4 octubre, 2025
David Peña, abogado que acompaña el caso de 6 mexicanos que viajaban en la Global Summud Flotilla, y ahora están secuestrados por Israel, habla acerca de su proceso de detención y la falta de acciones por parte del gobierno para su rescate
Texto: Camilo Ocampo
Fotos: Galo Cañas / Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO. – El 31 de agosto, más de 40 embarcaciones zarparon desde España con rumbo a la Franja de Gaza. La intención era entregar ayuda humanitaria y levantar el cerco que mantiene Israel sobre la población palestina.
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Después de múltiples ataques con drones, fueron interceptados a pocas millas náuticas de su destino. Más de 400 personas fueron secuestradas en aguas internacionales; entre ellas, 6 son de nacionalidad mexicana. Sus nombres: Sol González Eguía, Ernesto Ledesma Arronte, Carlos Pérez Osorio, Karen Natalia Castillo Cardona, Arlín Gabriela Medrano Guzmán y Dolores Eugenia Pérez Lazcarro.
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En entrevista para Pie de Página, David Peña, el abogado que acompaña el caso de los connacionales, explica la situación por la que atraviesan: “En este caso, las seis personas siguen detenidas en un centro carcelario llamado Keziot. Esa cárcel está en medio del desierto, a 30 kilómetros de la frontera con Egipto”.
“Solo han tenido una visita del embajador; no se les ha permitido asistencia legal, no han tenido asistencia consular tampoco, traductor; no sabemos si se les han hecho revisiones médicas”.
También menciona que la SRE no ha sabido dar información clara; no saben si están bien.
Lo que sí sabe es su situación legal y menciona:
“Ellos están sujetos a un proceso migratorio, no están sujetos a un proceso penal. Es un proceso de naturaleza migratoria, administrativo migratorio, porque, según el gobierno israelí, ingresaron ilegalmente al territorio, aunque, como ya sabemos, eran aguas internacionales, no mar territorial de Israel, y no había ninguna justificación para hacer esas detenciones, esos encarcelamientos, y ahora las deportaciones que está haciendo a otros países”.
Davis Peña responde:
“A mí me parece que ha sido muy limitado. En realidad, entendemos las condiciones del propio gobierno israelí y de la cárcel israelí. Pero, mientras que nosotros, en la realidad, en la práctica, sabemos que el apoyo y la asistencia consular iba a ser casi nula, el gobierno mexicano emite comunicados y manda como si estuviera con ellos, platicando, asistiéndoles, dándoles abogados, traductores, médicos. Entonces, tiene un tema de mensaje comunicacional que no está apegado a la realidad”.
El abogado también asegura que las 6 personas mexicanas están sujetas a condiciones limitadas: poco alimento, poca agua; durante el primer día estuvieron esposados por muchas horas. Y agrega:
“Ya sabíamos que el gobierno mexicano iba a tener muy poco margen de operación, pese a que ellos decían lo contrario. En la práctica, ahora estamos viendo que, ya después de tres días detenidos, solo han podido tener una reunión con ellos de unos minutos, muy breve, y que no tienen tampoco claridad ni en el procedimiento, si va a ser deportación o repatriación”.
También menciona que es cuestionable el trato diferenciado que se les ha dado a distintos países con respecto a las salidas de las personas detenidas: “Únicamente han salido personas de Suiza, Italia, Gran Bretaña y Estados Unidos. Es claro el mensaje”.
Junto con eso, explica que hay una violación al derecho internacional marítimo, es una violación a la normatividad del derecho internacional de derechos humanos en general: libre tránsito, libertad de expresión, libertad de manifestación y, obviamente, respeto a la integridad física, “pero además es una violación a los protocolos adicionales de los convenios de Ginebra relacionados con el derecho de guerra”, asegura.
El abogado menciona: “Creo que las flotillas en general, que ya se habían desarrollado en torno a Gaza, siempre habían sido un ejemplo de lucha de resistencia”.
Las flotillas no son nuevas; desde hace más de 15 años han zarpado buscando entregar ayuda humanitaria a Gaza. Sin embargo, esta, tal como menciona David, ha sido con la intención de visibilizar el genocidio y demostrar que Israel no solo viola los derechos de los gazatíes, sino que es una práctica en contra de toda la humanidad y de quien los cuestione.
Y agrega:
“La flotilla ayudó a evidenciar eso: que el irrespeto, la falta de respeto al sistema internacional de derechos humanos por parte de Israel, no solo es en contra de los gazatíes, sino prácticamente en contra de todo el mundo. 48 naciones iban representadas y, aun así, no le importó —muy poco— e hizo todos estos atropellos legales”.
Y finaliza: “Creo que no hay que quitar el dedo del renglón de la responsabilidad internacional, porque el gobierno mexicano ha sido demasiado cauteloso en los pronunciamientos.
“No podemos dejarles simplemente, y voltear hacia otro lado y decir: ‘Bueno, ya vienen de regreso nuestros connacionales y se acabó, se cerró el capítulo’”.
Su respuesta es contundente:
“El gobierno debe lograr su retorno sanos y salvos, pero también debemos exigirles a las autoridades mexicanas que vea cuáles van a ser las acciones que van a tomar. No podemos imaginar el precedente adverso y el precedente, un mal, mal, malísimo precedente en la historia diplomática. Si el gobierno mexicano deja que seis de sus nacionales sean detenidos arbitrariamente, encarcelados arbitrariamente, sujetos a tratos crueles degradantes, deja un muy mal precedente”.
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