Música contra el silencio: cuando el arte denuncia el genocidio en Palestina

8 junio, 2025

La Musica contro il Silenzio es un coro de denuncia universal hacia la masacre de población civil que sigue ocurriendo en Gaza. Nació en Florencia, Italia con la intención de ser un flashmob aislado, pero en breve tiempo se difundió en otras ciudades italianas y se está convirtiendo en un movimiento nacional

Texto: Laura Buconi

Fotos: Cortesía de Domenico Fuggiano

CIUDAD DE MÉXICO:-  “Somos ciudadanos cansados de permanecer en silencio mientras vemos vídeos de niños quemados vivos, personas hambrientas de las que se burlan mientras intentan desesperadamente comer algo, vidas inocentes masacradas por la ferocidad del gobierno israelí con la complicidad de nuestro gobierno.” 

“Italia está de nuevo del lado equivocado de la historia, financiando esta masacre con nuestro dinero. Y si las instituciones no son capaces de oponerse, debemos hacerlo nosotros”, explica Laura Maniscalco, una de las organizadoras.

“Todos juntos podemos hacerlo, con la herramienta más poderosa que tenemos para remover conciencias: la música. Ayer primero de junio empezamos en Florencia, Turín y Palermo, y esto es sólo el principio”, advirtió en entrevista para Pie de Página.

Del 1 al 25 de junio, en todas las principales ciudades italianas, músicos amateurs y profesionistas y orquestas se están reuniendo para tocar y cantar contra el genocidio en Palestina. Se trata de una movilización sin precedentes y con una participación ciudadana masiva.

Las y los músicos alzan la voz

La idea nació en Florencia, Italia, la semana pasada. Por medio de algunos intercambios de palabras,  mensajes y encuentros, la voz corrió entre los pasillos del Teatro del Maggio Fiorentino y de la Orchestra della Toscana; y en pocas horas se redactó el primer comunicado, se abrieron los canales de redes sociales y se involucraron amigos y colegas en otras grandes ciudades italianas como Genova, Palermo y Bologna. Algunas horas después adhirieron Torino, Milano y Roma.

Al principio iba a ser un simple flashmob, pero rápidamente se convirtió en un movimiento cuyo lema reza “¡Basta de silencio, hagámonos oír!” y así nació “La Musica contro il Silenzio”. Se decidió proponer un evento musical nacional, en el que músicos, cantantes, instrumentistas, profesionales, aficionados y cualquiera que quisiera participar con su propia voz y ritmo, pudieran cantar junto con los demás las canciones seleccionadas como unidad o según las necesidades de cada plaza. 

“Interpretaremos Lacrimosa de Mozart para expresar la pena y el dolor, la Oda a la Alegría de Beethoven para recordarnos que el ideal de fraternidad sólo será posible con una Palestina libre. También sonará el himno nacional palestino Fida’i, signo de dignidad y reconocimiento, y por último Bella Ciao, canción de resistencia también compartida por los palestinos, símbolo del derecho a la liberación.”

“Las canciones, al igual que las elegidas entre poemas de autores palestinos, hablan de exilio y raíces, de pérdida y resistencia; pero también de dignidad y esperanza. Son portadoras de mensajes que no se encuentran en los titulares ni en boca de los expertos en los enfrentamientos televisivos: por eso son inmunes a cualquier instrumentalización o intención polarizadora. El himno de Palestina será en árabe: un recordatorio de que el lenguaje de la humanidad es más amplio que cualquier frontera preestablecida”, explican las músicas Elisabetta Paolini y Carlotta Libonati.[1] 

Quiere ser una manifestación apartidista, que sólo acoja el apoyo de asociaciones humanitarias y de asociaciones nacidas en apoyo de la causa palestina, pero también una manifestación absolutamente política, en el sentido más clásico y genuino de la palabra.

Cientos de músicos se están reuniendo en las principales ciudades italianas para cantar y tocar contra el silencio de las instituciones. “Repicaremos contra la masacre que sufre el pueblo palestino: seremos una sola voz por la libertad, por la justicia y por el sacrosanto derecho de todo pueblo a resistir contra toda forma de opresión, injusticia y violencia”, recita su comunicado oficial.

El gobierno italiano financia las armas israelíes

A más de un año y medio de la Nakba, el gobierno italiano aún no se ha pronunciado al respecto. Desde el comienzo de la guerra en Gaza, Italia ha mantenido una posición extremadamente cauta. Lo ha hecho, por ejemplo, cada vez que la Asamblea de las Naciones Unidas ha votado resoluciones sobre el tema: en diciembre de 2023, sobre el alto al fuego; en mayo de 2024, sobre el reconocimiento de Palestina como miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas; en septiembre de 2024, sobre la exigencia de que Israel abandone los territorios palestinos ocupados. Italia siempre se ha abstenido.

El libro Genocidio de la periodista palestina naturalizada italiana Rula Jebreal, que salió en mayo de este año, explica como las armas usadas en la actualidad por el gobierno israelí son financiadas por Estados Unidos, Alemania e, justamente, Italia. 

“Mientras en los salones se sigue debatiendo si es genocidio o no (como si de eso se tratara ante tanto horror), la música tiene el poder de tocar cuerdas profundas en el alma humana como ningún otro lenguaje puede hacerlo”, afirma Laura Maniscalco.

Fabio Sperandio, director de orquesta y activista musical quien apoyó la coordinación musical de la marcha de La Musica contro il Silenzio de Bologna, agrega:

“El símbolo de nuestro mensaje es que una piedrita lanzada al estanque poco a poco, de ola en ola, se va ensanchando y realmente va involucrando a todo el mundo».

En las movilizaciones, continua, “hay niños de todas las escuelas, hay profesionistas, hay amigos, y este solo es el comienzo. La red de músicos es muy activa en toda Italia, Palermo se está dedicando al archivo Florencia a la difusión, y en definitiva, a la organización».

En la participada movilización de Bologna el 4 de junio, más de 500 músicos entre profesionistas y amateurs tocaron y cantaron a una sola voz. En la plaza habló Latifa, palestina de 14 años que lleva seis meses en Bolonia, con su hermana, su madre y su hermano. Llegaron a Italia porque su hermano perdió una pierna durante un bombardeo y en Bolonia recibió tratamiento y está esperando conseguir una prótesis adecuada. 

La joven terminó su discurso frente a la plaza llena a la conmoción de su madre, con estas palabras:

«Gaza no quiere piedad, Gaza quiere libertad y dignidad. Quiere vivir en paz, sin miedo a las bombas ni a los bloqueos. Hoy estoy aquí para decirle al mundo: no olviden a Gaza, no ignoren su derecho a la vida, sean su voz, acompañenla en su lucha por la libertad. Gaza resiste, y su voz llegará a todas partes».

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