10 enero, 2023
El cuerpo de la joven Yeimy Berenice fue encontrado el 7 de enero dentro de un pozo en Mérida. Las autoridades cuentan con suficientes elementos de pruebas para determinar que el feminicida es Joshua “N”, un hombre que presuntamente se suicidó días después en Ecatepec, Estado de México
Texto: Herbeth Escalante
Fotos: Tomadas de Facebook
MÉRIDA, YUCATÁN.- El cuerpo sin vida de la joven Yeimy Berenice Lavadores Canul fue encontrado el pasado 7 de enero dentro de un pozo en un predio de la colonia San José Tecoh, es una de las zonas de mayor marginación de Mérida. Se trata de la primera víctima de feminicidio de este año en Yucatán y, para ella y su familia, no hubo justicia.
Las autoridades de seguridad cuentan con suficientes elementos de pruebas para determinar que el feminicida es Joshua “N”, quien días antes pasó por ella a su vivienda para salir a cenar. Sin embargo, él nunca fue detenido ni será juzgado, ya que apareció muerto en un motel del municipio de Ecatepec, en el Estado de México, a mil 349 kilómetros de distancia de donde cometió el crimen.
La madre de Yeimy, la señora Sulma Canul, relató que el pasado 4 de enero, aproximadamente a las seis de la tarde, dicho individuo pasó por ella en su casa ubicada en la colonia Salvador Alvarado Sur. Transcurrieron las horas y la joven de 25 años de edad no regresó, por lo que al día siguiente se comunicó con él para preguntarle en dónde estaba su hija o qué fue lo que ocurrió.
Joshua era gerente en la empresa Invincible Boat, planta dedicada a la producción de botes marinos y que se encuentra en el puerto de Progreso. Era el jefe de Yeimy, quien apenas hace mes y medio ingresó a trabajar ahí.
El presunto feminicida le dijo a la señora Sulma que había dejado a su hija en otro punto de la ciudad porque había decidido regresar sola a su casa. Le mintió y ese mismo día, el jueves 5 de enero, huyó de Yucatán y dejó de contestar las llamadas.
Tras pasar 48 horas sin saber nada de la joven, la Fiscalía de Yucatán activó la Alerta Alba y realizó diversas indagatorias para tratar de encontrarla. Se temía lo peor, sobre todo porque Joshua no se había presentado a trabajar y nadie sabía dónde estaba.
Una llamada al número de emergencias 911 alertó a la Policía Estatal de Investigación (PEI), pues vecinos de la colonia San José Tecoh informaron que de un pozo se desprendía un fuerte olor a putrefacción. Con la ayuda de los bomberos, se realizaron maniobras para rescatar el cadáver de una mujer, que resultó ser Yeimy Berenice.
La necropsia realizada por especialistas del Servicio Médico Forense (Semefo) de la Fiscalía indicó que la causa de muerte fue asfixia mecánica por estrangulamiento y que la mujer había sido asesinada de 60 a 72 horas antes.
Después de que la señora Sulma veló a su hija y le dieron sepultura, salió a marchar con sus familiares y amigos para exigir que su muerte no quede impune. “¡Qué busquen al culpable hasta por debajo de las piedras!”, exclamó, mientras cargaba una cartulina con fotografías de la joven y consignas de justicia.
Las cámaras de seguridad de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Yucatán instaladas en diferentes puntos de la ciudad, así como de viviendas y comercios privados, captaron los momentos en los que Joshua “N” trasladó el cuerpo de Yeimy hasta la zona en donde lo arrojó al pozo y cómo escapó de Yucatán a bordo de su vehículo Beetle de color azul, con placas de circulación ZBD 205 E.
La corporación policiaca detalló que en ese mismo vehículo, dicho individuo y la joven ingresaron a un hotel, llamado Eros II, que se encuentra en el anillo periférico sur de Mérida, a las 21:07 horas del 4 de enero. Ahí la asesinó.
Los videos del establecimiento indican que Joshua salió 40 minutos después, sin pagar la cuenta y sin detener el paso, pues incluso destrozó con su coche la pluma de la entrada. Se robó unas sábanas, las cuales habría utilizado para envolver el cuerpo de Yeimy y que se aprecian en el asiento de copiloto.
El personal del motel nunca avisó de lo ocurrido a las autoridades de seguridad, por lo que se perdió valioso tiempo para detener al sujeto. El comandante de la Policía Estatal de Investigación (PEI), Carlos Flores Moo, declaró que si los trabajadores del lugar hubieran llamado al 911, él estaría detenido en estos momentos.
Los videos muestran que Joshua acudió a su departamento en una colonia del municipio de Kanasín, en donde permaneció pocos minutos, y luego se trasladó a San José Tecoh, en el “sur profundo de Mérida”, en donde encontró un predio con el pozo y arrojó el cuerpo sin vida. A diferencia de otras zonas de la ciudad, ahí no hay tanta vigilancia policiaca.
También existen grabaciones del momento en el que escapó por carretera de Yucatán, al día siguiente del feminicidio, y de acuerdo con la Fiscalía y la SSP, viajó acompañado de su esposa, de nombre Jackeline “N”.
Cuando las autoridades de seguridad solicitaron a un juez la orden de aprehensión del individuo al momento de localizar el cadáver de Yeimy, ya era demasiado tarde. El mismo sábado 7 de enero fueron encontrados los cuerpos sin vida de Joshua “N” y su esposa en el jacuzzi de un hotel de paso en Ecatepec. Las primeras investigaciones arrojan que el feminicida cometió suicidio.
Aunque las dos personas presentaron cortadas en sus antebrazos, aún no se ha determinado si Jackeline también se suicidó o si la asesinaron. Ella fue encontrada con la misma ropa con la que salió de Yucatán.
El titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Luis Felipe Saidén Ojeda, recalcó que el sujeto actuó solo en el crimen, por lo que se descarta la complicidad de su esposa. Asimismo, señaló que la familia del predio en donde apareció el cadáver de Yeimy no tenía ninguna relación con el feminicida.
De igual manera, el comandante informó que continuarán con las investigaciones y que sancionarán al motel que no dio aviso de lo ocurrido a la Policía Estatal.
El feminicidio de Yeimy Berenice es el primero registrado en el 2023 en Yucatán, el estado considerado como el más seguro del país y en donde, de acuerdo con el gobierno estatal, la incidencia delictiva es nueve veces menor a la registrada a nivel nacional el año pasado.
Pero en Yucatán sí asesinan a mujeres y los feminicidas son las parejas, exparejas o personas cercanas a las víctimas.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública, en el 2022 fueron asesinadas nueve mujeres. Cinco casos son investigados como feminicidios y cuatro como homicidios dolosos. De estos últimos, al menos dos fueron cometidos por los hijos de las víctimas y el delito se reclasificó.
Sobre los feminicidios del año pasado se sabe que María Canul fue ultimada en enero con un arma blanca por su expareja en el fraccionamiento Flamboyanes de Progreso; en mayo se registró el crimen de Esther M.P., quien también fue atacada por su exesposo con un cuchillo en el municipio de Huhí; mientras que en ese mismo mes fue asesinada Lucely G.G. con un arma de fuego en Tekax por su marido.
En noviembre, se registró el feminicidio de Karina M.H. quien fue asesinada por dos personas en la colonia Vicente Solís de Mérida; mientras que en diciembre ocurrió el crimen de María M., de 73 años de edad, a manos de su esposo que la atacó con un cuchillo en su domicilio familiar en el municipio de Baca.
La activista feminista Nancy Walker Olvera, integrante del Frente por los Derechos de las Mujeres en Yucatán, apuntó que aunque la entidad se expone como un espacio seguro, el feminicidio de Yeimy y de las víctimas antes mencionadas nos hacen reflexionar acerca de que todavía falta mucho por hacer para desactivar la violencia.
“Es terrible que sigan pasando los feminicidios e iniciar el año con esta demanda y este grito de las mujeres por justicia. Si bien se están reconociendo estas violencias en las leyes, también hay que desactivarlas en las calles y en los hogares”, sostuvo.
Nancy Walker de igual manera señaló que hay que revisar qué está pasando con el Protocolo Alba y si es necesario que se modifique, con la intención de que las autoridades actúen más rápido, tanto para localizar a las niñas y las mujeres desaparecidas, así como para detener a los presuntos feminicidas.
“Y el reto es cómo desactivamos este machismo, el que haya hombres que se sientan con premeditación, alevosía y ventaja para poder hacer lo que hacen y nadie les diga nada. Nos falta apuntarle a este tema, es cuestión de escuela, de las familias, de una violencia simbólica que se sigue presentando. Este caso de Yeimy vuelve a ser no una llamada de atención, sino un punto muy rojo dentro de esta ciudad segura”, enfatizó.
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