven, tenía un futuro por delante, tenía muchísimos planes, un buen trabajo. Tenía todo para tener una vida plena plena, feliz”, narra con tristeza.

El 30 de abril, mientras en Aguascalientes el caso resonaba en algunas noticias policíacas, Jorge estaba siendo velado en casa de una de sus vecinas, en la Ciudad de México. Los gastos funerarios corrieron a cargo de una colecta que organizaron sus compañeros de trabajo.

“Mi hermano era amado por mucha gente, acudieron muchas personas a verlo, querían despedirse de él, toda la noche estuvo acompañado. Mis amigos me dicen: tienes dos opciones, dejarlo así y que él descanse, o pelear y que se haga justicia, y eso es lo que quiero, sé que ya nada nos va devolver a mi hermano, pero ojalá que ya no se lo hagan a más personas. El dolor que nos causaron es impresionante, sientes que el tiempo se te detiene, te da coraje que el mundo siga corriendo con normalidad. Leí que Iván (Díaz Marín) tenía 30 años, los dos tenían una vida por delante, sueños, planes, no es justo que se los arrebaten así”.

Esta nota fue publicada originalmente en POP LAB, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes ver la publicación original.

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