Es difícil conciliar esta situación con los valores más básicos de una democracia. Cuando este conflicto impide el ejercicio más elemental de la libertad de informar.
Por Lydiette Carrión X: @lydicar
Como escribimos anteriormente, las primeras víctimas masivas de los ataques del Estado de Israel contra población civil palestina fueron niñas y niños, bebés. Se calcula que un 40 por ciento de las víctimas de los ataques han sido menores de 18 años. Y mujeres, muchas mujeres, las madres de esos niños.
Ahora bien, otro grupo que destaca por el número de muertes –y éste por su profesión– es el de periodistas. Según el Comité de Protección de Periodistas, desde que el conflicto inició el pasado 7 de octubre, con el ataque de la Milicia de Hamas, en este conflicto ha muerto, en promedio, un periodista por día. Para el 18 de noviembre al menos 42 periodistas habían sido asesinados, entre los más de 13 mil muertos –11 mil personas palestinas en la franja de Gaza y la West Bank, y mil 200 personas muertas en Israel.
La numeralia de agresiones a periodistas son las siguientes:
Si bien las últimas seis semanas han sido inéditas en el grado de violencia, muertes, violaciones a derechos humanos, desplazamiento forzado y crímenes de lesa humanidad en general (ataques a hospitales, cierre de agua y electricidad, etcétera), lo cierto es que el conflicto entre el estado de Israel y los diversos grupos palestinos siempre ha generado una gran violencias contra periodistas.
En este contexto, muchas voces han recordado el asesinato de la periodista palestina Shireen Abu Akleh, una periodista televisiva que fue muy conocida y muy querida en Gaza y el Banco Oeste, ya que, como narran endiversas entrevistas, se metía y trataba de cubrir todo lo referente a su pueblo.
Shareen era una cristiana palestina y era muy famosa por su trabajo para Al Jazeera, que realizó durante más de 25 años. El 22 de mayo de 2022, fue probablemente asesinada por francotiradores. Las últimas investigaciones, según CNN, apuntaban a soldados israelíes como los responsables.
La violencia no quedó ahí. Soldados israelíes también fueron al sepelio –que fue muy concurrido, intimidaron a la familia de la periodista, les impidieron ondear la bandera palestina y gritar ciertas consignas.
Es difícil conciliar esta situación con los valores más básicos de una democracia. Cuando este conflicto impide el ejercicio más elemental de la libertad de informar.
NOTA: Al cierre de esta columna el reportero mexicano en la región Temoris Grecko reportó en sus redes sociales la muerte de otros dos periodistas palestinos.
Otros dos periodistas, Sari Mansour y Hassouneh Saleem, fueron asesinados por Israel en Gaza.
Este mediodía estuvimos en aldeas de beduinos en las colinas al sur de Hebrón, una ya abandonada y otra en resistencia ante el asedio de los colonos.
Escuchábamos y veíamos los aviones…
— Témoris Grecko (@temoris) November 18, 2023
Lydiette Carrión Soy periodista. Si no lo fuera,me gustaría recorrer bosques reales e imaginarios. Me interesan las historias que cambian a quien las vive y a quien las lee. Autora de “La fosa de agua” (debate 2018).
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