En la historia de nuestros días conocemos, coincidimos y aprendemos de mujeres que nos inspiran. Hoy las reconozco y abrazo con admiración

Por: Lorena Turquie Castillo * / MUxED

La inspiración llega de distintas y variadas formas, nos mueve y logramos cosas extraordinarias. El color de una tarde, mi café matutino, una foto, la risa de mis hijas, recordar la casa de mi abuela o las sábanas perfumadas de mi mamá en domingo, son instantes que me evocan y traen inspiración. Para mi es inevitable el impulso de escribir una nota, una carta, un cuento o un mensaje.

Dicen que “infancia es destino” y, en este caso, el mío fue aprender a enseñar, aprender a fluir con inspiración y tener el valor para buscar cómo hacer realidad mis sueños. Nací en una familia de docentes y artistas. En casa quien no pinta, dibuja, diseña o crea, además de haber  maestros de todas las edades. Soy la hija mayor de una maestra que de niña me enseñó sobre el resultado del esfuerzo,  la tenacidad, a pensar en el otro y a creer que siempre hay un camino. De joven aprendí sobre el gusto de compartir lo que aprendo y a disfrutar el proceso de enseñar. Observé como lideraba, estudiaba y hacía grandes mapas de planeación para cada nuevo plan o programa. También la vi pintar, cantar, bailar y descubrí el impulso que da la inspiración para hacer lo que te apasiona.

La RAE señala que la inspiración es un estímulo que anima a la labor creadora en el arte o en la ciencia. He tenido maravillosas mentoras. Su inspiración fue el estímulo, de principio a fin, de cada logro. Seguramente cada una y cada uno de ustedes ha tenido alguna influencia que las inspiró a dar el paso y a no dejarse vencer. 

En el mundo de la educación la inspiración y la iniciativa son el motor que motiva  a transitar por grandes cambios. Si leo del pasado encuentro  maestras que buscaron nuevos métodos, propuestas innovadoras que muchas veces parecían impensables, para muestra el legado de Eulalia Guzmán o Margarita Gómez Palacio, mujeres cuya aspiración fue hacer posible la alfabetización, influir y convencer sobre la relevancia de la lectura y su impacto en la vida de las personas. Lo lograron y dejaron huella en la historia de la educación en nuestro país.

Si veo el presente, por ejemplo, leo postales de estudiantes de 2o año en Guanajuato todas ellas inspiradoras con el mensaje sobre ¿cuál es su sueño? Ellas y ellos expresan una aspiración, reflejan valor, amor, ilusión, pero sobre todo muestran la inspiración que su maestra logró dejar en   ellas y ellos.

Hace algunos años di el primero de muchos pasos en el sector educativo, y con el tiempo he conocido a valiosas mujeres que han dejado huella, que han superado temporalidad o incluso tradiciones. Desde las oficinas de la Secretaría de Educación Pública en la calle República de Brasil, pasando por escuelas, oficinas e instituciones diversas, han habido mujeres que han sentado las bases para que el sistema educativo evolucione; crearon políticas con visión; impulsaron la evaluación; diseñaron  programas e impulsaron  estrategias. Antes y ahora dan rumbo a la educación en México.  Con su presencia o su legado permanecen en la memoria por ser innovadoras y exitosas. Son referente e inspiración para seguir adelante y mantener en movimiento este increíble sector.

Hoy es una buena ocasión para reconocer a las maestras y mentoras que, desde un aula en una comunidad lejana hasta quienes diariamente toman decisiones en pro de la educación en sus estados. Todas son mujeres que ven con lentes particulares la realidad y nos inspiran a descubrir cómo hacer las cosas de otra manera para tener resultados distintos.

En MUxED, de la mano de mujeres que inspiran, he tenido la oportunidad de soñar, de crear y de poner manos a la obra para visibilizar los retos que tenemos en educación, provocar el cambio y hacer realidad la garantía de que todas las niñas y los niños aprendan. Ojalá que estas palabras evoquen en las y los lectores a aquellas que han sido sus maestras de vida y profesión.                                     

Hoy celebro a la distancia del tiempo y espacio a Carmen Roqueñí que me acompaña en cada nuevo sueño, desde la universidad; a Yolanda Meyenberg, a quien admiro profundamente y de quien aprendí muchísimo; a nuestra querida Margarita Zorrilla maestra de muchas de nosotras y ejemplo de fortaleza, inteligencia e ingenio.

Reconozco a las mujeres con las que he compartido batallas y por supuesto, a las increíbles e inspiradoras colegas que atinadamente ha convocado Silvia Ojeda con la misión de impulsar una política de alfabetización en México. No deseo caer en la descortesía de omitir a alguna, porque somos muchas quienes trabajamos para alcanzar  este sueño, y más que nunca tengo la certeza de que lograremos que nadie se quede fuera y mucho menos atrás.

A todas las mujeres que inspiran desde la educación las felicito por su iniciativa, valentía, sororidad y por el impulso de mover juntas los sistemas educativos. Gracias por ser mi inspiración.

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Lorena Turquie Castillo es integrante de MUxED. Politóloga, con maestría en Políticas Públicas comparadas, especialista en cultura de la legalidad y educación. Investigadora y evaluadora de políticas públicas. Coordinadora y docente de la Maestría en Políticas Públicas en el IUOG. Integrante de Faro Social y Educativo AC, organización que coordina la Política de Aprendizajes Fundamentales impulsada por el Instituto Natura México.

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