12 octubre, 2022
En la Feria del Libro del Zócalo de la Ciudad de México, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, convocó a los asistentes a movilizarse para defender iniciativas de ley que buscan mejorar la calidad de vida de la población
Texto: Kau Sirenio
Foto: Alexis Rojas
CIUDAD DE MÉXICO.- En la alimentación se manifiestan las realidades sociales; lo que comemos depende del lugar que ocupamos en la sociedad. Pero cambiar esa dinámica es posible y depende de la organización popular.
Esa es la premisa con la que el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, convocó a “mantener el paso” de la transformación que ha emprendido el actual gobierno, y movilizarse para defender una batería de leyes que, desde su perspectiva, ayudarán a para mejorar la calidad de vida que tenemos.
En la quinta jornada de la Feria Internacional de Libro (FIL) del Zócalo, López-Gatell, quien fue vocero del gobierno federal durante la pandemia de covid-19, conversó con la periodista Daniela Pastrana, directora de Pie de Página, sobre la principal generadora de enfermedades crónicas en el país: la industria alimentaria.
«Las condiciones de salud son mayormente fenómenos sociales. El estado de salud tiene que ver con lo que comemos, con la actividad física, con el are que respiramos, el agua que tomamos el suelo en el que se cultivan los productos que llegan a nuestra mesa (…) Y en México tenemos una enorme sobreoferta de productos chatarra», dijo el funcionario, ante un abarrotado foro Ricardo Flores Magón.
-¿Cuál es el diagnostico que tenemos ahora de nuestro estado de salud, a dos años de la pandemia?, preguntó Pastrana
Tenemos tres lecciones aprendidas en la pandemia (…) La primera, muy conocida y no solamente en el tema de salud: se pone de manifiesto la enorme desigualdad social. Enorme, grosera, insultante, indignante, inaceptable, pero tristemente histórica”.
Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud.
Agregó: “Nunca hay que perderlo de vista, porque es uno de los motores importantes de lo que uno puede hacer en la vida, no sólo como una persona servidora pública, sino en la sociedad. Combatir la desigualdad, hacer todo lo posible para cerrar esta brecha y lograr que más gente tenga más recursos, que merecen porque es producto de su trabajo, de su esfuerzo y contribución a la sociedad”.
El funcionario hizo un recorrido en las entrañas de una sociedad desigual para concluir que la capacidad que tienen las personas y las comunidades para responder ante un fenómeno como la pandemia no es igual.
«Esa afección fue desigual, porque estructuralmente la sociedad es desigual”, sostuvo.
La segunda lección que dejó la pandemia fue comprobar el estado de salud de la sociedad y su relación con la alimentación.
“En México también hay estadísticas muy consistentes, hemos tenido en la epidemia enfermedades crónicas más grandes del mundo, hemos tenido la prevalencia de obesidad y sobrepeso más alta del mundo”.
De la obesidad dijo que México ya no ocupa primer lugar en obesidad en adultos, pero sí en niños y adolescentes.
“El 35 por ciento de niñas y niños mexicanos tienen sobrepeso o padecen obesidad. Mientras que el 77 por ciento de personas adultas mexicanas tienen sobrepeso. Esta enfermedad crónica no transmisible como la diabetes y la hipertensión, pero causan disminución de esperanza de vida. En México en 2016 disminuyó la esperanza de vida, los contribuyentes tenían que ver con estas enfermedades crónicas en especial la diabetes”.
Luego recapituló: “¿Por qué estas enfermedades se conectan entre sí? Porque esta condición de salud tampoco son biológicos, de hecho son mayormente sociales”.
Ya entrado el platica López Gatell acusó a grupos de interés económicos, “para los que esta verdad es incómoda“ de intentar desvirtuar la atención del problema.
El problema es que tenemos un margen muy pequeño de posibilidad de decidir sobre lo que comemos, porque lo que comemos depende de lo que está disponible, física y económicamente»
Hugo López-Gatell
Estos alimentos tóxicos se producen en sobreabundancia, a precios bajos, y son el motor de las enfermedades crónicas, dijo López-Gatell.
«Preguntan si hay responsables. ¡Claro que hay responsables, que se enriquecen a costa de dañar a la población!», insistió.
Luego se lanzó contra las empresas que fabrican bebidas azucaradas. Tomó una botella de plástico, le retiró la etiqueta para explicar el abuso de las empresas por el alto costo en el mercado.
«Vamos acumulando agravios. Otro agravio del neoliberalismo fue vendernos el agua embotellada”, concluyó el funcionario, al asegurar que la venta del agua embotellada es un robo.
El tercer hecho que comprobó la pandemia, dijo, fue el desmantelamiento de servicios públicos como sistema de salud y educativo, para privatizar la salud pública en México, realizado a principios de la década de los ochenta, cuando el gobierno de Miguel de la Madrid disminuyó la matrícula en la escuela de médicos.
El funcionario dijo que a las intenciones de lograr un sistema agroalimentario saludable, ecológicamente sostenible y socialmente justo, el gobierno mexicano se ha enfrentado a resistencias estructurales de grupos de interés económico, grupos de presión internacionales.
Hay una empresa de que tienen un logo rojo con franja blanca. En Chiapas, tiene una de las mayores producciones mundiales de veneno embotellado y lo hace a costa de extinguir los acuíferos y llevarse una enorme cantidad del agua que debería ser usada para la agricultura y para el consumo humano. Y en Chiapas, también, se encuentra uno de los mayores índices de consumo de este veneno embotellado. Fíjense la atrocidad: una compañía se acaba el agua, hay sed y la reemplaza por un producto venenoso para que la gente lo consuma”.
Para garantizar el derecho al agua, se requiere un cambio legal profundo y que las personas se movilicen para defender el proyecto de la Ley General de Aguas que organizaciones civiles ingresaron al Congreso, dijo.
En la misma línea, el funcionario habló de la necesidad de garantizar el acceso a los alimentos, tanto en espacios rurales como urbanos.
Tras referirse, como una buena noticia, a la eliminación paulatina del glifosato, el subsecretario advirtió que hay otros 17 agroquímicos tóxicos que deben ser eliminados.
Hay un grupo de senadoras, encabezadas por Ana Lilia Rivera y Margarita Valdés, que están trabajando dos reformas que considera fundamentales.
Una a la Ley General de Salud para eliminarlos. ”Convoco también al pueblo a que estemos atentos y respondamos para defender a esta iniciativa de eliminación de estos agroquímicos altamente tóxicos”.
La otra es una ley de alimentación para modificar el entorno alimentario dominado actualmente por la industria de los productos chatarra. Se buscaría ajustar económicos que limiten el acceso de niñas, niños y adolescentes el acceso “tan grotesco» a productos industrializados.
El funcionario federal habló de los beneficios que ha dejado el etiquetado frontal y luego pidió un aplausos para los migrantes mexicanos que se encuentran en Estados Unidos. El publico lanzó gritos de “bravo” y los aplausos no se hicieron esperar.
«Se fueron por necesidad para trabajar en Estados Unidos en condiciones desfavorables para mandar remesas porque el gobierno en turno prefirió entregar la producción agrícola a empresas para producir alimentos a Estados Unidos. Mientras tanto el campo mexicano se convirtió en bosque y selva, porque las campesinas y campesinos dejaron de sembrar»..
Tras advertir que la industria promueve agendas que desvirtúan las acciones del poder público, el subsecretario aseguró que la participación ciudadana es un elemento central para «mantener el paso» de la transformación que se está planteando.
«Es fundamental tener conversación, debate reflexión crítica. Es fundamental que niñas y niños, adolescentes desde el principio de sus vidas tengan una noción crítica (…) No basta con votar en las urnas y haber logrado un cambio de gobierno. La transformación tenemos que seguirla haciendo todas y todos a partir de la organización popular. En las comunidades, en las empresas, en el campo, en las escuelas, universidades, plazas públicas, en el transporte, no puede parar la organización. Ahí hay que discutir los temas profundos y siempre confrontar al poder público porque todos los servidores públicos debemos estar sujeto al escrutinio», dijo.
«Necesitamos que el pueblo vaya definiendo el programa político, no las cúpulas y hay elementos cruciales, necesitamos reforma agraria, una reforma laboral mas profunda, una reforma tributaria, necesitamos revisar el aparato jurídico del país para desmantelar el neoliberalismo hasta su estructura (…) Es vital mantener una discusión activa», insistió.
Puedes ver aquí toda la conversación
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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