Santiago Taboada, candidato a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México propuso una “ventanilla única” para evitar la corrupción inmobiliaria. Una medida similar se adoptó desde el principio de la administración de Claudia Sheinbaum y fue impugnada para no aplicarla en la Benito Juárez cuando Taboada fue alcalde.

Texto: Arturo Contreras Camero
Foto:  Rogelio Morales / Cuartsocuro

CIUDAD DE MÉXICO.- Para combatir la corrupción en el sector inmobiliario Santiago Taboada, candidato de la alianza PAN-PRI-PRD para gobernar la CIudad de México, propuso una medida que ya opera desde el inicio de la administración de Claudia Sheinbaum: la ventanilla única. El exalcalde, que es investigado por la Fiscalía de la Ciudad por sus nexos con el llamado «Cártel Inmobiliario» logró que la Suprema Corte suspendiera la aplicación de esa medida en su alcaldía. 

Durante una reunión que sostuvo con integrantes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en la Ciudad de México, seguró que esa era la mejor forma de detonar la inversión en el esector de la construcción. Según dijo la inversión en la ciudad de México se ha frenado por la cantidad de trámites que se deben hacer y por la falta de seguridad.

“Hablaban de la tramitología», dijo a los constructres. «Primero tienes que ir a Seduvi, porque sin ese certificado no puedes mover un ladrillo. También al Sistema de Aguas, a la Secretaría del Medio Ambiente, con los del predial, al Instituto de Seguridad de las Construcciones y te echaste dos años ¡Es una tragedia! Por eso la gente terminó diciendo con permiso, me voy a un estado donde nos lo dan en seis meses”. aseguró. “¿Qué pensamos nosotros? en una sola (ventanilla )donde no tengas que estar peregrinando”.

En 2019 la entonces jefa de Gobierno, Claudia Shienbaum, ya había implementado una ventanilla única para recbir toda la información para aprobar una obra y evitar ese peregrinaje al que refiere Taboada. Además, se reducían los espacios de corrupción al centralizar y compartir la informació de las solicitudes. Desde 2023 la ventanilla única empezó a funcionar de forma completamente digital.

“Como era muy complicado, esa fue una de las razones por las que en el Gobierno dijeron, sí esto es un relajo, tenemos que hacer una instancia única. Sobre todo porque los desarrolladores entregaban un documento diferente a cada dependencia, y como no se compartían la información, pues no importaban que los documentos se contradijeran entre sí”, explica María Luisa Rubio, vecina de la Benito Juárez y activista en contra del Cártel Inmobiliario. 

Con la información centralizada, el gobierno de la Ciudad podía determinar si un proyecto era viable o no, por lo que la administración de Taboada asumió que eso violaba una de las facultades de la Alcaldía: la de controlar el ordenamienrto urbano; por lo que tramitó una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación por invasión de facultades, misma que fue aprobada el 15 de octubre de 2021. 

“El acuerdo (de la ventanilla única) no solo representaba una invasión a las facultades de los alcaldes en esta materia, sino también un potencial riesgo de que los actos administrativos que realiza la Alcaldía puedan ser impugnados sustentando la acción legal en el “otorgamiento” de una autorización emitida por el gobierno de la Ciudad de México; aunado al hecho de no representar una facilidad para los desarrolladores, en razón de que se les impone un trámite adicional”, aseguró la Alcaldía Benito Juárez en un comunicado el día de la decisión de la Corte. 

A pesar de haber echado abajo la aplicación de la ventanilla única en 2021, Santiago Taboada ofreció la creación de ese mismo mecanismo la mañana de este martes ante los representantes más importantes de la industria inmobiliaria en la ciudad. 

Entregar el sistema de Planeación y otras obras a los inmobiliarios

Durante su reunión con la industria de la construcción, Taboada también aseguró que el Instituto de Planeación Democrática y Participativa de la Ciudad (el IPDP), que debería encargarse de proyectar el desarrollo de la ciudad a mediano y largo plazo se haga autónomo. Este instituto se creó en 2018, sin embargo, y debía ser formado por representates de la sociedad, por un censejo ciudadano y otro de especialistas, sin embargo no ha funcionado e incluso hoy opera sin titular. 

“Al final, sí es un tema de voluntad y sabemos que no está en su prioridad. Están en sus prioridades otras cosas, que cuando quieren las sacan, pero no era prioridad darle autonomía financiera al Instituto de Planeación, porque pierden el control”, aseguró Taboada.

“Yo creo que el Instituto debe tener esa independencia, si no va a acabar siendo empleado del jefe de gobierno, y eso ya vimos en qué acabó”. 

El candidato también propuso a los desarrolladores de la ciudad la actualización de las normas técnicas de construcción: 

“Acaban de hacer un cambio en el reglamento que ponen un nivel mayor de acero a las construcciones que no necesariamente… existen otras tecnologías y otros materiales, porque el uso de acero te eleva el costo de la vivienda”.

Estas medidas se aprobaron después de las fallas estructurales en edificios de departamentos dañados durante el sismo de 2017 y obligan a los constructores a usar más acero en las construcciones de la ciudad.

Un historial de normas tergiversadas

El uso de la ventanilla única podría ser una de las medidas desarrolladas por gobiernos de izquierda en la ciudad para facilitar la construcción de viviendas con fines sociales que se tergiversan por la industria inmobiliaria para favorecer el boom inmobiliario. 

Otros ejemplos son el Bando 2 y la Norma 26, creadas durante los gobiernos de López Obrador y Marcelo Ebrard respectivamente, que buscaban favorecer la creación de vivienda en las zonas centrales de la capital. Ambos lineamientos facilitaban los trámites y las condiciones para la construcción de grandes edificios de vivienda social, sin embargo fueron reinterpretados y usados para crear vivienda más cara. 

“Con esas facilidades, creaban edificios que supuestamente serían para uso social, pero al dejar la obra negra, la empresa que lo construía quebraba, el proyecto era comprado por una comercializadora que le ponía acabados de lujo y vendía los departamentos sociales como vivienda de lujo”, explica María Luisa, vecina de la alcaldía. 

Ese fue una de las formas bajo las que operó el Cártel Inmobiliario en sus inicios, que, alimentada por la voracidad de la industria de la construcción levantaron decenas de edificios de departamentos bajo ese esquema. El repensar la ventanilla única para la aprobación de construcciones podría representar riesgos similares.