15 marzo, 2023
Vecinos de dos colonias de Iztacalco clausuraron un pozo de agua que desde hace seis meses se usa para recargar pipas. La extracción es desmedida y se está lucrando con ella, acusan. Esto podría estar relacionado con la aparición de socavones en las colonias.
Texto y fotos: Arturo Contreras Camero
CIUDAD DE MÉXICO.- A las siete de la noche, el pozo Nuevo Santa Anita quedó clausurado. Una manta con una larga inscripción tapa la entrada principal. Al pie del zaguán hay maderas, troncos, llantas y cascajo. Alrededor del pozo un centenar de vecinos llevan a cabo una reunión informativa sobre el cierre. La razón principal: la extracción indiscriminada de agua para pipas que son vendidas en otras colonias.
“No vamos a dejar que saquen más agua, este pozo se va a quedar como está y lo vamos a defender”, dice desde un megáfono el ingeniero Juan Carlos Granados, quien vive muy cerca del pozo y fue testigo del abuso en la extracción que se empezó a gestar desde hace seis meses.
Al principio, cuenta Juan Carlos Granados, la Alcaldía Iztacalco informó que había un acuerdo con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) para mandar 10 pipas a abastecerse entre nueve de la mañana y tres de la tarde. EL objetivo de esto era llevar agua a otras colonias del oriente de la demarcación, donde escasea .Sin embargo, el acuerdo se vio sobrepasado rápidamente.
El ingeniero Granados alcanzó a contar hasta 60 pipas en un solo día. Muchas de ellas sin placas ni membrete o ningún otro tipo de identificación. Algunas, con teléfonos de atención, añade otro de los vecinos al relato. Cuenta:
“A una vecina le llegaron con la pipa, que la habían solicitado a ese domicilio. Yo no la pedí, no me hace falta, respondió ella. Entonces fírmeme aquí, de que no la quiere. Investigamos y ahora sabemos que usan esas pipas después para venderlas”.
“¡Vamos a pasar a ser como las colonias de oriente, que un día sí les cae agua y al otro no!”, dice con preocupación Guillermo Menxueiro, vecino de Iztacalco. “Y es que no, la solución no es sacar de un pozo para irlas llevando a otro lado, esos son paliativos, necesitamos una red de agua nueva, porque estos paliativos ya llevan años”, añade.
Según los cálculos de los vecinos, diariamente se sacan por lo menos 600 mil litros de agua, lo que ya se traduce en una falta de agua en las colonias Viaducto Piedad y Nueva Santa Anita, que desde que inició la llegada de las pipas solo tiene servicio en el mismo horario habilitado para la recarga de pipas. Es decir: de nueve a tres.
El ingeniero Juan Carlos Granados advierte otro problema asociado a la extracción de agua. Antes de explicar, reconoce no ser geólogo, pero su trabajo en el Aeropuerto le ha permitido empaparse del conocimiento del subsuelo de la ciudad.
Como gran parte de la capital, estas colonias se encuentran sobre un suelo arcilloso limoso, recuerda el ingeniero. Esto significa que es como una esponja, que absorbe agua. Al extraerla en demasía, se seca y el suelo debajo de las casas y las calles empieza a perder soporte. Una muestra, creen los vecinos, son los hundimientos que han aparecido en la calle Plan de Ayala, que podrían anunciar un socavón.
“Los movimientos telúricos se van a sentir más, y como muchos de ustedes saben, vecinos, sobre la colonia Viaducto pasa una falla geológica, y cualquier día nuestras casas y nuestro patrimonio podría verse comprometido”, alerta a los vecinos. Su temor fue reforzado por un microtemblor registrado en esa alcaldía este miércoles 15 de marzo.
La mañana del miércoles 15, la siguiente tras la clausura del pozo, la colonia no solo atestiguó un pequeño sismo, sino también la visita de Armando Quintero, el alcalde de Iztacalco, que asistió a la inauguración de un kinder.
“La ciudad va a tener tres meses muy difíciles en el tema del agua”, dijo Quintero al verse rodeado de vecinos con pancartas que lo presionaban bajo el grito de “¡Ni una gota más!”,
“Las dos colonias más al oriente de la Alcaldía son las más gravemente afectada, y también de las más pobladas”, les dijo en un tono tranquilo. “La Agrícola Oriental es de cien mil habitantes y la Pantitlán de cincuenta mil”, explicó buscando el entendimiento de los vecinos.
El problema, replicaron algunos vecinos, no es que se lleve agua a donde no hay, sino que se use para lucrar a expensas de otros. El alcalde, apurado, dejó el lugar y a dos de sus colaboradores, quienes atendieron a los vecinos. Acordaron sostener una reunión la próxima semana con representantes de Sacmex, de la Alcaldía y de Concertación Ciudadana del Gobierno de la Ciudad de México, así como detener la extracción del pozo para pipas.
“Nosotros somos la punta de lanza. Si esto sale bien, muchas colonias que tienen este problema se van a sumar y de manera sistemática van a cuidar sus pozos”, dijo el ingeniero a los vecinos al reconocer que extracciones como estas se llevan a cabo en toda la ciudad.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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