En las últimas semanas el gobierno de Argentina ha vigorizado su relación con Estados Unidos y Europa. Es un acercamiento angustiosamente militarista, con la compra de aviones caza, la petición de entrada a la OTAN y la construcción de una base de Estados Unidos
Texto: José Ignacio De Alba
Foto: Presidencia de Argentina
ARGENTINA. – En estos días, el ministro de Defensa de Argentina, Gustavo Petri, se encuentra en una gira por Europa que ha develado el giro belicista del gobierno. En la misma semana, el gobierno de Javier Milei firmó un acuerdo para comprar 24 jets de combate y la intención de entrar a la OTAN , la poderosa alianza militar que une a las potencias occidentales.
Como si Argentina se preparara para una batalla, Milei ha invertido millones de dólares -en medio de una crisis económica- para actualizar sus pertrechos y alianzas.
Desde la llegada del nuevo gobierno se ha mandado ayuda humanitaria a Ucrania, pero ahora el respaldo se hace más fuerte con la intención de ser un «socio» de la OTAN. Para ingresar el país necesita la aprobación de sus 32 integrantes, de lograr su admisión sería el segundo país de América Latina en entrar a la organización.
Para el argentino común, ocupado por sobrellevar la hiperinflación, la noticia es desconcertante.
-¿Qué le parece la decisión de comparar aviones de combate y la intención del gobierno de entrar a la OTAN? – le pregunto a un pequeño comerciante.
-Es incomprensible. El gobierno acaba con los comedores comunitarios y desbarata la educación pública. En estas semanas las facturas de gas y electricidad incrementarán hasta 400 por ciento. Como están las cosas yo tengo que abrir mi negocio, pero atender con las luces apagadas. No sé qué pasará cuando llegue el invierno. Invertir guita en aviones de guerra es una pavada. Argentina es un país que no tenía enemigos, pareciera como si Milei tuviera la necesidad de inventarse alguno.
La respuesta de Julio Martinelli, dedicado a la panadería, sintetiza el malestar. Pero sobre todo las dudas.
Para algunos el gobierno de Milei comienza a delinear un camino similar al del gobierno de Carlos Menem (1989-1999), el político que hizo una desregularización financiera y privatizó empresas.
Aunque Menem hizo una alineación inmediata a Estados Unidos y Europa no solo adhiriéndose al Consenso de Washington. El político involucró a Argentina en la Guerra del Golfo y en los conflictos de la antigua Yugoslavia. Rompiendo la tradición de neutralidad frente a conflictos extranjeros.
Años después, el país sufrió dos ataques terroristas en su territorio, uno en contra de la embajada de Israel en Buenos Aires (1992) y contra la Asociación Mutual Israelita de Argentina (1994). Dos eventos vinculados a la al apoyo de Menem a las guerras en el exterior.
Apenas llegó Javier Milei al poder y el gobierno argentino parece entrar en la necesidad de involucrarse en algún frente. Porque el presidente tiene simpatías ideológicas y hasta religiosas…
Esta semana Milei tenía programado firmar personalmente en Dinamarca la compra de los jets de combate F-16. El presidente viajaría a Europa e incluso volaría dentro de uno de los aviones supersónicos. Lo que muchos argentinos criticaron como una frivolidad, en medio de la crisis. Pero el show fue suspendido cuando Irán lanzó un ataque con drones y misiles contra Israel.
En lugar de viajar, Milei convocó a un comité de crisis en Casa Rosada, los ministros establecieron una ruta de apoyo a Israel, que hasta el momento solo se ha dado de forma discursiva. Aunque sorprendió que el propio gobierno de anunció que el embajador de Israel también acudió al encuentro del gabinete de emergencia.
Milei ha referido en múltiples ocasiones que se está convirtiendo al judaísmo. Su transe religioso ha fortalecido los lazos entre ambos países. Israel fue el segundo país que visitó Milei después de tomar protesta. No es raro ver fotos del presidente junto a rabinos, incluso portando kipá.
En los primeros días de abril, Milei recibió a Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos. Ambos sostuvieron reuniones e incluso viajaron juntos a Ushuaia para dar a conocer que los dos países construirán una base militar en Tierra del Fuego.
Poco se sabe sobre la Base Naval Integrada, que operará como “un gran centro logístico”, según dijo el presidente. Cabe señalar que Richardson es una de las voces más críticas sobre el avance de la influencia de China en la región.
A partir de la vista de la comandante, Argentina anunció que supervisará una base científica china instalada en la provincia de Neuquén, que, según el propio embajador estadounidense, Marc Stanley, encubre operaciones militares. cosa que ha negado el gobierno asiático.
Después de varias visitas, no encontraron indicios de uso militar
– La seguridad del predio está a cargo de la Policía de Neuquén y hace unos años atrás de una empresa privada, nunca de soldados chinos.
— Embajada de China en Argentina (@ChinaEmbArg) April 8, 2024
Rirchardson participó en un par de eventos protocolarios, uno de ellos consistió en la donación de un avión C-130 Hércules a Argentina.
Días después, el representante diplomático de Estados Unidos en Argentina dio a conocer que el gobierno de Joe Biden otorgará un financiamiento de 40 millones de dólares al gobierno de Milei, para ayudar a comprar los aviones F-16, para «defender más efectivamente su territorio y cooperar con socios regionales para mantener la paz y la estabilidad en América”.
Pocos días después de reunirse con Richardson, El presidente argentino viajó a Texas para encontrarse con Elon Musk, el magnate fundador de Tesla y dueño de la red social X (ex Twitter).
Además de hablar de sus coincidencias en torno a la libertad y a la tasa de natalidad en el mundo, Milei y Musk discutieron sobre la importancia de eliminar trabas burocráticas que alejan a los inversores.
Elon Musk, Milei y la vocación de entrega de soberanía pic.twitter.com/RDosOmgPoT
— Federico Rodriguez (@fede753) April 16, 2024
Ese Milei no está cabal, solo faltó ver que Musk le diera su placa de empleado del mes. pic.twitter.com/qGkYBlUB9k
— Zurdo Gil ☭ (@Jgilbelloso) April 18, 2024
Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona