“No damos autorizaciones fast track”: Víctor Toledo

1 agosto, 2020

El Secretario de Medio Ambiente informó que el proyecto presentado por Fonatur para la Fase 1 del Tren maya tiene 74 observaciones y pidió a la ciudadanía ser vigilante de las obras. Por su parte, científicos presentaron observaciones a la Manifestación de Impacto Ambiental que el lunes 3 será presentada a las comunidades de Champotón

Texto: José Ignacio De Alba

Foto: Presidencia

El proyecto entregado por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para la construcción de la Fase 1 del Tren Maya tiene, hasta el momento, 74 observaciones, informó este martes Víctor Toledo. El secretario de Medio Ambiente sostuvo además que la dependencia a su cargo no autorizará manifestaciones de impacto ambiental en “fast track”.

En videoconferencia, Toledo sostuvo que el gobierno apuesta por el empoderamiento ciudadano e invitó a la gente a movilizarse y ser vigilante “de lo que el proyecto va a ser o no va a hacer”.

Por su parte, especialistas agrupados en la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, presentaron observaciones a la Manifestación de Impacto Ambiental de la Fase 1 y pidieron que sea rechazada debido a que “existen muchas incertidumbres sobre el proyecto que surgen de la omisión deliberada de información”.

Ante los cuestionamientos de la prensa, el titular de la Semarnat (Secretaría de medio Ambiente y Recursos Naturales) dijo que “hay mucha confusión en la opinión pública” y “se ha derramado demasiada tinta” en relación con el proyecto.

Sin embargo, consideró que la posibilidad de que no impacte ambiental, cultural y socialmente de forma negativa “va a depender de la buena voluntad del gobierno, pero también de la organización de los ciudadanos, de las resistencias ciudadanas, del poder ciudadano”.

“Donde la sociedad es débil, donde no se organizan, cualquier proyecto del gobierno va a entrar de manera destructiva. Nosotros apostamos por el empoderamiento de la gente”.

El Tren Maya es uno de los desarrollos más emblemáticos del actual gobierno. Se trata de la construcción de un ferrocarril que recorrerá mil 554 kilómetros por cuatro estados del sureste del país. El proyecto contempla la construcción de 18 estaciones, que según el gobierno federal se convertirán en “polos de desarrollo”, en una zona considerada de alta marginación.

El proyecto, que deberá estar concluido para el año 2023, está a cargo del Fonatur, dependiente de la Secretaría de Turismo. Alrededor del plan hay opiniones encontradas y la Secretaría de Medio Ambiente es la instancia encargada de aprobar los impactos ambientales del tren y de cada una de las obras que implica.

El proyecto se divide en varias etapas de construcción, una de ellas la “Fase 1” está en consulta con la población indígena de Champotón, Campeche, desde el 30 de junio.  Este lunes 3 de agosto, Fonatur hará una sesión informativa con habitantes del lugar.

El gobierno mexicano está obligado por los artículos 1 y 2 de la constitución y por el convenio 169 de la Organización Mundial del Trabajo para someter a consulta todos los proyectos que se lleven a cabo en territorios indígenas.

De acuerdo con el Secretario de Medio Ambiente, hasta ahora se han realizado 15 consultas en diferentes lugares de la península.

Territorio maya

Toledo enfatizó también que será imprescindible desarrollar ordenamientos ecológicos participativos

En la conferencia, dijo “la península de Yucatán sigue siendo territorio maya” y “por lo tanto no es posible hacer un proyecto de esta envergadura si no tomamos en cuenta la presencia de las culturas maya”.

«El 80 por ciento del estado de Yucatán son mayas, la mitad de los habitantes de Quintana Roo son mayas y por supuesto que esto no puede pasarse por alto. Tenemos que realizar efectivamente ahora para este tramo de Palenque Izamal, tenemos que realizar una consulta indígena específica, porque allí el tren va a atravesar 167 localidades Mayas, por lo tanto estamos obligados a realizar una consulta en este tramo»

Según datos oficiales, sólo en el tramo que va de Palenque a Izamal el Tren Maya atravesará por 167 localidades mayas.

La Secretaría de Medio Ambiente tiene hasta el 8 de octubre para aprobar la Manifestación de Impacto Ambiental de la “Fase 1”, sin la cual no puede empezar el proyecto en el plazo planeado por el gobierno mexicano.

Omisiones, contradicciones, y falta de claridad: expertos

Este jueves se venció el plazo que dieron las autoridades a académicos y organizaciones para presentar observaciones al proyecto presentado por Fonatur.

Después de analizar la documentación entregada por Fonatur, la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, integrada por especialistas en temas ambientales, sostuvo que la Manifestación de Impacto Ambiental “debe ser rechazada por la DGIRA (Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental) debido a que existen muchas incertidumbres sobre el proyecto que surgen de la omisión deliberada de información y que no permiten una evaluación correcta del posible impacto ambiental de la obra”.

En el documento se señala que hay omisiones que no permiten una análisis mucho más profundo de los daños ambientales que causará el proyecto. También se advierte que hay poca claridad en los protocoles para contrarrestar los daños a la flora y fauna del lugar.

En otro apartado, los científicos dicen que no existe un mapa sobre la red de abasto y alcantarillado de las zonas que comprende el proyecto, al grado de que “es poco claro la obtención de agua para su funcionamiento”.

En el documento de 55 páginas también se señala en resumen que en la Manifestación de Impacto Ambiental  “se encontraron omisiones, información contradictoria, falta de claridad y múltiples deficiencias técnicas”.

Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).