El Padre Marcelo Pérez Pérez, un reconocido defensor de derechos humanos, párroco de Simojovel y coordinador de la Pastoral Social de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, ha realizado innumerables acciones de defensa de derechos humanos. Las agresiones en su contra se han intensificado
Texto: Yessica Morales / Chiapas Paralelo
Fotos: Chiapas Paralelo
CHIAPAS.- El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) y el Movimiento Sueco por la Reconciliación (SweFOR México) comunicaron que al inicio de este año las agresiones hacia el Padre Marcelo Pérez Pérez se han intensificado, prueba de ello son las declaraciones y señalamientos que realizó un funcionario público municipal recién electo.
Reconocieron que Pérez Pérez ha sido víctima de deslegitimaciones, difamaciones y descrédito constante por su actividad de defensa de derechos humanos, y su situación de riesgo se ve reflejada en el otorgamiento de las medidas cautelares número MC-506-14 por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en 2016.
Las asociaciones mencionaron que dichas medidas siguen vigentes en la actualidad, siendo necesarias, pero no son suficientes para que continúe con su actividad de defensa en un entorno seguro.
Señalaron que, la CIDH afirmó que las declaraciones públicas que deslegitiman y desacreditan el trabajo de personas defensoras de derechos humanos los hace más vulnerables, y es obligación del Estado reconocer de manera pública que el ejercicio de la promoción y defensa de los derechos humanos es un acto legítimo.
Por ello, manifestaron su preocupación por los actos de criminalización hacia el Padre Marcelo, resultado de la labor en la defensa y promoción de los derechos humanos.
El Frayba y SweFOR México hicieron un llamado de atención al gobierno mexicano sobre sus obligaciones en materia de derechos humanos. Solicitaron que se reconozcan la labor de defensa de derechos humanos y construcción de paz en Chiapas del Padre Marcelo, y que se evite cualquier acto de autoridad que ponga en riesgo a su persona y de quienes acompaña.
El Frayba dio a conocer el 18 de abril de 2020 que Pérez Pérez recibió amenazas de muerte y vigilancia, estos hostigamientos también pusieron en riesgo la seguridad de su equipo pastoral y de la población en Simojovel.
Relataron que un hombre vestido de civil tomó fotografías a las y los colaboradores de la parroquia, quienes se encontraban en actividades en la iglesia de San Antonio de Padua.
Los hechos se registraron el 29 de marzo de ese mismo año, alrededor de las siete de la mañana, desde la ventana de un hotel cercano, la persona que realizó el acto lo hizo evidente para hacer notar su presencia.
Asimismo, el 2 de abril, un colaborador cercano al Padre recibió una llamada telefónica para advertirle que tuviera cuidado porque andaban pidiendo los datos de las personas que trabajaban en la parroquia.
Tres días después, el Padre Marcelo recibió información sobre un hombre en Simojovel que dijo: “En todo se mete el padre, hay que darle un plomazo…”, el Frayba enfatizó que este tipo de amenazas se hicieron visibles de manera reiterada incluso en redes sociales.
Por otro lado, días después de la visita del Papa Francisco en el año 2016, le pusieron precio a su vida por un millón de pesos.
Un familiar cercano de uno de las cinco personas contratadas (sicarios) de Juan Gómez Domínguez -dirigente en ese entonces del PRI en Simojovel- informó que ejecutarían al Párroco.
Las cinco personas se colocaban de manera constante frente a la parroquia, pasándose como compradores de ámbar.
Para el 2015, las amenazas, persecuciones y hostigamientos hacía Pérez Pérez e integrantes del Consejo Parroquial y Pueblo Creyente de Simojovel continuaban.
Después de una peregrinación realizada del 23 al 26 de marzo de ese año en Tuxtla Gutiérrez, registraron incidentes, entre ellas: testigos refirieron que el precio de la cabeza del Padre ascendió el millón de pesos.
Informaron sobre la presencia de grupos armados en lugares cercanos a las actividades que realizaría el Consejo Parroquial y la detención arbitraria del catequista que leyó el comunicado de prensa previo a la peregrinación.
“Seguiremos luchando pacíficamente por la vida digna de este pueblo, ante tantas injusticias, corrupción de las autoridades, narcotráfico, narcopolíticos que ambiciosamente pretenden obtener puestos de gobierno en este año, ante el tráfico de armas, ante la apertura de nuevas cantinas, sobre todo ante la descomposición del tejido social”, expresó el Pueblo Creyente de Simojovel en una denuncia pública.
El Padre Marcelo, trabaja con los pueblos tsotsiles, tseltales, zoques y mestizos, a quienes acompaña en los procesos de defensa de la tierra y territorio, como a desplazados, y es mediador en conflictos.
A su vez, acompaña a personas migrantes, así como a personas defensoras que han sido criminalizadas por su trabajo en la defensa de derechos humanos.
Por ello, en el 2018, la Embajada de Suecia en México reconoció la labor del sacerdote como defensor de los derechos humanos en Chiapas.
En un documento firmado por la embajadora Annika Thunborg, comunicó que la embajada agradecería las facilidades que se le brinden al Padre para realizar de manera satisfactoria su misión.
Otro reconocimiento a su la labor fue su nominación al “Premio Per Anger 2020”, entregado por el gobierno de Suecia, debido a las iniciativas de apoyo a los derechos humanos y a la democracia.
“La paz es fruto de la lucha pacífica, pero valiente, decidida y perseverante de los pueblos organizados”, expresó en ese entonces el párroco.
Este trabajo fue realizado por CHIAPAS PARALELO, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar el original.
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