De los 32 millones de estudiantes, este lunes regresaron a la escuela sólo 1.5 millones. En las aulas, los alumnos reportan una asistencia del 20 por ciento, por el sistema escalonado y el temor de algunos padres ante la covid. En otras escuelas el abandono de más de un año en las instalaciones retrasó el retorno. Sin embargo, fue evidente el entusiasmo de niñas y niños que volvieron
Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos: María Fernanda Ruiz
CIUDAD DE MÉXICO.- La calle de Trigo no veía esta algarabía desde hace 14 meses. Al mediodía, decenas de niños dejan las instalaciones del número 100, de la escuela primaria Ignacio Zaragoza, una de las pocas que retomaron actividades este 7 de junio en Ciudad de México: mil 103 planteles de preescolar, primaria y secundaria, tanto públicas como privadas. La escena es un gozo, los niños platican entre ellos, sonríen al ver a sus abuelas que van a recogerlos y les cuentan de lo mucho que los hizo escribir la maestra. Sin embargo, esta experiencia llega a una mínima parte de los estudiantes.
El regreso a clases no solo se llevó a cabo en Ciudad de México, sino en otros 15 estados del país. (Aguascalientes, Baja California, Chiapas, Ciudad de México, Coahuila, Durango, Guanajuato, Jalisco, Estado de México, Morelos, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz). Sin embargo, la afluencia fue bajísima. Según datos de la SEP, hoy regresaron a clases un millón 631 mil 235 alumnos, en el país. Hasta diciembre de 2020 se calculaban unos 36.6 millones de estudiantes.
Es probable que la cifra de estudiantes que se encontraron con sus maestros hoy sea mucho menor, porque las medidas de sana distancia obligan a que los grupos se dividan.
“Yo creo que de los 34 compañeros que quería ver, hoy solo vi a unos 9”, dice con una sonrisa Fernanda Amairani, del grupo 3o-A. A diferencia de lo que se anunció, ella no va a regresar a ver a sus compañeros el miércoles, sino hasta el otro lunes, y así por las siguientes cuatro semanas, que es lo que le resta al ciclo escolar.
Mónica Carranza, abuela de Fernanda, acepta su nerviosismo antes de traerla, pero confía en que las instrucciones de cuidado sanitario que le dio a su nieta hayan funcionado. “Me sentí bien, porque ella se moría de ganas de regresar, lo que hicimos fue hablar con ella, de que tenía que usar el cubrebocas, estarse lavando las manos, usar su gel y no prestar nada de sus artículos de protección”.
Mónica es una de las madres de familia más involucradas en los procesos de renovación en esta primarria, asegura que desde hace un par de semanas empezaron a limpiar la escuela entre los padres y a contactar a otras familias para planear el regreso.
“Lo más importante es que los otros papás y mamás sean responsables y no mientan si sus hijos están enfermos, que sean conscientes y que no los traigan”, acota Mónica. Ese paso, de hecho, es el primero de los filtros de seguridad de las escuelas, el que viene de casa, de la corresponsabilidad. El segundo es un filtro sanitario sencillo, con toma de temperatura y gel antibacterial a la entrada de los colegios; y el tercero parece novedoso en la Ciudad, aunque quienes lo realizan dicen que llevan un rato haciéndolo.
“El tercer filtro consiste en ir a los salones, recorrerlos uno por uno y preguntarle a los alumnos si alguno se siente mal; es en caso de que se nos vaya alguno en los otros dos filtros”. El que habla es el doctor César Gustavo Dávalos, de los servicios de salud de la alcaldía Iztacalco. Este tipo de células, a las que él pertenece, estarán haciendo revisiones en las escuelas y remitiendo a los niños que lo necesiten al centro de salud más cercano.
Ésta, sin embargo, es una escuela rara. La mayoría de los centros escolares no regresaron a ningún tipo de actividades. Gael lleva más de un año sin ir a la escuela y puede que permanezca así. Él estudia en la escuela Coyolxauhqui, en la alcaldía de Coyoacán. Su mamá, Jessica Ascencio, explica que hace unas semanas la maestra del grupo de Gael reunió a las madres y padres de sus estudiantes para discutir si regresarían a clases este lunes.
La negativa ganó por dos razones: la primera y la más normal, admite Jessica, fue el miedo a un contagio y a que las medidas sanitarias fueran insuficientes. La segunda podría ser de mayor trascendencia. “Es que la escuela está teniendo un proceso de remodelación, porque tenía varias cosas el edificio y además las cisternas se tenían que lavar, después de un año abandonada, pues ya se veía muy olvidada”.
Esta escuela está en obras, y el mantenimiento retrasó el regreso, sin embargo, muchas otras escuelas presentan robo de cableado, de tuberías y otros fallos que hacen imposible el regreso a clases.
Así como Fernanda, la pequeña de tercero de primaria que moría de ganas de regresar a la escuela, millones de alumnos en el país esperan volver a las aulas y dejar el confinamiento, que ha sido más pesado para ellos, por la falta del contacto social. Sin embargo, a algunas escuelas les cuesta menos trabajo las características técnicas para el regreso y congregar a sus alumnos.
En la secundaria del Instituto de Humanidades y Ciencias, una secundaria y preparatoria privada en Tlalpan, al sur de la ciudad, el regreso al encuentro social dibujó nuevas maneras de reunión y de relación entre los alumnos.
“El centro de la idea del regreso ahorita ha sido priorizar el tema socioemocional de los chicos por medio de la interacción. Hemos estado haciendo encuentros para que los chicos compartan su experiencia de la pandemia en grupos contenidos con participación voluntaria. El alumno se inscribe de ir un día, se reciben a 20 alumnos en toda la escuela y se encuentran con las medidas de sana distancia”, cuenta al respecto Francisco Hernández, subdirector académico del instituto.
“Otra de las metas es reactivar las actividades físicas en la cancha del patio, se programan 30 minutos de participación y hacen actividades como voleibol, fútbol tenis, para reactivar a las chicas y chicos, que ahora con el encierro es un tema muy importante. También tenemos actividades artísticas, la parte de arte es la elaboración de murales colectivos”.
De alguna manera, explica el subdirector, estos son unos regresos no académicos, sino que en ellos se prioriza la parte socioemocional de los alumnos, que después de tanto tiempo en aislamiento es difícil imaginar cómo ha sido afectada.
Si bien este ciclo escolar terminará en un mes, se espera que el resto de los estados del país, Baja California Sur, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Tabasco, Tlaxcala y Yucatán, regresen a clases presenciales el próximo ciclo escolar 2021-2022.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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